Bad Gyal (Alba Farelo i Solé) visitó el Late Xou de Marc Giró y terminó dejando una de sus confesiones más personales. Tras repasar imágenes de sus inicios, la artista reconoció que, tras diez años, no es "la misma persona". Empezó con 19 y ahora, camino de los 29, siente que la industria le ha hecho "aprender, desaprender y coger perspectiva".
Giró le lanzó una pregunta "tipo Jesús Quintero", directa al alma: ¿Qué ha cambiado en estos diez años? Bad Gyal aseguró que su esencia sigue intacta, pero todo lo que la rodea ha dado la vuelta: "Cosas que amaba las odio, cosas que odiaba las amo... todo cambia". Aun así, insistió en que las cosas que le gustan siguen siendo las mismas.
Cuando le preguntaron qué echa de menos de aquella primera época, no dudó: "La privacidad es un lujo". Aunque agradeció el cariño del público, reconoció que vivir expuesta pesa. "Hay momentos en los que me gustaría ser invisible", confesó. "No quiero ni pensar lo que vive un Javier Bardem o una Ester Expósito", se comparó, sintiendo que era menos conocida.
En lo positivo, la catalana tenía claro qué ha ganado en esta década: el mundo entero. "Viajar, sobre todo. He podido ir a todos los lugares que quería, conocer culturas, probar comidas, ver a mis ídolos...". Lo contó casi sorprendida, recordando que miembros de Plan B, uno de sus grupos favoritos, que "ya son panas, amigos".
Entre risas con Giró, Bad Gyal admitió que estos años la han cambiado incluso en el habla: "Me creo medio latinoamericana, se me pegan palabras". Y aunque sigue sintiéndose "que no es nadie", no niega que la vida la ha llevado por caminos que jamás imaginó: "Me han pasado cosas fuertes que ni pensaba".
Giró le lanzó una pregunta "tipo Jesús Quintero", directa al alma: ¿Qué ha cambiado en estos diez años? Bad Gyal aseguró que su esencia sigue intacta, pero todo lo que la rodea ha dado la vuelta: "Cosas que amaba las odio, cosas que odiaba las amo... todo cambia". Aun así, insistió en que las cosas que le gustan siguen siendo las mismas.
Cuando le preguntaron qué echa de menos de aquella primera época, no dudó: "La privacidad es un lujo". Aunque agradeció el cariño del público, reconoció que vivir expuesta pesa. "Hay momentos en los que me gustaría ser invisible", confesó. "No quiero ni pensar lo que vive un Javier Bardem o una Ester Expósito", se comparó, sintiendo que era menos conocida.
En lo positivo, la catalana tenía claro qué ha ganado en esta década: el mundo entero. "Viajar, sobre todo. He podido ir a todos los lugares que quería, conocer culturas, probar comidas, ver a mis ídolos...". Lo contó casi sorprendida, recordando que miembros de Plan B, uno de sus grupos favoritos, que "ya son panas, amigos".
Entre risas con Giró, Bad Gyal admitió que estos años la han cambiado incluso en el habla: "Me creo medio latinoamericana, se me pegan palabras". Y aunque sigue sintiéndose "que no es nadie", no niega que la vida la ha llevado por caminos que jamás imaginó: "Me han pasado cosas fuertes que ni pensaba".