La Navidad puede ser una época de unión, diversión y relajación. Sin embargo, también puede traer desafíos únicos, especialmente para quienes sufren de ansiedad alimentaria, problemas de peso o un trastorno alimentario. Hay muchas razones por las que las fiestas pueden ser una época tan difícil para quienes tienen problemas de alimentación. A menudo, estas pueden intensificar sentimientos como el estrés, la ansiedad, el aislamiento y el duelo.
Por lo tanto, algunas personas pueden recurrir a la comida en busca de consuelo. Estar encerrado en casa debido a las festividades o al clima frío también podría fomentar el consumo excesivo de alimentos y empeorar los trastornos alimentarios. Otro problema es que durante todo el año recibimos una avalancha de mensajes sobre salud y dieta que nos dicen qué debemos y qué no debemos comer. Sin embargo, durante las fiestas, la publicidad y los mensajes culturales suelen promover los excesos.
Esto puede generar aún más confusión sobre qué comer, o hacer que se sientan culpables si se dan el gusto de disfrutar de algún capricho festivo. A esto se suman las presiones sociales: no querer decir que no a invitaciones que puedan implicar comer y beber más de lo habitual.
Para quienes luchan con trastornos alimentarios, la temporada festiva puede ser un campo minado. Las celebraciones navideñas suelen girar en torno a grandes comidas comunitarias y a la incitación a darse un capricho. Esto puede desencadenar sentimientos complejos y, a veces, dolorosos, lo que lleva a algunos a evitar las reuniones familiares y sociales.
Los trastornos alimentarios suelen implicar el desarrollo de hábitos relacionados con las rutinas alimentarias. Para quienes padecen un trastorno alimentario, comer en público puede causar angustia por miedo a ser juzgados o sentirse abrumados por la atención que se presta a la comida. En quienes enfrentan preocupaciones económicas, la presión adicional para gastar durante la Navidad puede desencadenar sentimientos de insuficiencia y vergüenza. Si bien esta época del año es indudablemente difícil de transitar, si eres alguien que lucha con trastornos alimentarios o ansiedad por el peso y la comida, hay algunas estrategias que puedes usar para superarlo.
Evita la fiesta y la hambruna
El Año Nuevo suele traer consigo la presión de dejar atrás los excesos de las fiestas, lo que lleva a muchos a considerar dietas drásticas. Sin embargo, las dietas extremas pueden ser perjudiciales tanto para la salud física como para la mental .
En lugar de caer en la trampa de "comer o comer" durante las fiestas, intenta encontrar maneras de equilibrar los caprichos con hábitos saludables. En lugar de comer un postre tentador justo después de comer, prueba a dar un paseo con tu pareja o familia. Es posible que el antojo se haya disipado para cuando regreses.
Tomar un descanso entre comidas también puede ayudarnos a concentrarnos mejor en las señales de nuestro cuerpo y saber cuándo tenemos hambre en lugar de comer cuando estamos sedentarios, solo porque la comida está ahí. En lugar de recurrir a medidas extremas después de las fiestas, es mejor centrarse en hábitos de alimentación y ejercicio sostenibles y equilibrados que le ayudarán a mejorar su bienestar con el tiempo. Busca actividades que disfrutes, como bailar, caminar, montar en bicicleta o yoga, para ayudar a mantener la forma física, evitando al mismo tiempo el esfuerzo excesivo y reduciendo el riesgo de lesiones o agotamiento.
Concéntrate en la nutrición
En lugar de evitar sus platos festivos favoritos o eliminar grupos enteros de alimentos, intenta agregar más alimentos ricos en nutrientes a sus comidas festivas. Alimentos como frutas, verduras, proteínas magras, cereales integrales y otros alimentos ricos en fibra brindan muchos beneficios para la digestión y la salud en general
La salud es un camino a largo plazo. Una o dos comidas indulgentes durante las fiestas no desbaratarán el progreso. Una alimentación excesivamente restringida puede provocar deficiencias nutricionales. La fijación extrema con solo comer alimentos saludables también puede ser señal de un trastorno alimentario.
Practica el autocuidado
Tenga cuidado con la influencia de la publicidad y las redes sociales durante esta época del año. Gran parte de este contenido está diseñado para aumentar los antojos, la insatisfacción corporal y las comparaciones con los demás. Puede ser útil tomarse un descanso de las redes sociales durante las fiestas para evitar contenido que pueda molestarle.
O practique el autocuidado adoptando actividades y estrategias que le resulten agradables y significativas. Hacer algo divertido y relajante puede ayudar a las personas a lidiar con el estrés y la ansiedad que conlleva la presión de las fiestas.
yoga o meditación. Para otras, podría significar encontrar maneras de conectar socialmente, como pasar más tiempo con amigos o unirse a un grupo de artes creativas o jardinería. Con frecuencia, el autocuidado es una combinación de muchas cosas.Busca ayuda y apoyo cuando sea necesario
Hablar con alguien puede ayudar a reducir la preocupación y la sensación de aislamiento. Contacta con personas de confianza o líneas de ayuda si te sientes abrumado durante las fiestas. Trabaja con un terapeuta o un grupo de apoyo para desarrollar estrategias para manejar problemas relacionados con el peso y maneras de afrontar situaciones difíciles.
Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, no dudes en acercarte a los servicios de salud y asistencia de tu localidad.
Artículo publicado enWIRED.Adaptado por Alondra Flores.