El primer ministro de Canadá, Mark Carney, y la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, tras la firma de un Memorando de Entendimiento (MOU) en Calgary, Alberta. Todd Korol Reuters
América Canadá ya tiene otra Cataluña: Alberta impulsa un referéndum de independencia ante la pasividad de las élites políticasLa región del oeste del país, rica en recursos naturales, inicia los preparativos para consultar a sus ciudadanos si están de acuerdo en que la provincia deje de formar parte de Canadá para convertirse en un Estado independiente. El primer ministro Mark Carney, natural de Alberta, dice comprender la "frustración" de sus ciudadanos con Ottawa.
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Álvaro Escalonilla Publicada 26 diciembre 2025 02:12hLas claves nuevo Generado con IA
La región canadiense de Alberta impulsa un referéndum de independencia, con la pregunta ya aprobada por la agencia electoral provincial.
El Partido Conservador Unido de Danielle Smith debe reunir 178.000 firmas en cuatro meses para que se convoque oficialmente el plebiscito.
Las reformas legales recientes permiten tramitar iniciativas ciudadanas sin revisión constitucional, facilitando el proceso separatista.
El sentimiento independentista ha crecido en Alberta, aunque menos del 30% de la población apoya la independencia, según encuestas recientes.
Las voces independentistas en Canadá resuenan mucho más allá de Quebec. Existe otra región del país norteamericano quizá menos conocida pero con pulsiones separatistas similares. Se trata de Alberta, el mayor proveedor extranjero de petróleo de Estados Unidos.
La agencia electoral de la provincia oriental aprobó este lunes, a propósito de una iniciativa ciudadana, la pregunta que formulará a sus residentes en el referéndum de autodeterminación que podría tener lugar en los próximos meses.
Los europeos y los canadienses ya dejan de viajar a EEUU: "En solo dos meses Trump ha destruido la reputación del país""¿Está usted de acuerdo en que la provincia de Alberta deje de formar parte de Canadá para convertirse en un Estado independiente?", recogerá la papeleta, en búsqueda de una respuesta de Sí o No.
Ahora sólo falta la parte más complicada del proceso, que no es otra que convocar el plebiscito. Para eso será necesario que el Partido Conservador Unido (UCP) de Danielle Smith, la primera ministra de Alberta, recoja las 178.000 firmas necesarias en la cuarta provincia más poblada del país, por detrás de Ontario, Quebec y Columbia Británica. Su Gobierno dispone de un plazo de cuatro meses.
La plataforma Alberta Prosperity Project y los demás promotores del proceso independentista tienen, asimismo, dos semanas para escoger a un responsable financiero de la campaña de recolección de firmas. No podrán iniciar el proceso hasta dar este paso.
La pregunta aprobada esta misma semana es similar a la que los impulsores de la consulta presentaron hace apenas unos meses, declarada inconstitucional por un juez de Alberta.
El retraso inducido por la revisión judicial llevó al Gobierno de Smith a modificar las reglas. La primera ministra albertana sacó adelante a principios de diciembre el proyecto de ley 14, que permite aprobar iniciativas ciudadanas sin contar con evaluación constitucional.
Los cambios provocaron que la revisión judicial quedara sin efecto, y además permitieron a la Alberta Prosperity Project volver a presentar la solicitud sin asumir ningún coste adicional.
"Una pregunta ciudadana no debería tener que ir a los tribunales para ser aprobada cuando la intención real de plantearla era que el Gobierno o la ciudadanía pudieran formular una pregunta, cualquier pregunta, y llevarla ante la población", argumentó este lunes Mitch Sylvestre, el máximo representante de la Alberta Prosperity Project, en la cadena CBC News.
El Ministerio de Justicia de Alberta cerró filas con la iniciativa para defender "el derecho democrático" de todos los ciudadanos de Alberta. "Si quienes buscan la independencia creen que cuentan con apoyo, esta es su oportunidad de demostrarlo", declaró el titular de la cartera, Mickey Amery. "Es la forma más pura y simple de democracia directa, y no tiene nada que ver con los separatistas".
Smith, una antigua locutora radiofónica y comentarista política que nunca destacó por sus posiciones separatistas —dice, de hecho, que su trabajo es defender "una Alberta fuerte dentro de un Canadá unido"—, pretende permitir sin embargo "que el proceso siga su curso".
Cierto es que, dentro de las modificaciones legales aprobadas por su Gobierno, impuso una cláusula mediante la cual no está legalmente obligado a aplicar el resultado de un referéndum si hacerlo supusiera violar la Constitución. En otras palabras, que si mañana los albertanos votan a favor de la independencia, el Ejecutivo no estaría en posición de decretar —al menos de manera unilateral— la ruptura política con Ottawa, algo que la Carta Magna canadiense no permite.
Auge independentista
El sentimiento independentista crece en Alberta a un ritmo vertiginoso desde la época de pandemia, en parte como protesta contra las élites políticas del este del país. Pero no existe una mayoría clara a favor de la independencia.
Porque menos del 30% de los albertanos apoyan la idea de que la provincia se convierta en un país independiente, según refleja una encuesta de Leger publicada en mayo. Aunque el Instituto Angus Reid calcula que, como mínimo, el 36% de los ciudadanos de la provincia ven con buenos ojos la celebración de un referéndum.
En esta línea, la agencia electoral de Alberta aprobó a principios de diciembre otra iniciativa ciudadana paralela, impulsada por la organización Alberta Forever Canada, que planteaba la siguiente pregunta para otro eventual referéndum: "¿Está usted de acuerdo en que Alberta debería permanecer dentro de Canadá?".
"Nuestro equipo estará más que preparado para enfrentarse a los separatistas y presentar un caso sólido de por qué Alberta debería permanecer en Canadá", apuntó en declaraciones a la CBC el antiguo viceprimer ministro albertano Thomas Lukaszuk, que consiguió reunir más de 404.000 firmas.
Lecciones canadienses de buen gobiernoEl primer ministro Mark Carney, born and raised in Edmonton, capital de Alberta, quiere tirar de tacto para resolver las tensiones políticas. "Entiendo las frustraciones en el desarrollo de los recursos de la provincia, al darse cuenta del pleno potencial de Alberta", declaró el pasado mes de julio en una entrevista en la que dijo mantener "conversaciones muy constructivas con Smith".
Preguntado sobre el proceso separatista, el líder del Partido Liberal —que está a sólo un escaño de alcanzar la mayoría parlamentaria tras las deserciones de dos diputados conservadores— ha reiterado que su Gobierno está "tratando de construir, no de romper Canadá". Esa tarea implica, por ejemplo, sacar adelante un oleoducto hacia el Pacífico para aprovechar los vastos recursos petrolíferos de la provincia.