Hace no mucho tiempo, China tenía un problema de exceso de natalidad. Durante más de tres décadas, la política del hijo único frenó el rápido crecimiento de la población, pero ahora su problema es justo el contrario. La crisis demográfica se ha dado la vuelta y la población china está cayendo en picado. El gobierno ha puesto en marcha planes para incentivar los nacimientos y su última idea pasa por mejorar una infraestructura crítica.
Objetivo: guarderías. Lo cuentan en South China Morning Post, China está revisando la que será la primera ley que regula el sector de los servicios de cuidado infantil. Las medidas se enfocarán en los menores de tres años, con el objetivo de construir una sociedad "fertility-friendly". Entre sus medidas clave está mejorar la calidad del servicio, asegurar que los profesionales tengan la cualificación necesaria para el puesto y ampliar la oferta de guarderías más asequibles, lo que reducirá el coste de la crianza.
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Mientras la natalidad en China se desploma una región no para de tener hijos. Su secreto: ser familia numerosa tiene premio
Quién cuida a los niños. China está incentivando a las parejas a tener hijos a través de distintas medidas y las guarderías eran uno de los aspectos clave a mejorar. Desde los años 80, el estado dejó de ofrecer guarderías públicas, trasladando la carga de los cuidados a las familias. La sociedad se adaptó de la forma más previsible: que fueran los abuelos quienes se ocuparan de los niños (algo que no siempre sale bien) o que la mujer redujera su jornada para hacerse cargo de los cuidados.
Una cuestión de dinero. La falta de regulación ha provocado que la oferta de guarderías a precios asequibles sea escasa y con profesionales con cualificación insuficiente. Las guarderías de calidad eran un lujo al alcance de unos pocos, mientras que para las familias menos pudientes es el último recurso. La nueva ley busca promover la creación de nuevos centros estatales a precios más asequibles.
Y confianza. Los escándalos por casos de maltrato en guarderías chinas son bien conocidos dentro y fuera de sus fronteras, y también se han dado casos de maltrato por parte de niñeras. Si además de que es un servicio caro le sumamos el problema de la falta de confianza, no es de extrañar que el cuidado en los primeros años acabe siendo un factor disuasorio para muchas familias. En 2021, sólo el 5,5% de niños chinos menores de tres años estaba en una guardería, una cifra que contrasta con el 88% de escolarización de los 3 a los 6 años.
Otras medidas. Desde que en 2015 se pusiera fin a la política del hijo único, el gobierno ha desplegado varios planes para corregir la curva descendiente de la natalidad. Junto a los nacimientos, también decayeron los matrimonios, por lo que se planteó dar clases de matrimonio y amor e incluso ser una especie de celestina para ayudar a los jóvenes a encontrar pareja. Su última medida es una de las más llamativas: poner un impuesto especial a los condones.
Imagen | note thanun en Unsplash
En Xataka | Si la pregunta es cómo reactivar la natalidad, China cree tener la respuesta: financiar partos sin dolor
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China decidió privatizar sus guarderías en la década de los 80. Sin saberlo, estaba creando su enorme crisis de natalidad
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por
Amparo Babiloni
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China decidió privatizar sus guarderías en la década de los 80. Sin saberlo, estaba creando su enorme crisis de natalidad
China tiene un problema con las guarderías y lo han creado ellos mismos
Hay pocas, son caras y poco confiables. Ahora el gobierno quiere corregirlo
Hace no mucho tiempo, China tenía un problema de exceso de natalidad. Durante más de tres décadas, la política del hijo único frenó el rápido crecimiento de la población, pero ahora su problema es justo el contrario. La crisis demográfica se ha dado la vuelta y la población china está cayendo en picado. El gobierno ha puesto en marcha planes para incentivar los nacimientos y su última idea pasa por mejorar una infraestructura crítica.
Objetivo: guarderías. Lo cuentan en South China Morning Post, China está revisando la que será la primera ley que regula el sector de los servicios de cuidado infantil. Las medidas se enfocarán en los menores de tres años, con el objetivo de construir una sociedad "fertility-friendly". Entre sus medidas clave está mejorar la calidad del servicio, asegurar que los profesionales tengan la cualificación necesaria para el puesto y ampliar la oferta de guarderías más asequibles, lo que reducirá el coste de la crianza.
Una cuestión de dinero. La falta de regulación ha provocado que la oferta de guarderías a precios asequibles sea escasa y con profesionales con cualificación insuficiente. Las guarderías de calidad eran un lujo al alcance de unos pocos, mientras que para las familias menos pudientes es el último recurso. La nueva ley busca promover la creación de nuevos centros estatales a precios más asequibles.
Otras medidas. Desde que en 2015 se pusiera fin a la política del hijo único, el gobierno ha desplegado varios planes para corregir la curva descendiente de la natalidad. Junto a los nacimientos, también decayeron los matrimonios, por lo que se planteó dar clases de matrimonio y amor e incluso ser una especie de celestina para ayudar a los jóvenes a encontrar pareja. Su última medida es una de las más llamativas: poner un impuesto especial a los condones.