Del cotillón en el bar al camping y el refugio de montaña: así está cambiando nuestra forma de pasar la Nochevieja

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Cada vez más personas se toman las uvas en contacto con la naturaleza. Los campings han aumentado sus reservas un 40% en estas fechas y hay refugios de montaña sin plazas desde hace semanas

Julia Fernández

Domingo, 28 de diciembre 2025, 19:00

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4 min.

En dos días estamos en Nochevieja, la celebración más 'canallita' de todas las navidades, sinónimo de fiesta descomunal y desenfreno hasta horas intempestivas en los ... bares y discotecas. O quizá ya no tanto. Cada vez hay más gente en busca de planes alternativos a este. Es muy típico irse a esquiar o buscar una ciudad distinta a la nuestra para tomar las uvas, por ejemplo. Pero en el último lustro está creciendo de manera exponencial lo que los expertos llaman turismo 'outdoor', el que nos pone en contacto con la naturaleza. «Ha dejado de ser una opción exclusivamente estival», señalan fuentes del sector.

Las cifras

9,5 millones

de viajes hicimos los españoles el año pasado por estas fechas, según los datos del Instituto Nacional de EsTadística (INE). Se trata de una cifra similar a la registrada en 2019, antes del confinamiento, que supuso un parón de la actividad

38,4 millones

de pernoctaciones se registraron el año pasado por estas fechas. Se trata de una cifra récord, lo que apunta a que viajamos casi igual que en 2019, pero estuvimos fuera de casa más tiempo.

Este año, los establecimientos de este tipo han notado un aumento notable de las reservas, «un 41%», según los datos de Pitchup, plataforma líder que opera en todo el mundo. Y de los 207 negocios que se integran en ella, han abierto casi la mitad:93. Entre ellos, el de Serrano. «Hace cinco años era impensable algo así», explican. Pero en este tiempo, hemos cambiado a pasos agigantados. Nos hemos echado al monte. Tuvo que ver, claro, la pandemia, cuando la naturaleza se convirtió en nuestra vía de escape. Muchos ni la habían pisado hasta entonces... y se enamoraron.

También ocurre que ofrecen una experiencia en la que, todavía, se puede elegir presupuesto para no dejarse un riñón. Lo explica mejor Dan Yates, fundador y director general de Pitchup cuando habla del crecimiento de las reservas. «Los viajeros no renuncian a su escapada navideña, pero buscan optimizar el presupuesto más que nunca». Y los campings y alojamientos al aire libre trabajan en rangos de precios más asequibles para todos los bolsillos.

En Izarpe, las luces de Navidad y las chimeneas en las zonas comunes y las cabañas transforman las instalaciones. Verlas ahora no tiene nada que ver con la imagen que dan en verano. Y no se nota el frío: «Estamos totalmente adaptados a estas fechas», confirma Serrano. Lo saben bien los clientes de siempre, que son mayoría en estas fechas. Pero también los nuevos, que prueban a ver qué tal... y prometen repetir. En este camping, la cena de Nochevieja se hace de forma privada: cada uno la suya. Pero el restaurante abre antes de las uvas para tomarlas todos juntos «y después celebramos una fiesta de fin de año con DJ», cuenta el gerente.

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«Abrimos el restaurante para las uvas y luego hay fiesta con un DJ»

Alfonso Serrano

Gerente del camping Izarpe

– ¿Cuál es el gasto medio en estas fechas?

– Es ligeramente superior al de temporada baja, ya que muchos clientes aprovechan para cenar en el restaurante el resto de días o prolongar su estancia.

1. En el monte

   Fin de año «sin cobertura»

Pasar la Nochevieja en un camping tiene un punto de aventura, pero no tanto como hacerlo en un refugio de montaña, que es otra de esas opciones de turismo 'outdoor' que se practica cada vez más. Obviamente, no es para todo el mundo: te tiene que gustar la montaña y tienes que respetar varias cosas, entre ellas, que vas a compartir habitación con desconocidos. Pero, salvado este punto, recibir el año nuevo en plena montaña es una manera muy atractiva de cargar las pilas.

En el refugio de Lizara, en Aragüés del Puerto (Huesca), llevan unos años con el cartel de 'completo' para esa noche. «Se corre la voz» y la gente se apunta, cuenta Cristina, una de las tres personas que forma el equipo de guardeses. No es el único establecimiento que lo hace: famosas son también las nocheviejas de La Renclusa, a los pies del pico más alto de los Pirineos, el Aneto.

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«Las campanadas aquí son con una cacerola. ¡No hay cobertura!»

Cristina

Guardesa del refugio de Lizara (Huesca)

¿Cómo resistirse a tomar las uvas al calor de la chimenea del salón comedor? Además, no se necesita gastar nada en modelitos con lentejuelas y encajes. En el refugio, el 2026 lo van a recibir con pantalones de monte y camisetas de lana merina. «¡Preparamos una cena especial como se merece la noche, con turrones y champán al final! También damos una bolsita con las uvas a todo el mundo. Normalmente, el ambiente se va caldeando con nuestras pelucas, gafas, globos... que ponemos para que el que quiera pueda disfrazarse o ambientarse mientras se cena».

A las doce, también hay campanadas, pero no son las de la Puerta del Sol: «Las damos uno de nosotros con una cacerola. ¡Aquí no hay cobertura!», otro atractivo más. Y luego hay un minicotillón: ponen música y siempre hay alguno que se arranca con la guitarra o coordina al grupo para bailar.

– Los montañeros tienen fama de madrugar.

– A los tempraneros les aconsejamos que se traigan unos tapones. Aunque sobre las 2 de la madrugada vamos bajando el ritmo.

Y a la mañana, desayuno y todos a la montaña, que los picos Bisaurín y Mesa de los Tres Reyes les esperan.

¿Cómo reciben al año nuevo en un avión?

Pasar el cambio de año en un aeropuerto no es nada atractivo, sobre todo si te han retrasado el viaje. Pero hacerlo en el avión a 12.000 pies del suelo tiene su cosa. No en todos los vuelos a los que el cambio de año les pilla en el aire se toman las uvas. Eso depende del país, de la tripulación y de los pasajeros porque no es una tradición internacional, confirman fuentes del sector. Pero lo cierto es que si van españoles a bordo... casi seguro que sí hay. El año pasado, en un vuelo de Iberojet de Madrid a Costa Rica, el pasaje tomo 24. Lo que sí hacen las aerolíneas es preparar comidas especiales para esa noche y tanto los pilotos como los tripulantes de cabina felicitan el año nuevo a los presentes.

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