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Los jugadores del Barça celebran el tanto de Christensen que abrió el marcador. EP Dieciseisavos El Barça sufre para eliminar a un meritorio GuadalajaraLos azulgranas tardaron 77 minutos en adelantarse en el Pedro Escartín pero se acabaron imponiendo con los tantos de Christensen y Rashford
Daniel Panero
Martes, 16 de diciembre 2025, 23:37
... de lo lindo. El conjunto que dirige Hansi Flick, con menos rotaciones de las esperadas, tardó 77 minutos en derribar la muralla rival y lo hizo con un gol de Christensen, de carambola, tras un saque de esquina. Rashford sentenció en los instantes finales para cerrar un triunfo sin brillo, pero con el oficio suficiente para evitar un KO copero a las primeras de cambio.Guadalajara
Vicente, Cera (Neskes, m. 83), Ablanque, Casado, Martínez, Ramírez Hurtado (Toño Calvo, m. 62), Rojo, Samu Mayo (Tavares, m. 73), Moreno (Gallardo, m. 62), Díaz (Caropitche, m. 62) y Cañizo.
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Barcelona
Ter Stegen, Casadó (Koundé, m. 75), Christensen (Gerard Martín, m. 86), Eric García, Jofre (Balde, m. 63), Bernal (Cubarsí, m. 46), De Jong, Roony (Pedri, m. 75), Lamine Yamal, Fermín y Rashford.
Goles: 0-1: m. 77, Christensen. 0-2: m. 90, Rashford.
Árbitro: César Soto Grado (Comité Riojano). Amonestó a Marc Bernal, Ramírez Hurtado, Samu Mayo y Ablanque.
Incidencias: Partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, que comenzó con 30 minutos de retraso en el estadio Pedro Escartín ante 8.000 espectadores.
A través de esta vía llegaron las principales ocasiones en el inicio del choque, pero fue más una solución de emergencia que un plan. Y es que el Barça jugó demasiado en horizontal y se chocó contra un rival tremendamente organizado en el bloque bajo, que peleó todas las disputas y que supo ser solidario en las ayudas para que Lamine Yamal, uno de los más activos, no pudiera en ningún momento tener un uno contra uno. Así, el Guadalajara y el Pedro Escartín se fueron creciendo con el correr de los minutos y llegaron hasta el descanso sin un sufrimiento excesivo y viéndose capacitados para aguantar, por qué no, un chaparrón que tarde o temprano debía llegar.
Una marcha más
Tras la reanudación, el Barça subió una marcha. Flick adelantó a Casadó del lateral al centro del campo y dio entrada a Pau Cubarsí para tener una mayor fluidez en la construcción del juego. Los cambios le sentaron bien al equipo catalán, que intensificó su dominio con hasta un 80% de posesión y volcó el juego sobre Lamine Yamal, que no estuvo afortunado, pero que no paró de intentarlo. Así, el Barça tuvo dos claras llegadas en los pies de Rashford que el inglés no aprovechó gracias a un inspirado Dani Vicente, providencial en ambas.
A partir de ahí, llegaron las urgencias. El Barça estaba teniendo la actitud adecuada, pero era incapaz de desarbolar a un Deportivo Guadalajara que cada vez cedía más metros. El dominio culé se intensificó con la entrada de Koundé y Pedri, y el gol acabó cayendo por su propio peso. Fue tras el enésimo centro lateral. Esta vez lo cazó Christensen, el balón se envenenó tras rebotar en un defensa y poco pudo hacer Dani Vicente para evitar un gol que al Barça le había costado un mundo y que iba a servir para abrir la lata. Rashford sentenció en los minutos finales, tras un gran pase de Lamine Yamal, y puso el broche a una noche sin grandes alardes, pero que le permite a los de Flick seguir con la dinámica ganadora.
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