La contracrónica del Alavés - Real Madrid
ÁNGEL RIVERO- JUAN IGNACIO GARCÍA-OCHOA
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Xabi Alonso está sufriendo. Mucho. Se le nota en el banquillo, en los gestos contenidos, en la mirada fija al césped buscando respuestas que no siempre llegan. Lo pasó fatal en Mendizorroza. Empató el Alavés y cada minuto pesaba como una sentencia, viviendo con la sensación de que el cargo se le escapaba de las manos. Sabía que sin victoria ante el Alavés, el puesto quedaba en el aire, por no decir que estaba fuera.
El cargo le está castigando en exceso. Ni rastro del Xabi sereno, de brazos cruzados y análisis frío. Ahora mismo es un entrenador atrapado por la urgencia, consciente de que el margen se agota. El fútbol del Madrid ha dejado de ser pizarra y se ha convertido en supervivencia.
El gol de Rodrygo fue un desahogo inmediato para Xabi, que lo celebró con rabia, con los puños apretados y un grito liberado, como quien se quita un peso de encima. No fue la celebración calculada habitual, sino la reacción más humana posible. El gol le devolvía la vida. Le compraba tiempo.
Porque eso fue lo que celebró Xabi Alonso: sobrevivir un día más. Seguir al frente, ganar oxígeno, aplazar el veredicto. El fútbol no entiende de procesos cuando los resultados fallan y él, tras ver todo lo que se ha movido a su alrededor estos días, lo sabe mejor que nadie. La victoria no borró los problemas, pero sí frenó el golpe.
Mbappé sigue a lo suyo
Es la jugada más anunciada del fútbol actual y, pese a todo, una de las más eficaces. By Kylian Mbappé. Control orientado hacia dentro, primer toque largo para ganar el duelo, zancada imparable y definición quirúrgica. El guion es conocido, repetido jornada tras jornada, pero sigue siendo indescifrable para el rival, sobre todo cuando arranca desde el perfil izquierdo, ese territorio donde todo el estadio sabe lo que va a pasar y, aun así, nadie consigue evitarlo. El delantero francés es una garantía cuando la jugada nace y muere en sus botas. Ya no es solo la velocidad, la potencia o el talento puro: es la fiabilidad. 26 goles en 22 partidos esta temporada.
mbappe (2)Courtois siempre da la cara
Mbappé arriba y Courtois atrás. Lo mejorcito del Madrid, como siempre. El belga permitió que el equipo blanco se fuera con ventaja al descanso con un paradón espectacular a Ibáñez. No fue una estirada aparatosa ni una parada felina. Fue la cara. El cuerpo erguido, el pecho al frente, los hombros abiertos y el rostro firme. Tapó ángulo, tapó portería y tapó la esperanza del delantero. Carlos Vicente sí que pudo con él en la segunda parte en un mano a mano al que el portero no llegó por centímetros.
Jugadón de Vinicius... y abrazo a Xabi
Apareció cuando más falta hacía y desde el lugar que mejor entiende el juego: la izquierda. No había sido su partido. Le costó el desborde, estuvo impreciso y lejos de su nivel habitual. Pero el fútbol también va de aparecer en el momento decisivo y ahí Vini sigue marcando la diferencia.
La jugada nació en campo abierto, como el gol de Mbappé. Arranque eléctrico, cambio de ritmo seco y ventaja ganada en dos zancadas. Y en lugar de forzar el disparo, buena elección. Levantó la cabeza lo justo y se sacó un pase con el exterior para que Rodrygo hiciera el 1-2. Una acción que resume su impacto incluso en noches grises. Una jugada de tres puntos. O incluso más. Respira Xabi, con el que se dio un abrazo tras esa acción salvadora.
Patada en el área: no es penalti
Tenaglia derribó a Vini en el área con una patada que intuyó todo el estadio y que las cámaras de televisión mostraron con total claridad. Pero González Fuertes en el VAR dijo que no. ¿¿¿¿???? No hay explicación alguna para tan tremenda decisión.
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