Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr EFE EFE
Mundo El negacionismo avanza en EEUU: Kennedy Jr.avala quitar la vacuna de hepatitis B para los recién nacidosDonald Trump aplaude la medida tomada por el departamento de Kennedy, catalogándola de ser "muy buena".
Más información:Médicos y científicos de EEUU claman contra Kennedy por su golpe al CDC: "Nos lleva a la era en la que solo vivían los fuertes"
Valentina Yusty Publicada 7 diciembre 2025 13:32hLas claves nuevo Generado con IA
El comité de expertos liderado por Robert F. Kennedy Jr. decidió dejar de recomendar la vacuna de hepatitis B para recién nacidos en EEUU, una práctica vigente desde 1991.
Expertos en salud advierten que eliminar esta inmunización pone en riesgo la prevención de más de 500.000 infecciones y unas 90.100 muertes infantiles.
La decisión, aplaudida por Donald Trump, ha sido criticada por la Asociación Americana de Salud Pública y más de 70 expertos en políticas sanitarias.
La política antivacunas de Kennedy Jr. ha generado rechazo tanto en demócratas como en republicanos y ha llevado a reducir fondos para el desarrollo de nuevas vacunas.
Un comité de expertos designado por el secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., quien se ha declarado en numerosas ocasiones como escéptico de las vacunas, decidió este viernes que se deje de recomendar la vacuna de la hepatitis B para los recién nacidos.
Esta nueva medida pondría fin a esta práctica universal que EEUU mantiene desde el año 1991, y que según expertos en salud, ha prevenido más de 500.000 infecciones evitando aproximadamente 90.100 muertes infantiles.
La votación del grupo de expertos tuvo un resultado a favor de 8 a 3, dejando que las mujeres con resultados negativos al virus puedan decidir de manera individual si desean que se vacune a sus hijos al nacer.
Trump se abona a las teorías conspiranoicas y dice que el aumento del autismo se debe a "algo inducido artificialmente"Aunque la votación se realizó este viernes, fue aplazada hasta en dos ocasiones desde septiembre, ya que varios miembros del comité consideraban que les faltaba información y datos suficientes para tomar una decisión tan trascendental.
Ante esta decisión, más de 70 expertos en políticas sanitarias y la Asociación Americana de Salud Pública (APHA en inglés), que representa a más de 23.000 miembros, han advertido sobre los peligros de acabar con esta inmunización, a la que califican de "hito en la política de salud infantil en EEUU".
Según la organización, "eliminar la política de inmunización universal del recién nacido y retrasar la dosis inicial de VHB hasta una etapa más avanzada de la infancia plantea riesgos significativos para la salud".
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha aplaudido esta decisión a través de su red social Truth, donde ha compartido un mensaje en el que calificaba esta decisión de ser "muy buena".
Se espera que estos cambios no repercutan en la cobertura de los seguros médicos, aunque sí representa una victoria para el Departamento de Salud liderado por Kennedy Jr., conocido por sus posturas antivacunas
La política antivacunas
El secretario de Salud de Donald Trump ha cuestionado repetidamente la seguridad y eficacia de las vacunas, declarando que “no hay vacuna que sea segura y eficaz” y llegando a afirmar su relación directa con el autismo.
Kennedy ha llegado a afirmar que desearía poder retroceder en el tiempo y no vacunar a sus hijos: "Haría cualquier cosa por eso. Pagaría cualquier cosa para poder hacerlo"
En una ocasión argumentó en una declaración pública que las personas blancas y negras deberían tener esquemas y calendarios de vacunación diferentes.
Para promover esta ideología que poco a poco ha calado más en la sociedad estadounidense, según estudios desde el año 2019 consideran menos importante vacunar a sus hijos, Kennedy Jr. fundó la asociación Children's Health Defense que se encarga de promover la desinformación contra las vacunas.
En otras declaraciones Kennedy vinculaba el aumento de enfermedades crónicas y alergias alimentarias del país con un "calendario de vacunación explosivo".
Estas políticas negacionistas, junto con su constante desprecio por la evidencia médica, han provocado un rechazo inusual en el panorama político estadounidense: tanto demócratas como republicanos han encontrado un punto de coincidencia al posicionarse en su contra.
Entre las decisiones más cuestionadas destaca la reducción significativa de los fondos destinados al desarrollo de vacunas de nueva generación, una medida que expertos en salud pública consideran especialmente grave por su potencial impacto en la prevención de futuras pandemias y en la capacidad del país para responder a nuevas amenazas sanitarias.