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EfeLogroño
Viernes, 26 de diciembre 2025, 00:10
... palabras nos envenenan. Yo mismo no estoy libre de pecado. He decretado una fetua contra las personas que utilizan el adjetivo «entrañable» y se me pone cara de Jomeini a punto de ejecutar infieles cuando la oigo. En cambio, me da igual que me feliciten las navidades o las fiestas. Mi abuela, que era una católica casi integrista, felicitaba las fiestas sin temor a que la tomaran por la reencarnación del anticristo y un servidor, que profesa un ferviente agnosticismo, pone arbolito y hasta belén en casa y va por ahí deseando buenas navidades como si estuviera a punto de irse de gira mundial con los Hakuna. A lo que no he llegado aún es a felicitar el solsticio, tal vez porque, en buena lógica, eso me debería llevar a festejar con igual pompa los equinoccios y no sé ni cuándo caen. Además, en mi región sufrimos una lamentable falta de menhires y no es lo mismo danzar druídicamente entre los majestuosos bloques de Stonehenge que hacerlo entre los pedruscos llenos de barro que hay en las viñas.Límite de sesiones alcanzadas
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