Ni Isabel Díaz Ayuso ni Juanma Moreno. Ninguno de los principales barones del PP que se habían ofrecido para hacer campaña con María Guardiola en las elecciones de Extremadura acompañará a la presidenta de la Junta en la recta final de esta campaña electoral, cuyos resultados se conocerán el próximo domingo día 21. Sólo lo está haciendo Alberto Núñez Feijóo y de manera «controlada» -estuvo en el inicio y este fin de semana-, pero no está confirmado que regrese para el cierre de campaña del viernes, al tener programado un viaje el día antes a Bruselas. Cada vez que el presidente nacional del PP se ha desplazado a Extremadura han tenido actos paralelos en distintas localidades y apenas han coincidido en un acto central (ayer en Navalmoral y la semana anterior en Don Benito). El resto, por separado.
La estrategia está marcada. Guardiola no quiere que su campaña electoral se pierda en la batalla nacional, a pesar del viento a favor de los últimos días que está beneficiando claramente a su candidatura tras los últimos escándalos de corrupción y episodios machistas que acorralan al PSOE y al Gobierno y que podrían estar acercando a la propia Guardiola cerca de la mayoría absoluta. «Queremos un debate plenamente autonómico, con temas extremeños, porque, por ejemplo, para hablar de corrupción ya tenemos aquí suficiente material con el caso del enchufe del hermano del presidente del Gobierno en la Diputación de Badajoz, y con el candidato socialista procesado», apuntan fuentes cercanas al equipo de Guardiola. Para muestra, el debate a 10 del pasado jueves, donde Miguel Ángel Gallardo quedó acorralado en cuanto alguno de los candidatos del resto de partidos mencionaba el caso que será juzgado a finales de mayo. «Es un candidato de hojalata», ha llegado a definir en la Cope la candidata de Unidas Podemos, Irene de Miguel, en referencia al socialista procesado, al que se da por amortizado incluso desde la izquierda.
Con esta premisa, Guardiola ha decidido evitar que desembarquen varios dirigentes autonómicos del PP que se habían ofrecido para arroparla en unas elecciones que servirán para medir la temperatura electoral en España en la primera cita con las urnas en territorio autonómico, además de evaluar la relación (en Extremadura muy dañina) entre PP y Vox. En este contexto, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso se había puesto a disposición de Guardiola «las veces que hiciera falta». De hecho, en los días de precampaña se había designado una ciudad para su visita -Badajoz-, pero finalmente el PP extremeño, con el visto bueno de Génova, ha optado por evitar cualquier tipo de participación «externa» en busca de acentuar el perfil propio de la candidata, con el objetivo de alcanzar la mayoría suficiente para gobernar en solitario.
Tampoco estará uno de los principales apoyos de Guardiola, Juanma Moreno, con el que tiene más complicidad de todos los barones, desde incluso antes de que se convirtiera en presidenta de Extremadura. «Es su decisión y debemos de respetarla», apuntan en Génova sobre esta estrategia electoral de evitar difuminar el mensaje inequívoco: «Sólo en clave de Extremadura». Así las cosas, «en principio, no va a venir nadie más», confirman desde el equipo electoral del PP extremeño. Tampoco llegarán otros dirigentes de Génova. Por ejemplo, el secretario general, Miguel Tellado, no ha visitado aún Extremadura en este proceso electoral: «Hay interés en que la candidata tenga toda la atención. Ella gobierna y tiene toda la proyección. No queremos restar espacio», inciden en Génova.
En el equipo de la candidata abogan por debatir sobre temas extremeños
Esta estrategia la cerraron a comienzos de esta semana el propio Tellado con Abel Bautista, secretario general del PP en Extremadura. Para tomar la decisión, se evaluaron varias cuestiones, la principal es que Guardiola quiere aparecer con «perfil propio», diametralmente contrario al que ofrece Vox, que es en estos momentos su gran rival en la disputa electoral y con el que ha mantenido las grandes polémicas de la campaña. Fuentes del PP explican que le puede beneficiar el hecho de que Santiago Abascal parezca el verdadero candidato de la formación verde y proyecte «injerencia y dependencia absoluta» que le tienen los diputados extremeños y el cabeza de cartel extremeño, Óscar Fernández, siempre en segundo plano.
A la par, también ha sorprendido en las filas populares que Gallardo se esté rodeando durante toda la campaña de ministros y fieles escuderos de Pedro Sánchez: «El desembarco del sanchismo en Extremadura, en plena crisis de reputación de Ferraz, es lo que le faltaba al candidato socialista», apuntan fuentes del PP, que consideran que el PSOE extremeño, históricamente rebelde con la dirección nacional de Ferraz, no tiene ahora voz propia para reclamar las grandes demandas pendientes para la región: «La impresión que transmiten es que Gallardo ha decidido unir su futuro definitivamente a Pedro Sánchez, también por el caso del hermanísimo al que está atado». Óscar López, Óscar Puente, José Luis Rodríguez Zapatero, Patxi López o Carlos Cuerpo han arropado a Gallardo en las últimas semanas. Y Sánchez, que regresa hoy, ya ha estado dos veces (Mérida y Plasencia). En principio, está prevista su participación, salvo giro de guion tras su semana horribilis, en el cierre de campaña.
Ejes de campaña
Con este planteamiento por parte del PP extremeño, otra de las decisiones es no rehuir del enfrentamiento con Vox. «Este señor tiene un problema personal conmigo», ha llegado a explicar Guardiola esta semana, después de que Santiago Abascal la tenga en el punto de mira en todas sus intervenciones cada vez que pisa Extremadura. Así, le afea desde expresiones como «tendrá que pasar por el aro», en la precampaña, en alusión a que la presidenta de la Junta estará obligada a ceder a sus demandas si quiere continuar en el cargo, o incluso insinuando que el PP se verá obligado a cambiar de cabeza de cartel para poder llegar a acuerdos entre ambos. En vez de desdeñar el cuerpo a cuerpo, la decisión del PP es «dar la batalla» y replicar al líder nacional de Vox cada vez que haya ocasión.
Un ejemplo se produjo en la entrevista del jueves en Canal Extremadura Radio, donde Guardiola advirtió que «las políticas de igualdad son innegociables con Vox» en respuesta a que tanto Abascal («nos vamos a cargar las consejerías de Igualdad en todas partes») como su candidato exigieron cambios en esta materia para sentarse a negociar. De hecho, Óscar Fernández afirmó que pedirá a Guardiola la desaparición de la actual Secretaría General de Igualdad y Conciliación, que es el formato institucional que dispuso la presidenta con respecto a este ámbito: «No hay necesidad de otro chiringuito más».
Estrategia local
PROTAGONISMO DE LA REGIÓN. La presidenta del PP extremeño, María Guardiola, no quiere que su campaña se pierda en la batalla política nacional. «Queremos un debate autonómico, con temas extremeños», dicen fuentes cercanas a su equipo.
ACTOS CLAVE. Guardiola visitó ayer Navalmoral de la Mata (Cáceres), localidad estratégica por la central nuclear de Almaraz, y lo hizo acompañada del presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo.
NO REHUIR A VOX. Esta es otra decisión clave en la campaña de los populares, en especial desde que Santiago Abascal tiene a la lideresa en el punto de mira durante sus intervenciones en la campaña extremeña.