Wednesday, 17 de December de 2025
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Política

La familia del fallecido en una intervención policial en Torremolinos pide justicia para Haitam: "No era ningún ladrón"

La familia del fallecido en una intervención policial en Torremolinos pide justicia para Haitam: "No era ningún ladrón"
Artículo Completo 766 palabras
El sospechoso de querer robar en el locutorio se resistió al arresto y la Policía lo redujo con una pistola eléctrica, tras lo que sufrió un infarto Leer

La polémica en torno a la muerte de Haitam Mejri -el hombre que falleció tras ser reducido con pistolas eléctricas táser por agentes de la Policía Nacional en un locutorio de Torremolinos (Málaga) donde, según el dueño de la tienda, habría entrado para robar- continúa y sus familiares piden justicia para él.

Así, mientras la familia del Haitam -de 35 años y origen marroquí- quiere limpiar su nombre porque, aseguran, "no era ningún ladrón" y califican la actuación de su detención de claro ejemplo de "abuso policial", la Policía sostiene que la intervención fue correcta.

La polémica en torno a este trágico suceso ha llegado también a la esfera política y Podemos ha aprovechado lo sucedido para arremeter contra la Policía. La diputada y secretaria general de la formación, Ione Belarra, ha calificado lo sucedido de "asesinato" y en un mensaje en redes sociales ha llamado a parar la "violencia policial racista".

El sindicato JUPOL, por su parte, ha pedido que se respete la presunción de inocencia de los agentes y ha amenazado con emprender acciones legales para "defender el honor y la profesionalidad de los Policías".

Los allegados del fallecido continúan con las protestas -la última este lunes a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Málaga, donde un juzgado investiga lo sucedido- sostienen que el hombre no pretendía robar cuando entró en el establecimiento y que su intención no era otra que pedir prestado un cargador de teléfono para recargar la batería de su móvil y así poder pagar un Uber.

Acusan a los agentes que acudieron al aviso de Emergencias para detener al sospechoso de un robo con violencia en la calle Hoyo, de ensañarse con él cuando estaba en el suelo y ya lo habían reducido.

"Pudieron reducirlo de mil formas pero utilizaron la menos correcta", lamenta Naser Mejri, de 30 años y hermano del fallecido, que no se encontraba en España cuando se produjeron los hechos. "Fueron cero profesionales y no tuvieron piedad ni conciencia", añade.

La versión de lo ocurrido de los familiares de Haitam -que no estaban presentes en el momento del incidente, aunque aseguran haber visto las grabaciones de algunos testigos y haber escuchado sus testimonios- choca frontalmente con la de la Policía, que desde un primer momento sostiene que la actuación fue correcta.

Señalan al respecto fuentes de la Policía Nacional que el nivel de agitación del hombre era tal que se precisaron varios efectivos policiales para "reducir y detener al sospechoso". Fueron los mismos agentes quienes al llegar y comprobar el estado del hombre, avisaron a los sanitarios, detallan.

Las mismas fuentes han aclarado que el presunto artífice del robo entró en parada cardiorrespiratoria después de que se hubiese solicitado la presencia en el lugar de una ambulancia y confirman, asimismo, que las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) realizadas, primero por los agentes y luego por los servicios sanitarios, resultaron infructuosas.

Al final, los agentes que participaron en la actuación -seis en total- pidieron que se incorporaran al atestado las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento, que habían grabado al completo la intervención.

Pero, ¿qué pasó la tarde del domingo, 7 de diciembre, cuando el servicio de emergencias 112 alertaba de un robo con violencia en un establecimiento de telefonía de Torremolinos?

Un hombre, Haitam Mejri, entró en un locutorio de este turístico municipio del litoral malagueño donde, según el dueño de la tienda, pretendía robar. Lo golpeó en la cabeza y el propietario del establecimiento se asustó. Avisó al servicio de Emergencias 112 Andalucía, que a su vez alertó a la Policía.

Cuando el primer patrullero de la Policía llegó al locutorio, en el que se encontraba retenido Haitam, los agentes trataron de detener al sospechoso, pero el hombre estaba "en avanzado estado de agitación" -según fuentes policiales- y se resistió. Pidieron refuerzos y se personaron en la tienda de telefonía otras dos parejas.

Gritaba, les propinaba patadas e incluso les amenazaba, señalan las fuentes. Los agentes insistieron tratando de que depusiera su actitud pero no lo hizo. Finalmente, optaron por utilizar sus pistolas táser reglamentarias para reducirlo y tras recibir varias descargas, Haitam sufrió una parada cardiorrespiratoria y murió, a pesar de los intentos de reanimarlo de agentes y sanitarios.

Fuente original: Leer en El Mundo - España
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