En su pueblo, Villanueva de la Serena (Badajoz), se habla de Miguel Ángel Gallardo con lástima y preterición: "Era muy buen chico", "podría haberse quedado aquí toda la vida", "la situación da mucha pena". Nadie quiere aparecer en los papeles: los vecinos cuya admiración se granjeó durante sus 21 años al frente del ayuntamiento (2003-2024) esbozan al hoy secretario general del PSOE extremeño, procesado por la colocación a dedo de David Sánchez en la Diputación de Badajoz, como el Ícaro local: "A Miguel Ángel lo que lo ha matado ha sido el caso hermanísimo", sentencian vecinos de la localidad.
La jibarización de las bases socialistas en el que fuera uno de sus feudos electorales viene advirtiéndose en los sondeos que vaticinan al PSOE un hundimiento sin precedentes en la región. La última encuesta de Sigma Dos para este diario le augura una pérdida de entre 7 y 9 escaños en comparación con sus resultados de 2023. El vórtice de ese agujero negro por el que parecen escaparse los votos de la formación son los siete kilómetros que separan Villanueva y Don Benito, el "kilómetro cero" del sanchismo. Y es precisamente en la primera donde Gallardo cerrará hoy, acompañado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su campaña electoral, supeditando aún más su candidatura al delito que lo mantiene procesado.
Pero en las últimas tres convocatorias de elecciones autonómicas y municipales, ambas localidades fueron bastiones socialistas. En Don Benito, el PSOE aterrizó en el Ayuntamiento en 2015, dirigido entonces por José Luis Quintana, íntimo del jefe del Ejecutivo y hoy delegado del Gobierno en la región. Ese año obtuvo el 49,7% de los votos; el 55,4% en 2019 y el 39,3% en 2023, aunque su empeño por fusionarse con Villanueva le costó la alcaldía, ahora del PP. Por su parte, los socialistas villanovenses, con Gallardo al frente, ganaron al PP con el 62% de los votos en 2015, año en el que el regidor tomó posesión como presidente de la Diputación de Badajoz; con el 57,8% en 2019 y el 61,4% en 2023.
"No es lo mismo ser presidente que alcalde, y, al menos aquí, no se votaba al partido sino a Miguel Ángel", cuenta una ex trabajadora del consistorio de Villanueva. Aunque hay quien se refiere a él como un "esnob", un "dictadorcín" del que "comía todo el pueblo", o con el que iban "a una" porque "compraba votos", el cariño es el sentimiento mayoritario en el municipio que fuera su cuna. "Yo siempre le he votado, pero esta vez no", lamenta otra vecina. "El caso hermanísimo ha sentado muy mal en el pueblo. Ha querido subir muy alto y de ahí te caes", remata.
Carteles electorales de Vox superpuestos a los de Gallardo en su propio pueblo.RUBÉN MATEOSARABA PRESSEl corazón del socialismo extremeño deja entrever cierta contradicción. Hay quien dice sentirse "desamparado", sin saber "quién lleva el timón del barco" en el PSOE. "La situación es intolerable. Estamos muy cabreados con Gallardo por lo que ha hecho, pero con María Guardiola también, por convocar las elecciones cuando le ha dado la gana", señala un habitante. Y otra vecina revela que sí votará al ex alcalde porque no concibe "otra opción": "Lo importante es que aquí ha hecho mucho bien y se le quiere mucho. Pero se están diciendo muchas cosas y ahora mismo lo veo todo muy negro".
Los vecinos con los que hablamos repiten mucho esa frase, se están diciendo muchas cosas, en alusión, aclaran, al desarrollo del caso David Sánchez, que mantiene a Gallardo a la espera de la apertura del juicio oral. En la localidad pacense la situación procesal del ex alcalde en mitad de las elecciones se comenta sotto voce y nunca a título personal por miedo a "represalias". El PSOE sigue gobernando en la localidad y, pese a los reiterados intentos de este diario por ponerse en contacto con su sede, así como con la de Don Benito, para analizar la trayectoria política de su candidato, ha declinado hacer ninguna declaración a ningún nivel.
Miguel Ángel Gallardo no encarnó el sanchismo que sí enarboló su homólogo en Don Benito, Quintana. Es más, el candidato socialista a la Junta de Extremadura apoyó a Susana Díaz en las primarias en las que acabó imponiéndose Sánchez y Ferraz no lo respaldó en las primarias extremeñas de marzo de 2024, en las que el villanovense ganó con el 56% de los votos. Pese a ello, los recorridos de ambos regidores están entrelazados tanto por su relación como alcaldes en sus respectivos municipios como por su vínculo con el presidente del Gobierno.
«KILÓMETRO CERO»
Como reveló EL MUNDO, antes de lanzarse a la carretera con su Peugeot para reconquistar a sus bases de la mano de Ábalos, Koldo y Santos Cerdán, en mayo de 2017 Sánchez visitó a su círculo íntimo 11 días antes de que se convocara la plaza que terminaría ocupando su hermano.
El presidente nunca ha rehuido la importanciade Don Benito en su ascenso a la secretaría general del PSOE, como tampoco ha ocultado su amistad con el alcalde de la localidad. Según pudo conocer EL MUNDO, fue Quintana quién le animó a enfrentarse a Díaz en las primarias de aquel año, y fue Don Benito el laboratorio del que salió el "candidato de la carretera". El 8 de mayo de 2017, Pedro Sánchez publicó en Twitter: "Don Benito fue en 2014 el kilómetro cero de mi proyecto político. Hoy, reencuentro con los militantes socialistas". Apenas 11 días después del primero de los actos que compusieron su tournée motorizada por el país, salió la plaza que iba a ocupar el "hermanísimo", según anticiparon dos directores de conservatorios en los correos electrónicos que se cruzaron, esenciales durante la instrucción del caso.
El ex alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, y Pedro Sánchez, en el acto de 2017 en la localidad.SOLEDAD GÓMEZEn aquellas fechas, además, ambos regidores pacenses mantenían una relación fluida: entre 2003 y 2011 Quintana estuvo al frente de las consejerías de Agricultura y Fomento en la Junta de Extremadura, período en el que Gallardo ya era alcalde, mientras éste último estuvo desde 2015 al frente de la Diputación, institución encargada, entre otras cosas, de prestar apoyo financiero a los municipios. Su amistad se estrechó aún más al proponer fusionar ambas localidades, una maniobra que contó con el apoyo del propio Sánchez, que visitó Villanueva en 2023.
"Lo que más factura le va a pasar a Gallardo es la fusión", vaticina una vecina donbenitense. El 20 de febrero de 2020 ambos alcaldes lanzaron una consulta popular para convertir ambas localidades en una sola. El sí fue casi total en Villanueva (90,49%); no así en Don Benito, donde la propuesta fue validada rozando el margen (66%) con un 66,27% de los votos. Vecinos de Don Benito aún ponen en duda el recuento de los votos, recordando el apagón informativo que hubo durante cerca de una hora, y en Villanueva hay quien piensa que con esta maniobra Gallardo no miraba por el bien del municipio sino por el suyo propio.
La propuesta dio a luz al partido Siempre Don Benito, contrarios a la operación, cuyo pacto con el PP tras las municipales de 2023 arrebató a Quintana su asiento en el consistorio. Aquel acuerdo fijó una nueva consulta popular para la que aún no hay fecha, lo que mantiene la unión en la nevera.
La marca PSOE, un lastre
Gallardo ha contado con el apoyo de figuras de peso en el socialismo de la región, como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que se volcó con el candidato a las puertas de la campaña electoral: "El tiempo acabará dándote la razón", le animó. Sin embargo, de poco o nada le han servido al ex alcalde de Villanueva las pinceladas de la edad dorada de la formación. Los escándalos de corrupción y los casos de acoso sexual en la formación han sido el plato principal de una campaña electoral en la que la marca PSOE se percibe como la herropea atada al tobillo de Gallardo: "La imagen nacional deja mella", señalan dos vecinos en Don Benito.
Ese sentimiento de desamparo que se deslizaba en Villanueva ante el procesamiento de Gallardo, cristaliza cuando se analiza la situación general del partido. Mientras unos aseguran que no volverán a votar al PSOE estas elecciones, otros garantizan que, directamente, no votarán. "No son socialistas, ahí pone PSOE", dice un vecino señalando un cartel electoral, "pero yo ya no sé qué son".
Si en algo coinciden algunos habitantes que se prestan a hablar con este medio es que "tendrían que haber echado" a Gallardo del partido, algo que ya generó división interna en la formación el pasado noviembre, cuando el sector más crítico de los socialistas autonómicos, encabezado por el ex presidente de la Diputación en Cáceres Miguel Ángel Morales solicitó al dirigente en el Comité Extraordinario que diera un paso atrás entre críticas por las injerencias de Ferraz.
Aunque en los mítines en los que Sánchez ha estado junto a su candidato el presidente del Gobierno haya optado por obviar los casos de corrupción que rodean al partido y al propio Gallardo -y aún está por ver qué sucede hoy- el socialista extremeño ha quedado marcado con una letra escarlata ya litografiada en el epitafio político que le auguran sus vecinos.