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Instalaciones de la fábrica de Talgo en Las Matas (Madrid). Reuters Los accionistas de Talgo bendicen la llegada del consorcio vasco y dejan la operación lista para su cierreLa junta aprueba la financiación de más de 1.200 millones, la entrada del Estado con la Sepi y asegura así el aterrizaje de Jainaga antes de final de año
Viernes, 12 de diciembre 2025, 17:40
... por José Antonio Jainaga hacerse con el control del fabricante de trenes. Así, el máximo órgano de la empresa ha dejado la operación pendiente de formalismos que se concretarán antes de que termine el año. Eso es lo que supone haber aprobado una refinanciación que asciende a 1.270 millones -770 en créditos y 500 en avales- y que conlleva la entrada en el accionariado del Gobierno central a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi).Así las cosas, los acontecimientos irán sucediendo en cascada antes del 31 de diciembre y dejarán el timón de Talgo en las manos del presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, para entrar en 2026. Será ahí cuando se materialice el regreso de la sede a Euskadi y empiecen a trabajar los nuevos directivos para hacer rentables los casi 5.000 millones de pedidos que actualmente ahogan a la empresa. Todo un símbolo que remata la primera operación de arraigo industrial y del que el Gobierno del lehendakari Imanol Pradales ha hecho bandera de la legislatura.
El día de «Santo Tomás»
Los accionistas de Talgo debían dar el visto bueno porque, además de la ampliación de capital para dar entrada al Estado, 105 millones de los que componen el préstamo son créditos convertibles. Es decir, si la empresa no los devuelve se convertirán en acciones, lo que modifica el esquema de socios de la compañía. De esos 105 millones, 30 corresponden a la propia Sepi y otros 75 se reparten entre el fondo vasco Ekarpen y el propio Jainaga, junto a las fundaciones BBK y Vital.
Una inyección económica que garantiza la continuidad de Talgo, cuyo 29,7% será adquirido por el consorcio vasco en los próximos días. El presidente de Sidenor, el Ejecutivo de Pradales y las fundaciones BBK y Vital firmaron esa transacción con Trilantic por 155 millones el pasado 7 de noviembre. La operación estaba condicionada a que se aprobara el esquema financiero en la junta de accionistas y, ahora, solo queda la ratificación ante notario que será antes del 21 de diciembre, el día de Santo Tomás, como anticipó el consejero vasco de Indusrtia, Mikel Jauregi.
La propiedad de la empresa quedará repartida entre Jainaga (8,5%), Gobierno vasco (8,5%), BBK (8,5%) y Vital (4,24%) que actuarán de modo sindicado para tener el control de la empresa. La Sepi contará con un 7,8% de las acciones y, entre todos, habrán de repartirse los ocho asientos del consejo. Al consorcio vasco le corresponden dos dominicales. BBK ya ha señalado que rechazará pedir una plaza. El Estado, como confirmó el mes pasado el ministro de Transportes, Óscar Puente, se ha reservado el derecho de elegir un representante por la Sepi. Una elección que tomará el Partido Socialista de Euskadi, como confirmó este medio.
Momentos delicados
La operación ha vivido momentos convulsos este otoño marcados principalmente por dos circunstancias. Una ha sido la investigación abierta sobre el propio Jainaga en la Audiencia Nacional por las ventas de acero de Sidenor a una empresa de armamento de Israel. El empresario trasladó explicaciones a ambos ejecutivos y a la sociedad tras declarar ante el juez y defendió que el material exportado no era de uso civil y militar y, por lo tanto, no era obligada su comunicación al Gobierno de España.
La otra amenaza ha venido de la compleja situación de inestabilidad en la que se está moviendo el Gobierno de España por la falta de apoyos y los casos de corrupción. Debilita la posición del Ejecutivo en una operación que ha afectado a los ministerios de Transportes y Hacienda y varios organismos del Estado, como la Sepi, Renfe o Cesce. El devenir de los hechos estas últimas semanas han hecho extraordinariamente importante que el Consejo de Ministros hubiera aprobado ya la inyección de dinero y la entrada de la Sepi en Talgo este verano.
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