Monday, 15 de December de 2025
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Política

María Guardiola en el 'club de los 40' pero sin mayoría absoluta

María Guardiola en el 'club de los 40' pero sin mayoría absoluta
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Arranco esta columna sin saber si en el momento en el que usted la lea habrá otro detenido por una trama de corrupción en el Gobierno, una nueva dimisión por acoso en el PSOE o un registro más en una empresa estratégica. Lo que viene a ser el animado ambiente de la política nacional en el que se ha desarrollado la campaña electoral en Extremadura, que afronta su última semana con datos disruptivos.

El feudo por antonomasia de la izquierda va a cambiar este domingo. De esto no hay duda ninguna. El PSOE se encamina hacia su mayor derrota desde la pérdida de la hegemonía en Andalucía y con datos que en una situación normal harían temblar los cimientos del partido. Pero aquí nada es normal. No lo es la sucesión de escándalos, ni lo es el candidato, ni lo es una campaña sin nada que ofrecer, ni lo es la parálisis del PSOE mientras todo esto ocurre. Le atribuirán a Gallardo el desastre, que es lo fácil, para no ver lo obvio: que el hacedor del hundimiento no reside en Mérida, sino en La Moncloa.

Se da tan por hecha la caída socialista que la campaña ha sido, en buena parte, ajena a sus cosas para centrarse en la lucha entre el PP y Vox por hacerse con los restos del naufragio sanchista. Abascal ha asumido el reto en primera persona, sabedor, quizá mejor que nadie, de la importancia crucial de Extremadura para el maratón electoral que comienza este domingo. Atacó a María Guardiola desde el minuto cero y ha centrado la campaña en situar a Vox como el cambio real frente al bipartidismo. Sencillo y muchas veces visto, pero eficaz. Y los datos le avalan. El 15,7% de la encuesta de hoy sería el tercer mejor dato autonómico de su historia, sólo por detrás de las muy voxeras Murcia y Castilla y León.

Enfrente, el PP ha aceptado el órdago. Guardiola ha desechado la estrategia del avestruz de hacer como si Vox fuera una cosa que no existe y ha entrado al choque. Es difícil encontrar un dirigente popular que se haya enfrentado a Abascal como lo está haciendo ella estos días. Y los datos también le avalan.

Guardiola se dirige a un resultado excepcional que la elevará al selecto club del 40%, un porcentaje de voto de otros tiempos que sólo atesoran otros seis presidentes autonómicos, la mayoría de ellos con mayoría absoluta: Rueda, Ayuso, Moreno, Page, Capellán y López Miras.

Esa mayoría absoluta a ella se le resiste. Le faltan votos y se añade la dificultad propia de Extremadura, que tiene un Parlamento muy grande, de 65 escaños para una población de poco más de un millón de habitantes y con sólo dos circunscripciones, lo que complica alcanzar la meta. En 2011, Monago no lo consiguió con el 46,2% de los votos, bastante por encima del 41,9% actual de Guardiola.

El sanchismo ha hecho su trabajo para hundir al PSOE, qué duda cabe, pero no se deberían menospreciar los méritos de la candidata del PP. La radicalización socialista y el trumpismo de Vox sitúan a los populares de forma natural en el centro político, que es un lugar incómodo para vivir, pero en el que a Guardiola se la ve resuelta, denunciando a diestra y siniestra "la pinza" y "el bloqueo". Ella puede lograr hacer realidad aquí la fantasía del PP: robarle votos suficientes al PSOE (8,9% en este sondeo) sin desangrarse frente a Vox (le cede el 11,2%, pero le quita a su vez el 7,4%).

Faltan seis días para los comicios y nadie quiere hablar del día después, porque pensar en pactos antes de ganar mayorías es un error demasiado reciente como para repetirlo. Pero el fantasma acecha y Sánchez espera en la trinchera de Moncloa cualquier signo de debilidad, guardando la llave de las elecciones generales como su último tesoro.

Fuente original: Leer en El Mundo - España
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