La congresista Marjorie Taylor Greene, durante una conferencia de prensa para discutir el proyecto de ley de Transparencia de los Archivos Epstein. Jonathan Ernst Reuters
EEUU Marjorie Taylor Greene y otras voces del Partido Republicano incitan a la rebelión contra Trump: "Se ha roto el dique"Los desacertados comentarios sobre la muerte del cineasta Rob Reiner junto a la "falta de empatía" respecto de los problemas económicos de los estadounidenses fueron el centro de las críticas de la otrora gran líder del movimiento MAGA.
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Guillermo Ortiz Publicada 18 diciembre 2025 02:44hLas claves nuevo Generado con IA
Marjorie Taylor Greene, antes acérrima defensora de Trump, se ha convertido en una de las voces más críticas dentro del Partido Republicano contra el expresidente.
Greene y otros republicanos han cuestionado la falta de atención de Trump a los problemas domésticos y su comportamiento tras el asesinato del cineasta Rob Reiner, calificando sus declaraciones como inapropiadas.
La oposición interna en el Partido Republicano crece, alimentada por la preocupación por el estancamiento económico y el temor a malos resultados en las próximas elecciones legislativas.
El clima de tensión y división en el partido se agrava ante las críticas a Trump, tanto por su gestión como por su estilo y salidas de tono públicas.
La congresista republicana Marjorie Taylor Greene está siguiendo el camino opuesto al de la mayoría de sus compañeros de partido.
Taylor Greene fue de las primeras en abrazar el movimiento America First y se convirtió en una de las portavoces más activas en favor de Donald Trump y MAGA. Mientras que los demás, por convicción o por interés político, han ido pasando del odio al outsider al apoyo sin fisuras al dos veces presidente, ella es ahora la voz más discordante: Marjorie Traitor Greene, la llama Trump a menudo, para reírse de ella.
La republicana Marjorie Taylor Greene renuncia al Congreso tras su ruptura con TrumpEn una entrevista con la CNN, Taylor Greene se mostró confiada, sin embargo, en que serían sus posiciones las que acabarían triunfando. En su opinión, ella va unos meses adelantada al resto: "Yo hago una cosa y al poco tiempo, todos los demás están haciéndolo".
Más allá de unos ciertos aires de grandeza que siempre han acompañado al personaje, es cierto que el clima en el Partido Republicano anda algo revuelto estos días. No es que no lo haya estado antes, porque siempre va a haber esa tensión entre el establishment y el populista, pero hay momentos en que se nota más y momentos en que se nota menos.
Trump tiene problemas a ambos lados del espectro político que cubre tradicionalmente el Partido Republicano. Las críticas de Taylor Greene, por ejemplo, tienen que ver con la falta de atención a los problemas domésticos y su "ausencia de empatía" respecto de los problemas de los ciudadanos.
La congresista acusó al presidente de pasar demasiado tiempo con los magnates tecnológicos y con los líderes extranjeros y no pensar lo suficiente en el americano medio que tiene problemas para llenar la cesta de la compra y no encuentra vivienda asequible.
Si Trump no muestra un mayor interés en lo que les pasa a sus votantes, asegura Taylor Greene, al Partido Republicano le irá muy mal en las midterms del año que viene.
Las elecciones legislativas en las que se renueva toda la Cámara de Representantes y parte del Senado siempre han servido de castigo para las administraciones elegidas dos años antes, pero la situación actual de los Republicanos es aún peor de la prevista. Con la tasa de aprobación de Trump en un 42,6%, un suspenso que se extiende al área económica, pocos motivos hay para el optimismo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, este miércoles en la Base Aérea de Dover, Delaware, EE.UU Reuters
La muerte del "trastornado" Rob Reiner
De hecho, en 2018, después de su primer triunfo en las elecciones presidenciales, se vivió una situación parecida: los demócratas ganaron cuarenta escaños en la Cámara de Representantes, lo que les dio el control de la misma, y lograron hasta seis gubernaturas en estados que tenían a un republicano en el poder.
Al menos, eso sí, Trump retuvo el Senado… aunque lo perdería en 2020, al igual que la Casa Blanca.
A los problemas económicos, la sensación de desamparo del votante de America First y la errática política internacional, hay que sumarle las formas.
Trump está desatado. Eso puede funcionar con determinado perfil de votante, pero, por un lado, incluso a este le puede cansar, y, por otro lado, el votante republicano siempre ha presumido de ser un votante de "ley y orden" y buenas maneras.
Si los insultos van dirigidos a una periodista de un medio "demócrata", como cuando llamó "Piggy" (“Cerdita”) a Catherine Lucey, de Bloomberg News, se puede mirar a otro lado, pero todo el mundo parece de acuerdo en que su reacción a la muerte de Rob Reiner ha sido desmedida incluso para alguien como él.
Rob Reiner fue asesinado el pasado fin de semana junto a su esposa Michele a manos de su hijo. Reiner fue uno de los directores de cine más aclamados de las décadas de los 80 y los 90, con éxitos como Cuando Harry encontró a Sally, Algunos hombres buenos, La princesa prometida o Cuenta conmigo.
Ya cerca de los ochenta años —su padre, el también cineasta Carl Reiner, vivió hasta los 98—, se había mostrado muy crítico con las políticas de Trump, algo que el presidente no le perdonó ni tras su muerte.
En un muy polémico mensaje en su red social Truth, Trump decía no sentir en absoluto la muerte de Reiner y afirmaba que había fallecido del "Síndrome de Trastorno Mental contra Trump", junto con otras bromas y descalificaciones de muy mal gusto.
"Fue un comentario sin clase, completamente por debajo del cargo que ocupa", afirmó Marjorie Taylor Greene, quien se hizo eco del resto de críticas de otros políticos republicanos para afirmar que "se ha roto el dique" contra Trump y que la cosa va a complicarse aún más para el presidente.
Trump politiza el asesinato de Rob Reiner y su mujer: "Murió por la locura que generó su furiosa obsesión conmigo"No llegan los buenos datos económicos
Y es que han sido varios los republicanos que han mostrado su malestar con las declaraciones de Trump, el mismo Trump que afirmó que detendría a cualquiera que bromeara o hiciera de menos la muerte de Charlie Kirk.
El congresista por Kentucky, Thomas Massie, afirmó: "Independientemente de la opinión que te mereciera Rob Reiner, se trata de un discurso inapropiado e irrespetuoso sobre un hombre que acaba de ser asesinado brutalmente… Supongo que mis colegas del GOP, el vicepresidente y el personal de la Casa Blanca lo pasarán por alto porque ¿tienen miedo? Les reto a que lo defiendan".
En su momento, Reiner había condenado el asesinato de Kirk, en las antípodas de su pensamiento político, con un contundente: "Fue horroroso. Nadie merece morir así".
Aparte de Massie y Greene, también expresaron su crítica a las declaraciones de Trump la congresista por Oklahoma, Stephanie Bice, y el representante por Nueva York, Mike Lawler, entre otros. Está por ver si estas críticas en un asunto políticamente menor —aunque moralmente abyecto— realmente llegarán más lejos, como afirma Taylor Greene.
Lo cierto es que, pese al constante autobombo del presidente, la inflación sigue estancada en el 3% anual, el PIB crece al 2,1%, por debajo de cualquiera de los cuatro años de la Administración Biden, y el desempleo llegó en noviembre al 4,6%, la cifra más alta desde septiembre de 2021, aún en plena recuperación de la pandemia. No parecen los números de una "edad de oro", como Trump insiste en presumir, y, de seguir así, pueden llevar a una "ola azul" en noviembre de 2026.