Mbappé celebró su último gol del 2025 imitando a Cristiano Ronaldo Europa Press
Fútbol Mbappé 'caza' el récord de Cristiano: 59 goles en 2025 que salvan a Xabi y marcan el inicio de su leyenda en el Real MadridEl delantero francés, de penalti, igualó ante el Sevilla el registro de goles del portugués en un año natural con el club blanco.
Más información: Mbappé iguala el récord de goles en un año de Cristiano Ronaldo en la sufrida victoria del Real Madrid ante el Sevilla
Jorge Pacheco Publicada 21 diciembre 2025 02:01hLa noche de este sábado no era una fecha más en el calendario del Santiago Bernabéu. Flotaba en el aire esa electricidad estática que solo precede a los momentos históricos, una vibración que los miles de espectadores del coliseo blanco reconocen instintivamente.
No se jugaba una final, ni siquiera un Clásico, pero el duelo contra el Sevilla cerraba un año natural, el 2025, que ya tiene un lugar reservado en los libros de historia del club. El protagonista, como casi siempre desde que aterrizó en la capita, era Kylian Mbappé. Y el objetivo, una cifra sagrada: el 59.
Durante doce años, el récord de 59 goles en un año natural con la camiseta del Real Madrid establecido por Cristiano Ronaldo en 2013 había permanecido como una cumbre inalcanzable, un Everest estadístico que sobrevivió a la era de la BBC y a la transición posterior.
Misión rescatar a Endrick: tras 99 minutos con Xabi, la cesión al Lyon como liberación para una fuerte apuesta del MadridMbappé llegó a este último partido con 58 dianas en la mochila. A un solo paso de igualar al mito portugués. A dos de superarlo. Lo que estaba en juego no era solo un número, sino la certificación de que la 'era Mbappé' no es una promesa, sino una realidad aplastante.
El año de la consagración
Si 2024 fue el año del aterrizaje -con dudas de por medio-, 2025 ha sido el de la explosión. Bajo la batuta de Xabi Alonso, el sistema del Real Madrid ha girado gravitacionalmente en torno al francés, y este ha respondido con una voracidad que asusta.
"Le animo a empezar igual el 2026", diría Xabi Alonso en el post-partido de este sábado, consciente de que su estrella acababa de haber devorado la historia.
Kylian Mbappé, anunciado en el videomarcador 360 del Santiago Bernabéu AFP7 / Europa Press
Más allá del récord, este año marca el inicio real de su leyenda blanca. Ha sido el año de la rutina de lo extraordinario. Goles en Liga, exhibiciones en Champions -inolvidable aquel póker contra el Olympiacos- y una regularidad que ha sostenido al equipo en los momentos de duda.
Mbappé ha dejado de ser el fichaje galáctico para convertirse en el dueño del equipo.
Dos depredadores, dos estilos
Comparar el 2013 de Cristiano con el 2025 de Mbappé es un ejercicio fascinante de contrastes estilísticos. Ambos llegaron a cifras estratosféricas, pero por caminos distintos.
Como muestra el gráfico, el Cristiano de 2013 era un rematador total, una fuerza de la naturaleza capaz de dominar el espacio aéreo como nadie. De sus 59 goles, 11 fueron de cabeza, un recurso que Mbappé apenas explota (su juego aéreo es casi testimonial en la estadística). El portugués también castigaba más desde la larga distancia y el libre directo (4 goles de falta frente al único de Kylian).
Mbappé, en cambio, es el triunfo de la precisión y la velocidad. Su 2025 se ha cimentado en un dominio abrumador de su pierna derecha (29 goles, la mitad de su producción) y en una efectividad clínica desde el punto de penalti (13 goles, cuatro más de los que anotó el portugués aquel año).
Cristiano Ronaldo, en 2013 con el Real Madrid: ese año metió 59 goles de blanco EFE
Mientras Cristiano era un martillo pilón que te remataba un centro lateral o te fusilaba desde 30 metros, Mbappé es un bisturí que aparece en el área tras una conducción vertiginosa o un desmarque de ruptura.
Son dos formas diferentes de tiranizar a las defensas: el portugués te ganaba por potencia y omnipresencia; el francés te mata por aceleración y definición.
El mapa del tesoro
La distribución de los goles de Kylian en 2025 revela también su impacto en todas las competiciones. No ha habido torneo 'menor' para él.
La Liga ha sido su coto de caza principal, pero su producción en la Champions League y en la Copa del Rey ha sido vital. No 'descansa' en los partidos grandes.
Y si miramos el cronómetro, su letalidad tiene momentos preferidos.
El francés tiende a golpear en tramos psicológicos: el inicio de las segundas partes (minutos 45-60) y, sobre todo, el tramo final del primer tiempo. A diferencia de otros goleadores que engordan sus cifras en los minutos de la basura (90+), Mbappé suele abrir la lata o sentenciar cuando el partido aún está vivo.
El rugido del 59
Y entonces llegó el momento. El Sevilla, un rival que siempre se le atraganta al Madrid, planteó un partido rocoso, intentando negar los espacios. Pero contra la historia no se puede defender. Corría el minuto 86 cuando Mbappémarcó de penalti. El Bernabéu estalló no solo por el gol, sino por lo que significaba.
Con ese tanto, el contador se detuvo en 59. Doce años después, Kylian Mbappé miraba a los ojos a Cristiano Ronaldo. El alumno había alcanzado al maestro. Igualar una marca de 2013 en el fútbol moderno, mucho más físico y táctico, tiene un mérito colosal.
Al final del encuentro, con el balón bajo el brazo, Mbappé no solo se llevaba los tres puntos, sino la certeza de que su nombre ya está grabado en oro junto al del mito más grande del club. "Quiero más", pareció decir su gesto al celebrar imitando el gesto de su ídolo. La leyenda ha comenzado.