El extenista y entrenador reflexiona en Infobae sobre su carrera, la competición y la gestión emocional
- ANDRÉS GARCÍA
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Telegram
- Compartir en Whatsapp
- Compartir por Mail
Tras retirarse del tenis a los 23 años, Pepe Imaz emprendió un nuevo rumbo como coach de bienestar emocional y mental para deportistas. Se le conoce por su trabajo en la escuela Amor&Paz y por acompañar a Novak Djokovic desde hace más de 10 años. Ahora ha concedido una entrevista a Infobae en la que repasa su trayectoria vital.
Desde niño convivió con la presión y con unas expectativas que le acompañaron hasta los 18 años. “Me estaba cayendo en un pozo muy oscuro”, recuerda. La bulimia apareció entonces como una vía de autodestrucción. “Intentaba acabar conmigo mismo a través de la comida”. Fue ahí cuando entendió que el problema no era el tenis.
"Yo quería ganar para que me amaran, para que me respetaran. Sufría porque no conseguía lo que yo quería, o lo que los demás decían que estaba capacitado para conseguir. Llega un momento en el que ya no quieres vivir”, afirma.
Antes me juzgaba en cada golpe; empecé a repetirme ‘me amo’ y a hablarme con respeto
Pepe Imaz
Con 18 años decidió pedir ayuda. Primero en los libros, después en profesionales. “Lo viví todo a escondidas, con miedo a que se supiera. Me sentía un fracasado”. A base de lectura, reflexión y trabajo personal, llegó a una conclusión clave: “Lo que estaba buscando era amor”.
A partir de ahí, cambió su forma de afrontar cada partido. “Antes me juzgaba en cada golpe. Empecé a repetirme ‘me amo’ y a hablarme con respeto Cuando dejé de necesitar ganar para sentirme válido, empecé a jugar mejor”.
Los éxitos también le hicieron mella. “Cuanto más ganaba, más recibía ese falso amor. Y me di cuenta de que no estaba preparado para vivir en ese teatro”. señala. Así, en el mejor momento de su carrera, con 23 años, colgó la raqueta.
“Nunca pensé en entrenar a nadie”, asegura. Fueron varios jóvenes los que le pidieron ayuda. Aceptó y empezó a compartir todo lo que había aprendido, mezclando tenis y gestión emocional. Un enfoque poco habitual y muy criticado. “Era juzgado —y lo sigo siendo— por hablar de amor en un deporte de competición. Para muchos era algo raro”.
En ese contexto llegó Marko Djokovic a Marbella, recomendado por uno de los jugadores que entrenaba Imaz. El cambio fue inmediato, sobre todo a nivel emocional. Viendo la evolución de su hermano, Novak Djokovic quiso conocer a ese entrenador del que tanto hablaban y se trasladó a Montecarlo. “Yo no he hecho nada extraordinario con Novak. Sólo compartí cosas que a mí me habían ayudado”.
Yo no he hecho nada extraordinario con Djokovic; sólo compartí cosas que a mí me habían ayudado
Pepe Imaz
Pepe Imaz trabajó con Djokovic la parte emocional, el ser y el cuerpo físico. “El trabajo lo hizo él. Novak es un ser humano excepcional, con unas ganas de aprender y crecer impresionantes y una generosidad fuera de lo normal”.
Para Imaz, el factor mental es determinante en el tenis. “No creo que haya ningún jugador que te diga que la mente tiene menos del 70 % de importancia. Yo podía pasar cuatro horas en la pista, pero en cada golpe me hablaba con respeto, no desde el castigo”.
Colabora con la Federación Española de Tenis impartiendo cursos para padres, entrenadores y jugadores sobre la gestión emocional en la competición. También ha volcado su experiencia en un libro. “Me desnudo por completo. Enseño mis carencias, porque también son maravillosas. Y la solución siempre es la misma: amarte, respetarte y aceptarte”.
- 18:11Alcaraz ya tiene el US Open sobre la piel
- 12:50Pepe Imaz, el 'coach' emocional de Djokovic : "Fui juzgado por hablar de amor en un deporte de competición"
- 11:56Nick Kyrgios sobre la 'Batalla de Sexos': "No creo que muchos se hubieran atrevido a jugar este partido"
- 20:34Novak Djokovic, primer premiado con el globe Sports Award
- 20:00Dale a tu cuerpo alegría Sabalenka