El pívot letón de los Hawks vuelve a estar de baja después de que en verano le diagnosticaran un trastorno que le aumenta la frecuencia cardíaca al ponerse de pie y le provoca fatiga
Kristaps Porzingis celebra una canasta de los Hawks.- NACHO DUQUE
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Kristaps Porzingis vuelve a estar de baja. Su cuerpo de 2,18 metros le vuelve a enviar señales de que algo no funciona. El pívot de los Hawks, criado en Sevilla, se perderá las próximas dos semanas y se someterá a nuevas pruebas que intenten solucionar o al menos paliar los problemas de salud que arrastra desde la temporada pasada.
Jugando para los Celtics, el gigante letón estaba falto de fuerzas, se cansaba con mucha facilidad. Sufrió lo que se pensaba que era un virus desconocido. “Mi sistema no funciona de la manera que debería. Hay muchas cosas raras", dijo al finalizar una temporada que le resultó frustrante.
Kristaps Porzingis, durante un partido reciente ante los Nuggets.EFEAntes de que comenzara este curso, Porzingis ya pudo poner nombre a lo que le sucedía: le diagnosticaron POTS, siglas inglesas de síndrome de taquicardia ortostática postural. Se trata de un trastorno del sistema nervioso autónomo en el que el cuerpo tiene dificultades para regular adecuadamente la función cardiovascular. Entre otros síntomas provoca un aumento drástico de la frecuencia cardíaca al ponerse de pie, causando fatiga, mareos y palpitaciones. Todo ello, claro, afecta al rendimiento deportivo.
Se trata de una dolencia que no es potencialmente mortal, pero sí es grave, requiere una gran atención y cambios en el estilo de vida. Porzingis y los doctores que le tratan encontraron soluciones para poder controlar la enfermedad y comenzó bien la temporada. Sin embargo, tras haberse perdido siete de los últimos ocho encuentros, el pívot de debe parar "debido a una enfermedad reciente", aseguró el periodista Shams Charania. Los Hawks, a los que llegó el verano pasado, van con pies de plomo y priorizan la salud de su jugador para el resto de la temporada.
Sólo tres temporadas por encima de 60 partidos
Además de estos problemas recientes, Porzingis también los ha tenido físicos. En sus nueve temporadas completas en la NBA su tope de partidos son los 72 que jugó como rookie y sólo en tres ha llegado a los 60. En febrero de 2018, sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y se perdió entero el curso 18-19. En las dos últimas campañas en los Celtics ha disputado 99 de los 164 partidos posibles en Liga regular y en la presente 13 de 27.
A lo largo de toda su carrera, Porzingis se ha perdido el 43,6% del total de los partidos de temporada regular. Desgraciadamente, el porcentaje subirá un poco más con esta nueva baja que ojalá sea sólo de dos semanas, como se ha estimado. La salud de un unicornio, como le bautizó Kevin Durant en 2016, es delicada.
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