Reconoce que conoció al exvicepresidente arbitral en 2003, cuando formaba parte de la junta, en una versión que contrasta con la ofrecida por Laporta
Reconoce que conoció al exvicepresidente arbitral en 2003, cuando formaba parte de la junta, en una versión que contrasta con la ofrecida por Laporta.- MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
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Sandro Rosell, expresidente del FC Barcelona entre 2010 y 2014 y miembro de la Junta directiva de Laporta entre 2003 y 2005, reconoció en su declaración como investigado en el Caso Barça Negreira que conoció a José María Enríquez Negreira durante la primera etapa de Joan Laporta al frente del club. Una afirmación relevante por su contraste directo con la versión ofrecida días antes por el actual presidente, que negó haber conocido nunca al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
“Al señor Negreira ya lo conocí en el 2003 cuando entramos en la primera Junta del señor Laporta. Alguien me presentó al señor Negreira como la persona que históricamente que hacía el asesoramiento arbitral del club”. Con esa frase, extraída de su declaración, a la que ha tenido acceso y ha compartido Ramón Álvarez de Mon en su canal de Youtube, Rosell sitúa el conocimiento de Negreira en el inicio del primer mandato de Laporta, en un contexto que describe como institucional y heredado.
En su relato, Rosell enmarca la figura de Negreira dentro del funcionamiento ordinario del club en aquellos años. No habla de una relación personal ni de decisiones propias, sino de una estructura que ya existía. La presentación de Negreira, según su versión, se produjo como parte de una dinámica asumida por la junta entrante.
“Del 2003 al 2005 lo vi alguna vez por el estadio haciendo sus informes y asesorando arbitralmente al club”, explicó Rosell, subrayando una presencia esporádica y funcional. El expresidente añadió una apreciación práctica sobre ese trabajo: “pero creo que muchas veces no venía porque, obviamente, si hace un asesoramiento arbitral es mejor hacerlo por la tele porque así ves las repeticiones y ser más preciso en tus asesoramientos e informes”.
Rosell también delimitó con claridad el marco temporal de ese contacto. “Cuando en 2005 dimití no lo volví a ver hasta 2010”, afirmó, estableciendo un corte claro entre su salida de la junta y el siguiente encuentro con Negreira, ya en un contexto distinto.
Ese reencuentro llegó cuando Rosell regresó al club como presidente, tras ganar las elecciones. “Cuando ganamos las elecciones heredamos este contrato y unos 100 contratos más”, señaló, reforzando la idea de continuidad administrativa y de una herencia contractual que no se originó en su mandato.
La declaración de Rosell aporta así una pieza más al relato judicial del caso: reconoce el conocimiento y la presencia de Negreira en el club durante la primera etapa de Laporta, pero lo hace desde una descripción técnica y cronológica, sin entrar en valoraciones ni juicios sobre la naturaleza de ese vínculo.
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