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Las concejalas socialistas a la derecha, separadas de sus compañeros de filas, sentados en una bancada de tres asientos, en la que el del líder local, Antonio Navarro, ha estado sin ocupante. SUR Ruptura total en el PSOE de Torremolinos: las concejalas piden alejarse de Antonio Navarro en el plenoEl líder del partido, apartado por un presunto caso de acoso, se ha ausentado por motivos de salud
Torremolinos
Martes, 23 de diciembre 2025, 16:06
... tras la denuncia presentada por una afiliada por un presunto acoso sexual, ha estado vacío durante la celebración del pleno del municipio torremolinense.Elocuente imagen
La imagen, en el caso de Torremolinos, ha sido muy elocuente, sobre todo, porque las dos concejalas del grupo del partido del puño y la rosa, Maribel Tocón y Nieves Rosales, habían solicitado expresamente que se separaran sus escaños de los del resto de la representación municipal socialista, es decir, Jorge Padilla y José Muñoz, más Navarro, que no se encontraba.
De este modo, el PP, que gobierna con una holgada mayoría absoluta de 17 ediles en la ciudad costasoleña tenía enfrente a una oposición dividida en cuatro, aunque sean tres partidos los que la ejercen: las mujeres del PSOE, con los dos representantes de VOX, Francisco José Garrido y José Antonio Garrido, a la espalda, y los hombres del PSOE, con David Tejeiro, de IU-Podemos, detrás.
La reconfiguración de los asientos de los corporativos y corporativas de Torremolinos, consecuencia de la denuncia contra Navarro, que investiga la Fiscalía, también tiene vínculos con unas acusaciones de machismo hacia el mismo político que vienen de meses atrás.
Maribel Tocón y Nieves Rosales ya denunciaron la ruptura de la paridad en la asignación de cargos institucionales del Ayuntamiento, al haber asumido Antonio Navarro, Jorge Padilla y José Muñoz todos los posibles: portavocías, delegaciones y representaciones en las comisiones de Hacienda y Ciudadanía.
De hecho, Rosales y Tocón también habían dimitido previamente de sus responsabilidades en la ejecutiva local y, anteriormente, Aída Blanes, que llegó a ser concejala de gobierno, ni siquiera recogió su acta de concejal, también por discrepancias con Navarro.
A esto se suma una denuncia interna por presunto «mobbing» presentada por la secretaria del grupo municipal. La trabajadora envió un escrito al secretario general provincial y al secretario de Organización en el que afirmó sufrir una situación de aislamiento laboral, falta de tareas asignadas, silencios continuados y obstáculos para desempeñar su puesto desde finales de abril, coincidiendo con el relevo en la Ejecutiva local, a la que accedió Navarro como secretario general.
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