Todos en pie. Aplausos, móviles grabando. Pedro Sánchez entra en el Complejo Cultura de San Francisco en Cáceres. "Quisiera que mi voz fuera tan fuerte/ que a veces retumbara la montaña/ y escucharais, la mente social-adormecida". Suena la canción Ama, ama, ama y ensancha el alma de Extremoduro. Quizás un mensaje entre líneas. El presidente del Gobierno y secretario general socialista quiere alzar su voz, pero queda opacada por los escándalos de corrupción y acoso sexual que asolan el partido. En plena tormenta, con una crisis como pocas que lleva al Ejecutivo a vivir un momento crítico, los socialistas tratan de marcar distancia "con los puteros y machistas", además de los corruptos. Sánchez, ante unas elecciones en Extremadura que prevén un pésimo resultado para su formación, busca insuflar ánimos a los suyos presentándose como el abanderado del feminismo y la transparencia.
"Habremos cometido errores, como todos (...) pero actuamos con contundencia", ha expuesto Sánchez en el acto central de la campaña extremeña y tras una de las semanas más difíciles para el Ejecutivo, en la que hasta sus socios ponen en cuestión que todo pueda seguir igual sin acometer cambios y decisiones profundas. Golpeadas dos de las palancas principales del Ejecutivo, el feminismo y la lucha contra la corrupción, el líder socialista intenta un ejercicio de pedagogía para rescatar todo lo que hace su gabinete y que queda enterrado por la sucesión de investigaciones judiciales y policiales, así como por las denuncias de acoso sexual a cargos del partido. Subida de las pensiones, del salario mínimo, inversión en educación, defensa de la sanidad pública...
Pero la situación convulsa del PSOE queda en evidencia. Y el temor de los candidatos y cargos medios e intermedios es latente y manifiesto. Miedo a ser arrollados por los escándalos. El termómetro de Extremadura, donde ya de por sí la campaña transita hacia unos resultados muy malos, afianza ese estado de ánimo. Los cargos autonómicos mostraron mucha mas distancia y censura que Sánchez. Poner tierra de por medio.
Los cargos marcan distancia
"Harta de esos mediocres misóginos a los que les molestan nuestras voces. Cansada de tutelas y acosos, de desprecios. Pero, compañeras, ese cansancio no es fatiga porque no vamos a caer en el desaliento", fue el mensaje de Belén Fernández, secretaria general del psoe de Cáceres. "Hemos vivido situaciones que nos han avergonzado a todos. En nuestro partido no caben los que dicen que son compañeros, pero que son puteros y abusadores. No caben, claro que no", expuso Miguel Ángel Gallardo, candidato socialista a la Junta de Extremadura.
"Tú me dejaste de querer cuando te necesitaba/ cuando más falta hacía/ tú me diste la espalda (vaya)". Tú me dejaste de querer de C. Tangana es otra de las canciones de la playlist socialista que amenizó la espera del mitin. Quizás otro mensaje. Esta vez para las mujeres, para el voto femenino, uno de los principales sostenes del PSOE -sin su respaldo masivo, Sánchez no habría podido gobernar tras los comicios del 23 de julio de 2023- y que ahora está batiéndose en retirada al ver lo que muchos en el PSOE describen como "un problema de coherencia" entre lo que se dice y cómo se actúa. Sánchez trata de taponer esa vía de agua importante, presentándose como baluarte de las conquistas de las mujeres.
Sánchez defiende seguir gobernando
"Tenemos que recordar lo importante: todos los derechos y libertades de las mujeres han venido de la mano de las mujeres y el PSOE. Todos ellos". Pese a que Ferraz reconoce errores y fallos en el protocolo contra el acoso, Sánchez presume de que su partido, al menos, cuenta con él y desliza las sospechas de qué podrá suceder en otros partidos o si lo tienen o no. "Necesitamos que señaléis y denunciéis a esos acosadores, abusadores y puteros. Cuando decimos que somos feministas porque somos socialistas no es un eslogan. Exige responsabilidad y acción. Os queremos con nosotras en esa lucha", ha instado Fernández, poniendo voz al sentir de las mujeres, pero también los hombres del partido.
Ante este panorama complicado, uno de los momentos más difíciles para Sánchez desde que llegó a La Moncloa, el presidente del Gobierno mantiene su "hoja de ruta", intentado trasladar que el barco sigue a flote en medio de la tormenta.Como ha dejado frente a las presiones incluso de Sumar -que exige una profunda remodelación del Ejecutivo- sigue sumido en un día a día de "normalidad". No piensa en echarse a un lado o convocar elecciones, al menos por ahora. "Gobernar es un honor y más en un momento como éste. Porque gobernar es dar la cara, estar a las duras y las maduras. Afrontar los problemas y dar soluciones. Por supuesto que merece la pena gobernar. A los españoles les renta este gobierno".