Tuesday, 16 de December de 2025
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Si el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia

Si el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia
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Ucrania, ese laboratorio bélico del presente y futuro, fue pionera en el uso de los drones y en la creación de una industria inédita entorno al uso de estos cuadricópteros como elementos clave del frente. Así vimos a drones nodriza enviando a drones para aniquilar otros drones. En Ucrania también, acaba de tener lugar otro hito sin precedentes. Con drones, pero esta vez bajo el mar. Un antes y un después. Ucrania asegura haber ejecutado el primer ataque de combate exitoso de la historia con un dron submarino contra un buque de guerra, concretamente un submarino ruso de la clase Improved Kilo atracado en el puerto de Novorossiysk, uno de los principales refugios actuales de la Flota rusa del mar Negro.  Según el Servicio de Seguridad de Ucrania, el ataque fue realizado con un vehículo submarino no tripulado conocido como Sub Sea Baby, capaz de navegar bajo el agua hasta un puerto densamente protegido y golpear un objetivo concreto sin ser detectado, algo que, de confirmarse, supondría un salto cualitativo en la guerra naval moderna.  En Xataka Los nacidos entre 1950 y 1970 tienen una ventaja psicológica sobre las demás generaciones: están entrando en su "peak" Las imágenes. El vídeo difundido por Kiev muestra una explosión junto al submarino mientras permanece amarrado, lo que indicaría que el dron logró atravesar las defensas del puerto y alcanzar una de las plataformas más valiosas del arsenal ruso, valorada en unos 400 millones de dólares y equipada con lanzadores de misiles de crucero Kalibr utilizados de forma recurrente contra ciudades ucranianas. Golpe al corazón de la flora rusa. El submarino atacado pertenece a una de las clases más silenciosas y difíciles de detectar de la Marina rusa cuando opera sumergida y en modo batería, y forma parte de un reducido grupo de seis unidades asignadas a la Flota del mar Negro antes de la guerra. Fuentes cercanas al ámbito militar ruso apuntan a que el impacto se habría producido cerca de la popa, dañando timones y hélice, componentes críticos que, incluso sin perforar el casco, podrían dejar el submarino fuera de servicio durante largos periodos.  Si el daño es tan grave como afirma Kiev, Rusia se quedaría con solo cuatro submarinos Kilo operativos en la zona, reduciendo de forma significativa su capacidad de lanzar ataques con misiles desde el mar y reforzando la estrategia ucraniana de golpear plataformas de lanzamiento en lugar de interceptar proyectiles individuales. La retirada forzosa. Este ataque no se entiende sin el contexto de la campaña naval ucraniana iniciada en 2023, basada casi por completo en sistemas no tripulados. El uso masivo de drones de superficie cargados de explosivos permitió a Ucrania dañar o neutralizar aproximadamente un tercio de la Flota rusa del mar Negro y forzó a Moscú a retirar muchos de sus buques desde la ocupada Sebastopol hasta Novorossiysk, en territorio ruso, considerado hasta ahora un refugio relativamente seguro.  Submarinos como el Rostov-on-Don ya habían sido atacados en puerto en anteriores ocasiones, pero el empleo de un dron submarino amplía de forma dramática el abanico de amenazas, al permitir sortear redes, barreras flotantes y defensas diseñadas específicamente para frenar ataques en superficie. La lógica de la guerra asimétrica. Para Kiev, la apuesta por drones navales, tanto de superficie como submarinos, responde a una lógica de coste y supervivencia. Mientras un submarino ruso cuesta cientos de millones de dólares y años de construcción, un dron naval ucraniano puede fabricarse por entre 250.000 y 300.000 dólares.  Esa asimetría permite a Ucrania compensar su inferioridad numérica y tecnológica frente a Rusia, obligando al Kremlin a invertir enormes recursos defensivos y a vivir en un ciclo constante de adaptación. Cada nueva táctica ucraniana genera contramedidas rusas, que a su vez son neutralizadas por nuevos desarrollos en plazos que oscilan entre semanas y pocos meses, alterando de forma permanente las reglas del combate naval en el mar Negro. En Directo al Paladar Por primera vez en España, un juez declara ilegal que un festival de música prohíba entrar con comida y bebida Una señal de lo que viene. El uso operativo de drones submarinos como armas ofensivas abre un escenario completamente nuevo, no solo para este conflicto, sino para la guerra naval global. Estados Unidos, China y otras potencias llevan años desarrollando UUV para misiones de reconocimiento, colocación de minas o ataques a larga distancia, pero Ucrania podría haber sido el primer país en demostrar su eficacia real en combate.  Si Novorossiysk ya no es un santuario seguro y los submarinos pueden ser atacados incluso en puerto, la postura defensiva rusa tendrá que cambiar de nuevo, extendiendo aún más recursos y protección. Al mismo tiempo, el ataque refuerza la idea de que la guerra en Ucrania se ha convertido en un laboratorio donde conceptos teóricos se prueban a gran escala, anticipando un futuro en el que los puertos, las bases navales y los grandes buques ya no podrán confiar en la profundidad del mar como su última línea de defensa. Imagen | SBU SCREENCAP En Xataka | Ahora sabemos el precio que paga Corea del Norte a Rusia por su submarino nuclear: el trabajo más peligroso de la guerra en Ucrania En Xataka | La guerra de drones en Ucrania es un completo disparate: los manuales que servían hace dos semanas, hoy son una trampa mortal - La noticia Si el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia fue publicada originalmente en Xataka por Miguel Jorge .
Si el vídeo que ha publicado Ucrania es real, acaba de hacer saltar por los aires la guerra naval: un dron submarino ha hecho historia

El uso operativo de drones submarinos como armas ofensivas abre desde este mismo momento un escenario completamente nuevo 

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Miguel Jorge

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Ucrania, ese laboratorio bélico del presente y futuro, fue pionera en el uso de los drones y en la creación de una industria inédita entorno al uso de estos cuadricópteros como elementos clave del frente. Así vimos a drones nodriza enviando a drones para aniquilar otros drones. En Ucrania también, acaba de tener lugar otro hito sin precedentes.

Con drones, pero esta vez bajo el mar.

Un antes y un después. Ucrania asegura haber ejecutado el primer ataque de combate exitoso de la historia con un dron submarino contra un buque de guerra, concretamente un submarino ruso de la clase Improved Kilo atracado en el puerto de Novorossiysk, uno de los principales refugios actuales de la Flota rusa del mar Negro. 

Según el Servicio de Seguridad de Ucrania, el ataque fue realizado con un vehículo submarino no tripulado conocido como Sub Sea Baby, capaz de navegar bajo el agua hasta un puerto densamente protegido y golpear un objetivo concreto sin ser detectado, algo que, de confirmarse, supondría un salto cualitativo en la guerra naval moderna. 

En XatakaLos nacidos entre 1950 y 1970 tienen una ventaja psicológica sobre las demás generaciones: están entrando en su "peak"

Las imágenes. El vídeo difundido por Kiev muestra una explosión junto al submarino mientras permanece amarrado, lo que indicaría que el dron logró atravesar las defensas del puerto y alcanzar una de las plataformas más valiosas del arsenal ruso, valorada en unos 400 millones de dólares y equipada con lanzadores de misiles de crucero Kalibr utilizados de forma recurrente contra ciudades ucranianas.

Golpe al corazón de la flora rusa. El submarino atacado pertenece a una de las clases más silenciosas y difíciles de detectar de la Marina rusa cuando opera sumergida y en modo batería, y forma parte de un reducido grupo de seis unidades asignadas a la Flota del mar Negro antes de la guerra. Fuentes cercanas al ámbito militar ruso apuntan a que el impacto se habría producido cerca de la popa, dañando timones y hélice, componentes críticos que, incluso sin perforar el casco, podrían dejar el submarino fuera de servicio durante largos periodos. 

Si el daño es tan grave como afirma Kiev, Rusia se quedaría con solo cuatro submarinos Kilo operativos en la zona, reduciendo de forma significativa su capacidad de lanzar ataques con misiles desde el mar y reforzando la estrategia ucraniana de golpear plataformas de lanzamiento en lugar de interceptar proyectiles individuales.

La retirada forzosa. Este ataque no se entiende sin el contexto de la campaña naval ucraniana iniciada en 2023, basada casi por completo en sistemas no tripulados. El uso masivo de drones de superficie cargados de explosivos permitió a Ucrania dañar o neutralizar aproximadamente un tercio de la Flota rusa del mar Negro y forzó a Moscú a retirar muchos de sus buques desde la ocupada Sebastopol hasta Novorossiysk, en territorio ruso, considerado hasta ahora un refugio relativamente seguro. 

Submarinos como el Rostov-on-Don ya habían sido atacados en puerto en anteriores ocasiones, pero el empleo de un dron submarino amplía de forma dramática el abanico de amenazas, al permitir sortear redes, barreras flotantes y defensas diseñadas específicamente para frenar ataques en superficie.

La lógica de la guerra asimétrica. Para Kiev, la apuesta por drones navales, tanto de superficie como submarinos, responde a una lógica de coste y supervivencia. Mientras un submarino ruso cuesta cientos de millones de dólares y años de construcción, un dron naval ucraniano puede fabricarse por entre 250.000 y 300.000 dólares

Esa asimetría permite a Ucrania compensar su inferioridad numérica y tecnológica frente a Rusia, obligando al Kremlin a invertir enormes recursos defensivos y a vivir en un ciclo constante de adaptación. Cada nueva táctica ucraniana genera contramedidas rusas, que a su vez son neutralizadas por nuevos desarrollos en plazos que oscilan entre semanas y pocos meses, alterando de forma permanente las reglas del combate naval en el mar Negro.

En Directo al PaladarPor primera vez en España, un juez declara ilegal que un festival de música prohíba entrar con comida y bebida

Una señal de lo que viene. El uso operativo de drones submarinos como armas ofensivas abre un escenario completamente nuevo, no solo para este conflicto, sino para la guerra naval global. Estados Unidos, China y otras potencias llevan años desarrollando UUV para misiones de reconocimiento, colocación de minas o ataques a larga distancia, pero Ucrania podría haber sido el primer país en demostrar su eficacia real en combate. 

Si Novorossiysk ya no es un santuario seguro y los submarinos pueden ser atacados incluso en puerto, la postura defensiva rusa tendrá que cambiar de nuevo, extendiendo aún más recursos y protección. Al mismo tiempo, el ataque refuerza la idea de que la guerra en Ucrania se ha convertido en un laboratorio donde conceptos teóricos se prueban a gran escala, anticipando un futuro en el que los puertos, las bases navales y los grandes buques ya no podrán confiar en la profundidad del mar como su última línea de defensa.

Imagen | SBU SCREENCAP

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Fuente original: Leer en Xataka
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