El ataque a la comunidad judía en Sídney urge a los gobiernos de todo el mundo a colaborar en la prevención de los crímenes de odio
Lunes, 15 de diciembre 2025, 01:00
... conmemoración de la Festividad de Janucá, una fecha señalada del calendario judío que celebra la luz y la esperanza. Veinte eternos minutos de tiroteo contra el millar de reunidos en la playa Bondi de la ciudad australiana acabaron con vidas y sueños. Entre las víctimas mortales identificadas se cuentan un menor, el rabino Eli Schlanger y un superviviente ucraniano del Holocausto.Las fuerzas de seguridad descubrieron además un vehículo con explosivos, posiblemente dispuesto para complicar la acción de los servicios de emergencia y multiplicar el caos que se apoderó de la zona, con cientos de personas que corrían para salvar la vida. La investigación debe confirmar la identificación de los terroristas, uno muerto y otro herido de gravedad, y la existencia de posibles cómplices de un ataque a los judíos y a toda Australia, a sus valores y al derecho de los ciudadanos a reunirse y vivir sin miedo. La respuesta policial, tardía según consideraron algunos supervivientes, tendrá que ser igualmente objeto de análisis.
En la reacción de dolor y solidaridad con las víctimas por parte de la comunidad internacional destaca la prisa de Israel en censurar al primer ministro australiano y relacionar el atentado en la playa Bondi con su decisión de reconocer el Estado palestino. La acusación a Anthony Albanese de «guardar silencio frente al antisemitismo» pretende ignorar que Camberra expulsó en agosto al embajador iraní después de que la Inteligencia del país vinculara a Teherán con dos ataques antijudíos. Cuando resulta imprescindible la colaboración leal entre todos los gobiernos para erradicar los crímenes de odio, tan agria crítica no lleva a olvidar que Tel Aviv ni siquiera permite una investigación pública de su propia brecha de seguridad en los ataques de Hamás el 7-0, que los terroristas de Sidney habrían pretendido emular.
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