Para los casos dudosos, las plataformas pueden recurrir a herramientas de estimación de la edad basadas en inteligencia artificial que analizan los rasgos faciales a través de selfies en video. Meta utiliza Yoti, un sistema británico que ya se usa en el Reino Unido, Francia y también en Italia. Snapchat se basa en dos sistemas: ConnectID, que verifica la identidad a través de datos bancarios, y K-ID, que combina el escaneado del DNI con el escaneado facial. De hecho, la ley exige que se evite el uso exclusivo del DNI para la verificación porque ello implicaría la recogida y almacenamiento de muchos datos personales sensibles; el objetivo es limitar al máximo la información tratada, verificando solamente lo necesario, como la edad. Según The Conversation, las plataformas también tendrán que establecer sistemas para impugnar posibles errores y ofrecer a los usuarios la posibilidad de elegir métodos de verificación.
Las dudas sobre la eficacia del sistema eran y siguen siendo generalizadas. La última encuesta a gran escala publicada el año pasado por uno de los principales periódicos australianos, el Sydney Morning Herald indicaba que, aunque el 70% de los australianos apoya la prohibición, hasta el 58% no cree que funcione realmente. En un reportaje reciente, el mismo periódico informaba sobre los jóvenes que ya están reduciendo su uso de las redes sociales en vísperas de la entrada en vigor de las restricciones. Aunque alrededor de un tercio de los padres ya han declarado su intención de ayudar a sus hijos a eludir las restricciones. Las tecnologías de estimación de la edad también tienen dificultades para identificar correctamente los casos límite: los jóvenes de 15 y 17 años tienen rasgos faciales muy parecidos, y los márgenes de error pueden ser significativos. El Comisario de eSafety admitió que ninguna solución será eficaz al 100% de inmediato y que el sistema tendrá que perfeccionarse con el tiempo.
WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.