Tomas Gómez, exsecretario general del PSM, durante su entrevista con EL ESPAÑOL. Cristina Villarino
Política Tomás Gómez: "Pedro Sánchez pasará a la historia como el Bettino Craxi español. No descarto que huya del país""El votante de derechas, si realmente quiere que Sánchez se vaya, tiene que dejar de dividir el voto".
"Pedro Sánchez va a dejar tierra quemada y ha destrozado la historia del PSOE".
"Sánchez sigue siendo el mismo que hace 35 años, cuando le conocí: un joven ambicioso, sin escrúpulos y muy laxo moralmente".
Rubén Fernández Publicada 14 diciembre 2025 03:31hLas claves nuevo Generado con IA
Tomás Gómez acusa a Pedro Sánchez de destruir la historia del PSOE por su ambición personal y de dinamitar los límites tradicionales del partido.
Gómez compara a Sánchez con Bettino Craxi y no descarta que el presidente acabe huyendo del país ante el avance de investigaciones judiciales.
El exlíder socialista critica la estrategia de Sánchez de polarización y control interno del partido, y denuncia que muchos dirigentes socialistas han perdido la paciencia.
Gómez señala que el PSOE ha abandonado la socialdemocracia para adoptar el populismo, y lamenta la falta de debate y control interno en la formación.
Una de las primeras decisiones orgánicas de calado que tomó Pedro Sánchez tras llegar a la Secretaría General del PSOE fue la destitución del entonces líder del partido en la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez.
Un movimiento brusco, inesperado y cargado de simbolismo político, que marcó desde el inicio el estilo del nuevo liderazgo en Ferraz.
La dirección federal justificó la medida alegando que “la imagen del partido se estaba deteriorando” a raíz de una investigación judicial sobre los presuntos sobrecostes del tranvía de Parla, una infraestructura impulsada durante la etapa de Gómez como alcalde de esta localidad del sur de Madrid.
La Justicia, sin embargo, no tardó en archivar la causa. Pero para entonces el daño político ya estaba hecho. Sánchez no esperó ni unas horas para consumar el relevo: ordenó que unos cerrajeros cambiasen la cerradura del despacho de Gómez en la sede del PSM.
Dentro quedó un detalle casi íntimo y revelador: una miniatura de una Vespa, su objeto de colección favorito.
Tomás Gómez no era un dirigente cualquiera. Había sido compañero de filas de Pedro Sánchez en la federación madrileña, donde ambos militaron desde Juventudes Socialistas. Se conocían desde hacía más de veinticinco años. El líder territorial que mejor lo conocía.
Diez años después de aquella escena, Gómez ha rehecho su vida lejos del foco político. Se dedica a la docencia universitaria como profesor de Economía, una labor que compagina con el ejercicio de la abogacía.
Ahora, apartado de la primera línea, nos recibe en un despacho.
A usted, Sánchez le destituyó sin ninguna imputación, sólo por una investigación en unos sobrecostes en el tranvía de Parla, que luego se archivó. Le cortó la cabeza, por así decirlo, para exhibir regeneración y limpieza. Esta semana estamos asistiendo a un carrusel de detenciones y de registros pero nadie dimite. ¿Cómo se siente?
El tiempo pone las cosas en su sitio. Pedro Sánchez no ha cambiado, sigue siendo el mismo de hace diez años, cuando me cortó la cabeza o provocó mi muerte política.
Es el mismo de hace 35 años, cuando le conocí. Era un joven ambicioso, sin escrúpulos y muy laxo moralmente.
Para él lo importante son sus objetivos personales, su ambición personal. Todo lo que tenga que hacer para conseguirlo, está justificado.
Evidentemente, el tiempo pone las cosas en su sitio con aquel asunto del tranvía que fue la excusa para eliminarme de la Federación Socialista Madrileña y de la candidatura a la Comunidad de Madrid.
Nunca hubo una imputación. Archivado todo por la Justicia.
Cero en términos judiciales, pero Sánchez lo utilizó para romper una mayoría en el PSOE federal que lo articulaba fundamentalmente Andalucía, de la mano de Susana Díaz; Valencia, con Ximo Puig, y yo mismo.
¿Por qué? Porque a los pocos meses de llegar Pedro Sánchez a la Secretaría general sabíamos que estaba negociando con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con los independentistas y que lo que quería era el poder en Moncloa por encima de todo.
A Pedro Sánchez, gobernar no le interesa. Sólo le interesa el poder, y hay líneas rojas.
Las que teníamos en ese momento eran: tú no puedes montar un gobierno de coalición con el populismo de Podemos. Otra línea: no puedes pactar con los independentistas.
Pedro Sánchez ha dinamitado cualquier tipo de límite por su ambición personal.
Y al dinamitar todas estas líneas, ¿en qué lugar deja al Partido Socialista y su futuro?
Pedro Sánchez va a dejar tierra quemada. Ha destrozado la historia del Partido Socialista.
Estoy convencido de que no va a tardar mucho en dejar la secretaría general, pero cuando lo haga va a dejar francamente destrozada la organización.
No creo que esto de hoy sea el PSOE. El PSOE acaba en el año 2014.
Pedro Sánchez ha cogido una botella de Coca-Cola, la ha vaciado y la ha llenado con agua con gas.
Muchos votantes están comprando Coca-Cola porque es lo que pone en el envase. Pero esto no es el PSOE. Ahora se están dando varios casos de corrupción, pero me preocupa más la corrupción política que la económica porque la primera no está sujeta a investigación judicial.
Corrupción política es que, por siete votos, hagan una ley de amnistía que significa arrodillar al Estado español y pedir perdón a unos señores que fueron contra el Estado.
Corrupción política es decir: “No convoco elecciones, porque las perdería”. Corrupción política es mantenerse en el Gobierno sin Presupuestos Generales del Estado y sin hacer política fiscal.
Corrupción política es utilizar el Consejo de Ministros para ver si se le pasa el enfado a Puigdemont. A mí me parece gravísimo.
Las tres cuestiones que hacen que Pedro Sánchez tenga que irse son: la corrupción económica, la corrupción política y la ingobernabilidad en la que está sumido el país.
Tomás Gómez, durante la entrevista Cristina Villarino
Sánchez dice que no sabía nada. Sobre Ábalos ha asegurado hace unos días: “Era un gran desconocido a nivel personal”.
Está muy preocupado por cómo pasará a la Historia. Incluso lo ha preguntado alguna vez.
¿Sabe cómo va a pasar Pedro Sánchez a la Historia?
Va a ser el Bettino Craxi de España. Pedro Sánchez va a acabar exactamente igual, por desgracia para el PSOE.
¿Cree que se va a fugar también de España?(Bettino Craxi se fue a Túnez como prófugo de la Justicia para evitar una condena)
Al ritmo de informaciones que vamos conociendo, no es nada impensable ni descabellado plantearse, a día de hoy, una cosa como esa.
El círculo se va estrechando en torno al presidente del Gobierno.
Tras Bettino Craxi y la operación Mani Pulite, el Partido Socialista italiano se hundió. ¿Cree que el PSOE corre un riesgo de desaparición en unos años, como pasó en Italia?
Eso es lo que nos preocupa a los que somos del PSOE: Felipe González, Alfonso Guerra, los que somos de antes de 2014.
Ninguno vamos a volver. Por razones de edad, de desarrollo profesional y porque las segundas partes nunca fueron buenas.
Nuestra preocupación no es nada personal. Nos preocupa porque están matando un proyecto político que hizo que España fuese un país europeo.
Que España fuese una democracia homologable a las democracias europeas.
Un partido que supo navegar junto con otros: la UCD de Suárez, junto con el Partido Comunista de Santiago Carrillo o aquella Alianza Popular de Manuel Fraga.
Todos supieron hacer de este país un sitio mejor, en el que la Guerra Civil y la dictadura fuesen parte del pasado y todos mirásemos al futuro.
Eso es lo que ha dinamitado Pedro Sánchez por una sola razón: porque quiere tener poder. No gobierna, pero quiere el poder.
Y mi pregunta es: ¿Por qué alguien que puede tener tanta ansia de poder, si no puede gobernar desde hace tres años?
Tomás Gómez: “Sánchez pasara a la historia como el Bettino craxi español” Cristina Villarino
Todo esto se ha acelerado mucho en las últimas semanas. Antes, había casi un escándalo a la semana. Ahora salimos a escándalo por día o incluso, como el jueves, hay varios en una tarde (a los registros practicados por la UCO se sumaron varias dimisiones por presunto acoso sexual).
Y todavía arrastramos la condena al Fiscal General, la detención de la 'fontanera' Leire Díez y del expresidente de la SEPI... Pero, pese a todos estos casos, el presidente y los ministros fingen normalidad y dicen que seguirán para mantener su agenda progresista.
¿Alguien puede creer hoy lo que dice este Gobierno y lo que dice Pedro Sánchez?
Todo el mundo sabe que está mintiendo. Él sabe que miente y es plenamente consciente de que, además, nosotros sabemos que miente.
¿Por qué puede permitirse hacerlo? Porque ya lo tiene amortizado.
No creo que haya ningún español, ni entre los votantes de Pedro Sánchez ni entre quienes no le votan, que no tenga claro que su rasgo principal en política es la mentira: mentir de forma permanente sobre todo lo que hace.
Esa imagen no puede quitársela de encima, por mucho que intente demostrar a los españoles que no es alguien que miente; es una batalla que tiene perdida.
¿Qué ha hecho entonces? Asumir que todos sabemos que miente y utilizar la mentira cuando le conviene.
Otra cosa es cómo interpretemos lo que dice. Cuando Sánchez afirma que va a agotar la legislatura de 2027, no tengo ninguna duda: es imposible que la termine.
Es más, al ritmo al que avanzan las cosas, al ritmo al que progresan las investigaciones judiciales y se va cerrando el círculo en torno a la propia figura del presidente, tanto en términos políticos como familiares, no sé si llegaremos a Semana Santa sin que haya convocatoria electoral.
Usted dice que se va cerrando el círculo. Habla de él como un Bettino Craxi. ¿Cree que ha habido un enriquecimiento personal por parte de él o de su entorno?
En este país nos hemos acostumbrado a no respetar al Poder Judicial.
Hay una investigación que no le gusta, Pedro Sánchez ataca los jueces: son de derechas, pertenecen a la fachosfera.
Yo tengo absoluta confianza en que si los jueces están investigando es porque han visto indicios. No tengo ninguna duda de que eso se va a clarificar.
Lo que sí que es evidente y obvio es que hay conductas no éticas. Que la esposa del presidente tenga su desarrollo profesional, nadie puede cuestionarlo, pero que se haga bajo el paraguas de la posición política e institucional que tiene su esposo no sé si es delito, pero éticamente es infumable. Éticamente es inaceptable y mucho más lo debería ser para un líder socialista.
Tomás Gómez, recuerda su época al frente del PSM. Cristina Villarino
Esta semana hemos conocido la sentencia al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Algunos ministros, como Óscar López, que es su sucesor al frente del PSOE-M, la ha criticado y dice que "ni un guión de Hollywood".
El Gobierno construye un relato y lo repite una y otra vez, como si siguiera el manual del ministro de Propaganda Goebbels: repetirlo un millón de veces por si, al final, alguien acaba comprándolo solo de oírlo tanto.
Es muy posible que haya votantes socialistas que, a fuerza de escuchar que existe una conspiración de los jueces con la derecha, terminen pensando: “lo oigo diez veces al día, quizá estos jueces son muy conservadores y se están metiendo en política para que Pedro Sánchez deje de ser presidente”.
Esa es la estrategia.
No entiendo lo de Óscar López, no entiendo lo de Pilar Alegría, lo de Diana Morant, lo de María Jesús Montero.
¿Cómo se puede ser ministro del Gobierno de España, con una obligación institucional con todos los ciudadanos y, en especial, con los gobiernos autonómicos con los que debes entenderte, mientras haces oposición a esos gobiernos autonómicos?
"El Gobierno construye un relato y lo repite una y otra vez, como si siguiera el manual de propaganda de Goebbels"
¿Cómo va a llegar a un acuerdo Óscar López, como ministro, con Isabel Díaz Ayuso si todos los días actúa en Madrid como oposición?
¿Cómo se puede sostener esa esquizofrenia política en la que, por un lado, eres institución y tienes que pactar, y por otro, ejerces una oposición dura y feroz a diario?
Esto no tiene ni pies ni cabeza en términos políticos: Pedro Sánchez no quiere gobernar ninguna comunidad autónoma.
Pero quiere controlar el partido con los secretarios generales.
Controla, con sus ministros que tienen su nómina por decreto y por nombramiento de Pedro Sánchez.
Si hubiese más presidentes autonómicos del PSOE, habría más Emilianos García-Page. Si Page dice lo que quiere es porque no debe nada a nadie más que a sus votantes. Y dice lo que piensa. Y ese señor piensa como un socialista.
Volviendo a la sentencia del jefe del fiscal general del Estado, usted es abogado. ¿Comparte los argumentos de la sentencia?
Yo respeto al Tribunal Supremo porque es el que crea jurisprudencia.
Las fuentes del Derecho son claras. Aparte de la ley y las costumbres, está la jurisprudencia.
Si una Sala del Tribunal Supremo, con una mayoría muy importante, ha dictado esa sentencia, lo mínimo que hay que hacer con un poco de humildad es callarse, asumir la sentencia y pedir perdón por los errores.
María Jesús Montero ahora se desentiende de Víctor Fernández, expresidente de la SEPI, y que fue además su interventor general en la Junta de Andalucía. ¿Se lo cree?
La veo muy estresada, en serio.
María Jesús Montero se está convirtiendo en una caricatura de sí misma.
No sé si para ella merece tanto el precio que está pagando por ser vicepresidenta del Gobierno y candidata a la Junta de Andalucía.
Debe ser algo muy importante para ella, porque desde luego la tarifa que le está cobrando Pedro Sánchez es muy cara.
El jueves el Congreso tumbó el techo de gasto del Gobierno y Junts ya advierte de que votará en contra de los Presupuestos. ¿Se puede estar en el poder con un margen de maniobra tan limitado?
Evidentemente no. Hay una desidia.
No ha presentado los Presupuestos en los últimos tres años.
Oiga, que es su obligación. ¿Que no se lo vota el resto de la Cámara? Bueno, pues eso es otro problema político distinto.
Vamos a ver, ¿usted hace la declaración del IRPF?
No me queda otra.
¿Qué le pasa a usted si se retrasa un día el pago?
Que viene una sanción.
Y que le ponen una serie de recargos porque se salta usted un día del plazo.
Hacienda es implacable en eso y para eso está la norma. La obligación es hacerlo en tal fecha y, si se retrasa un día, le caen todas las sanciones.
¿Sabe quién es la jefa de Hacienda en este país?
La señora que ha incumplido durante tres años su obligación, que además está prescrita en la Constitución, de presentar los Presupuestos Generales del Estado.
Tomás Gómez conversa con EL ESPAÑOL Cristina Villarino
Volviendo a los casos de acoso sexual ¿Estamos ante una revolución feminista en el Partido Socialista?
Sinceramente creo que lo que está ocurriendo es que en el PSOE se ha amortizado a Pedro Sánchez.
Algunos de forma explícita, otros implícita, lo que están diciendo es: yo no voy a hacer nada por Pedro Sánchez, que caiga quien tenga que caer. Ese es el punto de inflexión que se ha visto en los últimos días y que empieza a sorprender a todo el mundo.
¿Y quién lo está dando por amortizado? ¿Todo el partido?
El PSOE siempre ha tenido unos dirigentes, me refiero a los cuadros medios del partido, muy inteligentes.
A nadie se le escapa desde el año 2023 que, en las elecciones municipales y autonómicas, el PSOE recibió una bofetada de sus votantes que no iba a los candidatos a los municipios o a las comunidades. Era una bofetada a Pedro Sánchez.
Es muy difícil que todos los alcaldes de España hayan hecho mal las cosas. Que todos los presidentes autonómicos lo hayan hecho mal.
Sólo resistió Emiliano García-Page. Y ojo, resistió porque era público y notorio que sus tesis eran absolutamente distintas a las de Pedro Sánchez. Su votante supo discernir.
Ahora, vuelve a lo mismo. Pedro Sánchez se resiste a convocar elecciones generales porque quiere que antes sean las municipales para que, otra vez, la bofetada se lo vuelvan a llevar todos estos militantes del PSOE que se presentan en pueblos y ciudadanos.
Pedro Sánchez espera que ahí sea donde se vuelque la rabia en el votante socialista. Para que luego lleguen unos meses después las elecciones generales y la gente diga: ya me descargué, ya me desahogué, pero fíjate, es que Vox gobierna con el PP en no sé qué comunidad y en el ayuntamiento.
Entonces, que ese votante piense: voy a volver a votar con la nariz tapada a Pedro Sánchez.
Esa es la estrategia de Pedro Sánchez: volver a sobrevivir y tener el poder, aunque no gobierne, a costa del trabajo, del esfuerzo de otros.
Y creo que a determinados dirigentes en el partido se le empieza a acabar la paciencia.
¿Cree que el miedo a Vox va a volver a funcionar como en las últimas generales?
No soy de derechas, ni lo seré nunca. Ahora bien, los que se sientan socialistas de verdad, si quieren ser coherentes consigo mismos y con sus posiciones, si quieren ser leales a lo que piensan, lo que tienen que hacer es no votar a Pedro Sánchez.
Y por el otro lado, los votantes de derechas, si realmente lo que quieren es que en España haya un cambio de Gobierno, si realmente creen que Pedro Sánchez está haciendo un daño irreparable a este país, lo que tienen que hacer es anteponer su amor a la patria, su amor al país, los intereses de país y dejar de dividir el voto.
Cada vez que va un voto a Vox, hay un voto en la izquierda que se siente preso para seguir votando a Pedro Sánchez, porque Vox le genera un rechazo tremendo.
¿Y a quién puede votar el votante socialista?
Cada uno que vote a quien quiera. Pero a Pedro Sánchez no.
¿Qué le ha parecido lo de celebrar el año de Franco?
¿Qué celebramos? ¿Que el dictador murió en la cama? Lo que está haciendo aquí Sánchez es intentar darle munición a Vox, para que Vox conteste y le dispare.
Para que cada bando esté: prietas las filas. Eso es lo que consigue con la polarización. Y Vox está encantado. ¿Cuándo le ha ido mejor a Vox que con Pedro Sánchez? Nunca.
¿Volverá el PSOE a la socialdemocracia o los pasos que se han dado ya hacia esta izquierda populista no tienen vuelta atrás?
No tengo ninguna bola de cristal.
Pedro Sánchez es el éxito político del 15M. El hijo del 15M es Pedro Sánchez, no es Pablo Iglesias. ¿Usted recuerda cuando decían “rodeemos el Congreso? ¿Qué dice ahora Sánchez?
Hay que gobernar sin el Poder Legislativo.
Cuando hay una crisis, o cuando hay un apagón. ¿Quién tiene la culpa?
Las eléctricas, la casta.
Eso es. Son las grandes empresas que toman sus decisiones desde sus despachos de altas torres de Madrid.
¿Qué son los jueces para el 15M? Colaboradores de un sistema burgués corrupto.
Pedro Sánchez ha cogido el papel de quién interpreta la voluntad del pueblo.
La pregunta es: ¿Quién interpreta la voluntad del pueblo?
La interpreta el súper líder: "Si votáis ahora os vais a equivocar y vais a votar a la derecha. Y eso es malo para vosotros. Por eso estoy yo, para impedir que votéis ahora y ya os diré cuándo tenéis que hacerlo, cuando considerare que no os vais a equivocar".
Todo esto es populismo. Está en el libro de Ernesto Laclau. Eso es el de PSOE de hoy. Eso es Pedro Sánchez.
O sea, que no ve alternativas a Sánchez a día de hoy, dentro del partido.
Veo muchas alternativas. Gente que no ha tenido responsabilidades, y con perfiles muy valiosos. Pero el PSOE hoy es un partido que ha perdido la cultura de control.
Hubo un tiempo que, en el Comité Federal, sólo se podía intervenir para criticar a la Ejecutiva federal. No se aceptaban intervenciones a favor.
Felipe González se ha llevado guantazos en el Comité.
Ahora, al que se le ocurra, no ir ya en contra, sino cuestionar algo, le pasa como a Luis Tudanca [exsecretario general del PSOE de Castilla y León, defenestrado por Ferraz].
Los han liquidado en cuanto que no han tenido obediencia a Pekín al 100%. Y mire, últimamente, lo de obediencia a Pekín parece que viene muy bien al caso (sonríe).
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