Tres físicos del MIT han llegado a una conclusión matemática sobre Dios: si el universo es cerrado, no cabe un observador externo

En el mundo de la física teórica, los diferentes artículos que se van publicando pueden ser textos áridos, repletos de ecuaciones con integrales interminables. Sin embargo, un reciente artículo ha roto esta norma. Aunque su contenido es rigurosamente técnico, es una pequeña nota de pie de página la que ha capturado la imaginación del público: una referencia directa a las implicaciones teológicas de su descubrimiento matemático.  Un universo sin 'afuera'. Para entender la referencia que se ha hecho a Dios, primero hay que entender la conclusión del documento. Harlow y su equipo abordan el problema de la gravedad cuántica en un universo cerrado. Este, a diferencia de los modelos teóricos habituales que tienen “fronteras”, un universo cerrado no tiene bordes ni un 'exterior' ni nada.  De esta manera, el estudio apunta a que el universo no tiene una inmensa variedad de estados posible. Es un estado único, estático y trivial, por lo que haya ocurrido o lo que ocurrirá estará contenido en una única dimensión.  En Xataka Los países más ateos del planeta están viviendo un boom religioso y no es cristiano: el regreso de los dioses vikingos La aparición de Dios. Es aquí donde entra la frase que ha sacudido las redes, puesto que afirman a que si estamos en un sistema cerrado con un solo estado posible, no hay lugar para un observador externo. Es decir, un Dios.  Esto es algo que choca bastante con la física tradicional y muchas concepciones teológicas y religiosas que apuntan a que hay alguien o algo que está observando el sistema con todos sus cambios. Aunque para los investigadores, estas implicaciones son un ejercicio para el lector. Ellos solo dan su propia conclusión.  El significado. Tal como recogen medios como IFLScience y Knewz, este comentario es un "guiño" humorístico pero profundo. No es que el artículo intente probar o refutar la existencia de una deidad, sino que señala una paradoja estructural.  Lo que apuntan es que si el universo lo contiene todo y su estado es único, no se puede estar "fuera" de él. Algo que choca bastante con la idea teísta clásica de un Dios que existe separado de su creación, pero que la observa desde el exterior. El problema es que para estos científicos no existe el exterior.  Sus opiniones. El físico y divulgador Brian Cox calificó el documento y su atrevido pie de página como "exhilarating" (estimulante), destacando cómo una cuestión puramente matemática sobre espacios de Hilbert termina rozando preguntas que solían ser dominio exclusivo de la metafísica. La paradoja. El artículo en este caso plantea una dicotomía fascinante que algunos filósofos de la física ya están analizando. Lo que plantean es que si el "ojo de Dios" ve el universo, solo van a ver un punto estático sin ningún tipo de cambio. Pero nosotros desde dentro vemos un universo rico, caótico y complejo al experimentar todas sus propiedades.  Los autores resuelven esto matemáticamente mediante teoría de códigos cuánticos y holografía, sugiriendo que la complejidad es una ilusión de la perspectiva interna. Pero el chiste teológico persiste: si Dios es la realidad fundamental, entonces la realidad es increíblemente simple. Somos nosotros quienes la complicamos al observarla desde dentro. Imágenes | Davide Cantelli  En Xataka | La Mano de Dios tratando de alcanzar una galaxia: una imagen impresionante en la que no todo es lo que parece - La noticia Tres físicos del MIT han llegado a una conclusión matemática sobre Dios: si el universo es cerrado, no cabe un observador externo fue publicada originalmente en Xataka por José A. Lizana .