El plan de Estrategia de Seguridad Nacional de EE UU ofrece serias dudas de lo que ocurrirá en el futuro con su relación con los países europeos
FRANCISCO ALDECOA LUZÁRRAGA. PRESIDENTE DEL CONSEJO FEDERAL ESPAÑOL DEL MOVIMIENTO EUROPEO
Sábado, 13 de diciembre 2025, 01:00
... en el que me preguntaba si esta línea de actuación iba a cambiar en los próximos meses y años, o no, que ignoraba el derecho internacional, los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y sus compromisos con Europa. Entendía entonces que, posiblemente, no sería fácil que cambiase en el futuro.Antes de esta última estrategia, veníamos manifestando la importancia del plan de paz de Gaza, anunciado el lunes 29 de septiembre, ya que iba en un sentido muy diferente a la posición mantenida unos días antes por él y por Netanyahu en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Dicho acuerdo se firmó el 13 de octubre en Sharm el Sheij (Egipto), presentado por los cuatro mediadores (Estados Unidos, Turquía, Catar y Egipto) y con el apoyo de los principales Estados de la Unión Europea, siete de ellos que estuvieron allí, más el presidente del Consejo, Antonio Costa, además de otros cinco europeos, entre los que se encontraba el primer ministro del Reino Unido. Además, no estuvo presente Netanyahu, al que no le ha gustado el plan.
Uno de los aspectos más relevantes del plan, que llevaba consigo un alto al fuego completo, que se está aplicando con dificultades, es que necesitaba el acuerdo del Consejo de Seguridad de la ONU para dar poderes a la junta gestora y al alto representante, que posiblemente puede ser Tony Blair, uno de los proponentes del plan a Trump. Esto iba en contra de su intención anunciada en la Asamblea General, cuando dijo que había que disolver las Naciones Unidas. Este acuerdo, propuesto por los Estados Unidos, fue aprobado por el Consejo de Seguridad el 17 de noviembre, con la aprobación de los otros doce miembros y la abstención de Rusia y China.
Es importante resaltar que el plan va en la buena dirección, algo que nadie esperaba. Así, Trump vuelve a la senda de las Naciones Unidas, que había ignorado y despreciado en los primeros meses de su segundo mandato. Posiblemente, ha sido influenciado por Tony Blair, artífice del plan, pero también, a mí juicio, por el peso de su diplomacia, que es muy potente pero que generalmente la ignora. Una de las principales razones que explican este cambio casi completo fue el constatar que entre los miembros de la Asamblea General el 24 de septiembre, el 82% de la misma estaba en contra de su posición, al defender 156 Estados el reconocimiento de Palestina como Estado soberano. En el plan de paz propuesto el 29 de septiembre, aunque no lo admitiera expresamente, deja abierta la posibilidad de reconocimiento de Palestina como Estado.
Por ello, entendíamos que era un cambio fundamental a favor de la legalidad internacional, que hasta entonces la ignoraba e incluso la incumplía. Sin embargo, con la Estrategia de Seguridad del pasado 6 de diciembre nos vuelven las dudas. Este acercamiento no se está consolidando, ya que en otros casos lo ignora, como es la amenaza del uso de la fuerza en el caso de Venezuela, que es claramente contrario al artículo 2 de la Carta de Naciones Unidas, o las ejecuciones extrajudiciales de los ocupantes de las lanchas que presume son narcotraficantes.
En la actualidad, un año después de ganar Trump las elecciones y unos días antes de cumplirse el año de su mandato, y teniendo en cuenta la reciente Estrategia de Seguridad Nacional, no es fácil predecir cuál va a ser su comportamiento futuro. Hasta ahora, creíamos que iba a suavizar su posición antagónica, contraria a las Naciones Unidas, al respeto del derecho internacional y a Europa. Sin embargo, como consecuencia de la Estrategia, tenemos serias dudas de lo que va a ocurrir en el futuro, especialmente en su relación con Europa.
En el libro 'La oportunidad de Europa frente a Trump' (Catarata, Madrid, 2025), ya señalé que el auténtico adversario en la concepción de Trump del mundo no era China, sino que era Europa. Ante este nuevo paso, que en definitiva viene a reconocer explícitamente esta doctrina, nos preguntamos qué consecuencia va a tener para el proyecto europeo. ¿Será el momento donde se hace efectiva la oportunidad y Europa no solo hace declaraciones sino que toma decisiones contundentes frente a este aliado que se ha convertido en adversario en la política mundial?
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Iniciar sesión Más información¿Tienes una suscripción? Inicia sesión