Madueke, Martinelli y un dominio absoluto guiaron a los de Arteta a una victoria incontestable que confirma su autoridad en el grupo
El Arsenal arrasa en Brujas y sella su pase en el 'top 8' con una exhibiciónBrujas 0-3 Arsenal Resumen Champions League- JAVIER RECUERO
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El Arsenal regresaba a la Champions con la obligación de reafirmar su jerarquía en un grupo que lo había visto crecer jornada a jornada, y lo hizo en el siempre incómodo Jan Breydel Stadion, donde el Brujas aspiraba a apoyarse en su gente para frenar al equipo más en forma del momento. El guión apenas dejó espacio para la duda: triunfo contundente por 0-3, un ejercicio de autoridad desde el primer minuto que dispara al Arsenal hacia los octavos de final con solvencia.
El Arsenal salió al césped del Jan Breydel Stadion con la determinación de un equipo que sabe que el grupo pasa por su autoridad. Desde el primer instante, los de Arteta adelantaron líneas, presionaron arriba y encerraron al Brujas en su propio campo. En apenas tres minutos llegó la primera declaración de intenciones: un misil de Odegaard desde la frontal obligó a Heuvel a sacar una mano salvadora. El dominio era absoluto, una marea roja avanzando sin descanso, aunque sin traducir su superioridad en ocasiones claras más allá de ese primer aviso.
Madueke rompió las tablas
El asedio londinense continuó y estuvo a punto de romperse de nuevo en el 21’, cuando un disparo mordido de Lewis-Skelly cayó en los pies de Hincapié, cuyo remate se estrelló violentamente contra el poste. El gol parecía cuestión de tiempo, y así fue: en el 25’, Madueke recogió el balón en campo propio, avanzó con determinación y soltó un latigazo teledirigido que se clavó en la escuadra, un golazo que silenció el estadio. La inercia del tanto casi trae el segundo apenas dos minutos después, pero Heuvel volvió a intervenir con reflejos felinos ante un cabezazo de Hincapié en un córner.
El Brujas, superado durante buena parte del primer acto, encontró algo de oxígeno en los minutos finales. Forbes intentó agitar al equipo desde la banda, atreviéndose a encarar cada vez que tenía espacio, pero la defensa del Arsenal, disciplinada y compacta, impidió cualquier amenaza real. Aunque los belgas lograron tocar más el balón, les faltó claridad en los últimos metros para inquietar a Raya. Así se cerró la primera mitad: con un Arsenal dominante, sólido y afilado, y un Brujas que mejoró con el paso de los minutos pero aún incapaz de romper el guion inglés.
Madueke celebrando su gol frente al BrujasOmar HavanaLa segunda mitad no tardó en confirmar la superioridad del Arsenal. Apenas habían pasado dos minutos cuando Zubimendi, con la finura de un cirujano, colocó un centro perfecto al corazón del área para que Madueke firmara su doblete con un cabezazo cómodo pero incontestable. El golpe dejó tambaleándose al Brujas, que no tuvo tiempo de recomponerse antes del siguiente mazazo: en el 56’, Martinelli encaró, recortó hacia dentro y soltó un disparo precioso a la escuadra, un gesto técnico impecable que convirtió el 0-3 en una realidad tan contundente como previsible. El conjunto de Arteta, desatado, siguió atacando con hambre, acumulando ocasiones y sometiendo al rival con una autoridad que hacía imposible pensar en otro desenlace.
Con la herida abierta, el Arsenal decidió medir esfuerzos a partir del 70’, bajando el ritmo y cediendo balón a un Brujas resignado, consciente de que el partido hacía tiempo que había escapado de su alcance. Incluso con el freno echado, los ingleses estuvieron cerca del cuarto: en el 79’, Gabriel Jesús se inventó un disparo desde la frontal que se estrelló violentamente contra el travesaño. El tramo final fue un ejercicio de control absoluto, una segunda parte plácida para los de Arteta que cerraron el encuentro sin sufrir y certificaron, con esta victoria incontestable, su clasificación matemática para el top 8 de la Champions. Con dos jornadas aún por delante -frente a Kairat e Inter-, el Arsenal selló una noche de autoridad, madurez y pegada.
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