10 películas (no tan) navideñas para sobrevivir a estas fiestas

Go

Go (Viviendo sin límites) es una de esas películas que sigue a varios personajes a través de distintas aventuras, entrelazando sus historias mediante un hilo conductor común. En este caso, todas arrancan en una fiesta navideña marcada por el consumo de drogas y que termina de forma desastrosa.

Dos empleados jóvenes de una tienda se ven envueltos en un turbio negocio de drogas; dos actores de telenovela son retenidos como rehenes durante la cena de Navidad por un policía y su esposa; y dos colegas de Las Vegas se lanzan a una alocada persecución en auto que culmina en un tiroteo, entre otras peripecias. El resultado es una retorcida historia de policías, traficantes, persecuciones automovilísticas y jóvenes que solo buscan pasar un buen rato. Cualquier cosa menos una película navideña tradicional, Go ofrece risas incómodas propias de estas fechas.

De mendigo a millonario

En realidad, esta película transcurre entre Navidad y Año Nuevo en la Filadelfia de los años 80, donde dos corredores de bolsa obscenamente ricos hacen una apuesta para comprobar si es la educación o la genética lo que convierte a alguien en criminal. ¿Los sujetos del experimento? Louis Winthorpe III, un exitoso y refinado corredor de bolsa interpretado por Dan Aykroyd, y Billy Ray Valentine, un estafador de poca monta encarnado por Eddie Murphy.

Dennis Leary interpreta a un criminal a la fuga que, en Nochebuena, irrumpe en una casa para esconderse de la policía y toma a sus dueños como rehenes… solo para darse cuenta de que ha elegido fatal. La tensión constante dentro de esa familia acaba por sacarlo de quicio y nos regala una evolución que solo podía venir de Leary: de secuestrador pasa a consejero matrimonial, terapeuta involuntario y, finalmente, a algo parecido a un "amigo de la familia".

The Ref es, en el fondo, una comedia negra. Retrata familias disfuncionales en Navidad, un matrimonio al borde del divorcio, un niño manipulador en la escuela, parientes autoritarios, un criminal desesperado por escapar y todo el caos que eso implica. ¿Es síndrome de Estocolmo? Quizás, pero funciona.

Batman Vuelve

Esto es lo que pasa cuando le das libertad creativa a Tim Burton. Al igual que en The Nightmare Before Christmas (El extraño mundo de Jack), nos presenta una Navidad en negro. Nada de brillos excesivos ni felicidad forzada: lo que hay es una Navidad oscura, sucia y retorcida que solo podría existir en Ciudad Gótica. Con su pelo blanco y sus chimeneas con forma de bastón de caramelo, el Max Shreck de Christopher Walken es básicamente un anti-Santa Claus, más interesado en robar niños de Gotham que en repartir regalos. La película arranca con una ceremonia de encendido del árbol que termina en caos absoluto. Más allá de la historia de Batman, Gatúbela y el Pingüino, cada uno, a su manera, un ejemplo de aislamiento en plena temporada navideña, Burton nos sumerge en algunos de los escenarios más navideños que se han visto en pantalla. Los personajes no destilan alegría festiva pero, de alguna forma, todo encaja y funciona.

Duro de matar / Duro de matar 2

Una de las discusiones eternas de internet es si las películas de Die Hard (Duro de matar) son o no navideñas. Te doy la respuesta corta: sí, lo son. Con una fiesta de Navidad como telón de fondo, Bruce Willis se enfrenta al villano de Alan Rickman, y eso por sí solo ya debería alegrarte el día. Hay una relación salvada casi como milagro navideño, y nuestro John McClane pasa más tiempo metido en conductos de ventilación que Santa Claus en las chimeneas, siempre con la ayuda de Reginald VelJohnson, que, seamos sinceros, es básicamente su elfo navideño.

Para mí, la mayor parte de la franquicia Rocky se funde en una sola película, con la excepción de la quinta. Simplemente me niego a aceptar la pelea callejera con "Tommy Gun" como parte del canon. Aunque la primera Rocky fue enorme por mostrar a un boxeador de poca monta de Filadelfia que consigue su oportunidad a base de trabajo duro y determinación, las secuelas se fueron volviendo cada vez más desquiciadas. Rocky IV fue el punto más alto… justo antes de cruzar la línea.

En mi opinión, esta película puso fin a la Guerra Fría ella solita. Tras la muerte de su amigo Apollo Creed en el ring a manos del monstruoso boxeador ruso Ivan Drago, Rocky viaja a la URSS para protagonizar lo que solo puede describirse como el mayor montaje de entrenamiento de la historia del cine. ¿El objetivo? El combate del siglo: Balboa contra Drago, nada menos que el día de Navidad. ¿Y el resultado? Estados Unidos y Rusia sellan la paz gracias al espíritu navideño y al boxeo.

Una década antes de ganar Globos de Oro y acumular nominaciones a los Emmy con Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, Martin McDonagh ya estaba firmando auténticos aciertos. In Bruges (En Brujas) cuenta la historia de dos asesinos a sueldo, interpretados por Colin Farrell y Brendan Gleeson, que por distintos motivos se ven obligados a pasar la Navidad en Bélgica.

Con esta película arrancamos la sección dedicada al cineasta Shane Black en nuestra lista. A lo largo de su carrera, se convirtió en un maestro de combinar acción y Navidad, y nuestra primera parada nos lleva a principios de los 2000 con Kiss Kiss Bang Bang. Robert Downey Jr. interpreta a Harry, un pequeño ladrón que roba una juguetería y, de repente, se ve convertido en detective junto a Perry (Val Kilmer), un detective privado más frío que un muñeco de nieve. Juntos investigan un misterioso asesinato mientras Harry se reencuentra con Harmony (Michelle Monaghan), su amor de la infancia, en medio de la Navidad en Los Ángeles. Llena de humor absurdo y diversión festiva, Kiss Kiss Bang Bang incluso incluye milagros navideños, con corazones que crecen tres tallas por todas partes.

Este es el segundo clásico de Shane Black en nuestra lista y probablemente uno que mucha gente no ha visto. Geena Davis interpreta a Samantha, una madre y maestra de escuela que enfrenta problemas tras un accidente de auto: recuerdos traumáticos y el descubrimiento de que posee un "conjunto particular de habilidades" al estilo Liam Neeson que nunca había imaginado. Cuando Mitch (Samuel L. Jackson) es contratado para investigarla, nos encontramos con una película de acción llena de diálogos divertidos e ingeniosos, con la Navidad como telón de fondo. Con escenas espectaculares de Geena Davis en acción, una química genial entre ella y Jackson, un villano despiadado y unas cuantas explosiones, la historia culmina en Nochebuena.

Tony Stark atraviesa un momento complicado y su salud mental tambalea tras los sucesos de Avengers (Los Vengadores); incluso las tareas más simples, como elegir regalos de Navidad, se le complican. Mientras tanto, se enfrenta a Killian, un científico que Tony desechó hace 20 años y que ahora regresa con sed de venganza… mientras lucha contra sus propios demonios internos.

A lo largo de la película, Tony vive una transformación al estilo Ebenezer Scrooge: destruye todos sus trajes y declara: "Mi armadura nunca fue una distracción ni un pasatiempo. Era un capullo. Y ahora, soy un hombre cambiado". Gracias al esfuerzo combinado de quienes lo rodean, Pepper, Rhodey y la prometedora experta en tecnología Harley, logra evaluar su pasado, presente y futuro. Podría haber ocurrido en cualquier época del año, claro, pero el trasfondo navideño le da a la historia un contexto y un sentido extra.

Artículo originalmente publicado enWIRED.Adaptado por Alondra Flores.