La Unidad Militar de Emergencias y la Policía Nacional han iniciado este martes el rastreo en la en la balsa la bocamina, en Berbes, una parroquia ubicada en el concejo asturiano de Ribadesella, para buscar los restos de María Trinidad Suardíaz y su hija de 13 meses en alguno de los vehículos que están sumergidos en el agua. Las dos desaparecidas fueron vistas por última vez en 1987, pero se reabrió el caso cuatro décadas después tras el hallazgo de dos coches sepultados en el fondo del agua.
El Juzgado de Instrucción Número 4 de Gijón emitió en octubre un auto en el marco de las Diligencias Previas por la supuesta desaparición de madre e hija en 1987, ordenando que se dispongan los medios necesarios para continuar con las labores de búsqueda. Esta resolución se produjo después de que se recibiera un oficio del Grupo UDEV de la Brigada de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón.
Con fecha de entrada del 15 de octubre de 2025, exponía el resultado de las investigaciones y apuntaba a la imposibilidad de continuar con las gestiones judicialmente acordadas por carencia de medios necesarios para continuar con los trabajos. El auto acordó "que por parte de la Dirección Adjunta Operativa se dispongan los medios necesarios para continuar con los trabajos, recabando la colaboración de cuantas entidades y organismos se estimen precisos".
Interrogatorio al marido de la desaparecida
Agentes de la Policía Nacional se citaron el pasado jueves con Antonio da Silva, el principal sospechoso de la desaparición de su mujer y su hija, tal y como han confirmado fuentes del cuerpo de 20minutos. El hombre, que se encuentra en una residencia de ancianos de Zamora, podría haberlas introducido en uno de los coches localizados en la balsa antes de arrojarlo por un barranco de 40 metros de altura.
Los investigadores esperaban que Da Silva colaborase con información sobre el paradero de madre y hija, dado que, en caso de que confesase, no ingresaría en prisión porque este posible crimen ya habría prescrito después de tantos años. Sin embargo, el sospechoso, que actualmente tiene 81 años, "ni confirmó ni desmintió" nada.
El Juzgado de Instrucción Número 4 de Gijón emitió en octubre un auto en el marco de las Diligencias Previas por la supuesta desaparición de madre e hija en 1987, ordenando que se dispongan los medios necesarios para continuar con las labores de búsqueda. Esta resolución se produjo después de que se recibiera un oficio del Grupo UDEV de la Brigada de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón.
Con fecha de entrada del 15 de octubre de 2025, exponía el resultado de las investigaciones y apuntaba a la imposibilidad de continuar con las gestiones judicialmente acordadas por carencia de medios necesarios para continuar con los trabajos. El auto acordó "que por parte de la Dirección Adjunta Operativa se dispongan los medios necesarios para continuar con los trabajos, recabando la colaboración de cuantas entidades y organismos se estimen precisos".
Interrogatorio al marido de la desaparecida
Agentes de la Policía Nacional se citaron el pasado jueves con Antonio da Silva, el principal sospechoso de la desaparición de su mujer y su hija, tal y como han confirmado fuentes del cuerpo de 20minutos. El hombre, que se encuentra en una residencia de ancianos de Zamora, podría haberlas introducido en uno de los coches localizados en la balsa antes de arrojarlo por un barranco de 40 metros de altura.
Los investigadores esperaban que Da Silva colaborase con información sobre el paradero de madre y hija, dado que, en caso de que confesase, no ingresaría en prisión porque este posible crimen ya habría prescrito después de tantos años. Sin embargo, el sospechoso, que actualmente tiene 81 años, "ni confirmó ni desmintió" nada.