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R. C,Jueves, 25 de diciembre 2025, 00:01
... invitan a comprar café torrefacto, un invento muy práctico en el siglo XIX, cuando el transporte del café era lento y había que tostarlo con un 15-20% de azúcar para proteger el grano de la humedad y que durara más. El primero que torrefactó el café fue José Gómez Tejedor en 1867 en su fábrica de cafés La Estrella, en Badajoz. Al otro lado de la frontera, en Campo Maior, la familia Nabeiro triunfó tras la Guerra Civil torrefactando café al gusto español y pasándolo de contrabando a las provincias rayanas.En las fábricas de Campo Maior, tuestan café natural todo el año, pero al llegar la Navidad, reabren una pequeña sala donde funciona el tostadero de café torrefacto. Estos días, las casas fronterizas huelen a café Camelo, a café Cubano, a café torrefacto negro, azucarado y con mucha memoria en cada grano.
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