La literatura, el cine y la televisión nos han familiarizado con términos como psicópata o sociópata. Pero en realidad, no es lo mismo y los psicólogos advierten de que estas diferencias son mucho más complejas de lo que pensamos, aunque estos dos trastornos de personalidad antisocial comparten muchos de los mismos rasgos.

En todo caso, hay que tener en cuenta que el término sociópata, aunque a menudo se utiliza para referirse a alguien que actúa en su propio interés, manipula a otros o carece de empatía, en realidad no está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un diagnóstico en sí mismo. Más bien, los rasgos sociopáticos, al igual que los psicopáticos, caen bajo el paraguas más amplio del trastorno de personalidad disocial.

Y aunque la sociopatía y la psicopatía comparten muchas características, según Justin Brown, un experto en patrones psicológicos, hay algunas diferencias importantes que debemos tener en cuenta. "Las personas con psicopatía no sienten mucha empatía ni culpa", explica en declaraciones recogidas por el Daily Mail.

"Pueden ser bastante encantadores por fuera y encajar fácilmente con otras personas, pero por dentro tienen una gran dificultad para establecer conexiones emocionales significativas", dice el experto.

"Los sociópatas, por otro lado, pueden tener alguna idea de lo que está bien y lo que está mal, pero tienen dificultades para controlar sus impulsos y generalmente tienen antecedentes de desobedecer leyes o tener problemas con la autoridad", añade Brown.

¿Y cómo reconocer a los sociópatas? Los escáneres cerebrales muestran que los sociópatas tienen una química cerebral diferente a la del resto de la población. "Los estudios de imágenes cerebrales muestran menos actividad en los circuitos que generan miedo y empatía", explica la doctora Caitlyn McClure en declaraciones al Daily Mail.

"Como resultado, el comportamiento parece centrado en la recompensa, planificado y sorprendentemente libre de culpa", añade.

Por lo tanto, no es inusual que los sociópatas adopten conductas obsesivas, que a veces pueden culminar en agresión o violencia cuando las cosas no salen como ellos quieren.

Y, desafortunadamente, para muchos, esto significa que su hambre de control y poder supera cualquier interés por una conexión más profunda y significativa, dejando a quienes los rodean sintiéndose aislados e incluso engañados a veces. Es también por eso que les resulta muy difícil disculparse y decirlo en serio.

"Si observas a alguien que siempre pasa por alto los sentimientos de los demás, utiliza a las personas para conseguir lo que quiere o no parece sentirse mal por lo que ha hecho, debes tener cuidado", añade Justin Brown.

Además, a diferencia de los psicópatas, que tienden a ser más fríos y alejados de los círculos sociales, los sociópatas pueden ser encantadores y tienden a vivir vidas muy exitosas.

Esto se debe a que tienen un "temperamento naturalmente de baja ansiedad", dice la doctora McClure, lo que significa que están biológicamente predispuestos a permanecer tranquilos bajo presión.

Así que, aunque puedan presentarse como amigos, colegas o socios atractivos que se preocupan por sus intereses, detrás de escena son maestros manipuladores.

Los estudios incluso han demostrado que en situaciones estresantes, cuando la frecuencia cardíaca de la mayoría de las personas aumentaría, la de un sociópata permanecerá igual o incluso disminuirá.

Esto significa que a menudo subestiman el riesgo y experimentan una respuesta retardada al miedo, y las emociones intensas suelen ser la única forma en que pueden sentir.

Los expertos han teorizado que, debido a que los sociópatas no pueden experimentar las emociones de la misma manera que las personas sin el trastorno de la personalidad, se ven impulsados a la destrucción por un deseo subconsciente de sentir algo.