Desde que saltase a la fama por su interpretación de Miércoles Adams en su serie homónima, Jenna Ortega ha vivido un ascenso imparable en el mundo del cine. A sus 23 años, la actriz, que es una de las habituales de los certámenes de cine más prestigiosos y de las alfombras rojas más glamurosas, se estrenaba como miembro del jurado del Festival de Cine de Marrakech, compartiendo protagonismo con figuras como Anya Taylor-Joy o Bong Joon-ho.
Un fin de semana muy especial para la joven promesa, que consciente de que iba a acaparar todo el protagonismo de la edición, no quiso arriesgarse con la elección de sus estilismos, apostando por la sobriedad y la elegancia, por las espaldas al aire y por dos vestidos que, aunque en estructura eran similares y fieles a su estilo, en diseño eran complemente opuestos.
Los estilismos opuestos de Jenna Ortega en el Festival de cine de Marrakech
El viernes, la actriz llegaba haciendo un guiño a su papel de 'Wednesday' y lo hacía enfundada en un vestido negro estructurado de lo más elegante. Un modelo con dos texturas, diseñado con cuerpo satinado asimétrico, con escote en pico y un fajín en la cintura, terminado en péplum que aportaba volumen en sus caderas y terminaba en una falda lisa, hasta los pies. Un 'look' que combinó con joyas doradas, con su melena suelta, peinada con unas ondas naturales y con un maquillaje natural, con las facciones bastante marcadas para aportar dramatismo a su imagen.
Anoche, sin embargo, decidió escoger un estilismo más depurado, un vestido que a pesar de estar diseñado también con cuerpo asimétrico y espalda al descubierto, poco tenía que ver con el anterior. Se trata de un diseño satinado de color blanco, con cuello perkins drapeado, silueta entallada y largo hasta los pues. Un vestido decorado con un cinturón a tono, en la cadera, rematado con una cruz, que completó con un 'beauty look' más potente. En esta ocasión, la actriz llevó su melena lista y optó por un maquillaje más cañero, con sombreado en tonos rosas en los ojos, que aportaba misterio a su mirada, y un labial rojo, que empoderaba su imagen.
Dos estilismos muy diferentes, pero completamente acertados con los que Jenna Ortega triunfó en el Festival de Cine de Marrakech. Poco a poco, Jenna Ortega va asentando las bases de su estilo, apostando por los tonos neutros como sinónimo de acierto en sus eventos más especiales y saliendo de la zona de confort del color negro con el que saltó a la fama.
Un fin de semana muy especial para la joven promesa, que consciente de que iba a acaparar todo el protagonismo de la edición, no quiso arriesgarse con la elección de sus estilismos, apostando por la sobriedad y la elegancia, por las espaldas al aire y por dos vestidos que, aunque en estructura eran similares y fieles a su estilo, en diseño eran complemente opuestos.
Los estilismos opuestos de Jenna Ortega en el Festival de cine de Marrakech
El viernes, la actriz llegaba haciendo un guiño a su papel de 'Wednesday' y lo hacía enfundada en un vestido negro estructurado de lo más elegante. Un modelo con dos texturas, diseñado con cuerpo satinado asimétrico, con escote en pico y un fajín en la cintura, terminado en péplum que aportaba volumen en sus caderas y terminaba en una falda lisa, hasta los pies. Un 'look' que combinó con joyas doradas, con su melena suelta, peinada con unas ondas naturales y con un maquillaje natural, con las facciones bastante marcadas para aportar dramatismo a su imagen.
Anoche, sin embargo, decidió escoger un estilismo más depurado, un vestido que a pesar de estar diseñado también con cuerpo asimétrico y espalda al descubierto, poco tenía que ver con el anterior. Se trata de un diseño satinado de color blanco, con cuello perkins drapeado, silueta entallada y largo hasta los pues. Un vestido decorado con un cinturón a tono, en la cadera, rematado con una cruz, que completó con un 'beauty look' más potente. En esta ocasión, la actriz llevó su melena lista y optó por un maquillaje más cañero, con sombreado en tonos rosas en los ojos, que aportaba misterio a su mirada, y un labial rojo, que empoderaba su imagen.
Dos estilismos muy diferentes, pero completamente acertados con los que Jenna Ortega triunfó en el Festival de Cine de Marrakech. Poco a poco, Jenna Ortega va asentando las bases de su estilo, apostando por los tonos neutros como sinónimo de acierto en sus eventos más especiales y saliendo de la zona de confort del color negro con el que saltó a la fama.