La reportera de RTVE Laura Pavía fue increpada, zarandeada e interrumpida, así como empujado su cámara mientras trataba de informar de la concentración convocada por la organización juvenil Revuelta, próxima a Vox, ante la sede del PSOE en Madrid este domingo.
Varios de los asistentes han puesto una bandera de España delante de la reportera de TVE y han tapado la cámara con las manos haciendo gestos obscenos, mientras gritaban muy próximos a ella soflamas contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La protesta en la calle Ferraz, que había sido convocada en redes sociales y no estaba autorizada, fue promovida por la organización juvenil Revuelta y en ella participaron decenas de personas. En el desarrollo de la protesta se registraron algunos choques con la Policía, que detuvo al menos a uno de los manifestantes, según confirmó la Delegación del Gobierno en Madrid.
Esta violenta reacción de los manifestantes ha despertado numerosas críticas, la primera de ellas, la del presidente de RTVE, José Pablo López. En un mensaje en las red social X, López ha acusado de "fascistas" a quienes han tratado de impedir a la reportera hacer su trabajo desde la calle Ferraz. "Fascistas haciendo cosas de fascistas dentro del clima creado contra la televisión pública y sus profesionales en el que todo vale", ha denunciado el presidente la corporación.
El sindicato CC OO de RTVE aseguraba en un comunicado que "lo ocurrido frente a la sede del PSOE en Ferraz es inaceptable y no puede normalizarse bajo ningún concepto".
"Los gritos, los empujones, las banderas y las manos delante de la cámara, el clima de miedo y de impunidad que se pretendió generar, no son simples 'incidentes': son un ataque frontal a dos profesionales y, además, una agresión directa a los valores básicos de convivencia, respeto y libertad informativa que sostienen nuestra democracia", añadían.
La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) condenó, una vez más, el hostigamiento ejercido contra periodistas en el ejercicio de su profesión y reiteró "los llamamientos realizados en otras ocasiones a que se respete el trabajo de los periodistas, con independencia del medio al que pertenezcan".
La APM reclamó además protección para los periodistas. "Esta asociación quiere insistir, asimismo, en reclamar a los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la adopción de mayores medidas de protección para los periodistas que cubren concentraciones y manifestaciones, en las que pueden registrarse casos como el que hoy nos vemos en la obligación de condenar", decía su comunicado.
Varios de los asistentes han puesto una bandera de España delante de la reportera de TVE y han tapado la cámara con las manos haciendo gestos obscenos, mientras gritaban muy próximos a ella soflamas contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La protesta en la calle Ferraz, que había sido convocada en redes sociales y no estaba autorizada, fue promovida por la organización juvenil Revuelta y en ella participaron decenas de personas. En el desarrollo de la protesta se registraron algunos choques con la Policía, que detuvo al menos a uno de los manifestantes, según confirmó la Delegación del Gobierno en Madrid.
Esta violenta reacción de los manifestantes ha despertado numerosas críticas, la primera de ellas, la del presidente de RTVE, José Pablo López. En un mensaje en las red social X, López ha acusado de "fascistas" a quienes han tratado de impedir a la reportera hacer su trabajo desde la calle Ferraz. "Fascistas haciendo cosas de fascistas dentro del clima creado contra la televisión pública y sus profesionales en el que todo vale", ha denunciado el presidente la corporación.
El sindicato CC OO de RTVE aseguraba en un comunicado que "lo ocurrido frente a la sede del PSOE en Ferraz es inaceptable y no puede normalizarse bajo ningún concepto".
"Los gritos, los empujones, las banderas y las manos delante de la cámara, el clima de miedo y de impunidad que se pretendió generar, no son simples 'incidentes': son un ataque frontal a dos profesionales y, además, una agresión directa a los valores básicos de convivencia, respeto y libertad informativa que sostienen nuestra democracia", añadían.
La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) condenó, una vez más, el hostigamiento ejercido contra periodistas en el ejercicio de su profesión y reiteró "los llamamientos realizados en otras ocasiones a que se respete el trabajo de los periodistas, con independencia del medio al que pertenezcan".
La APM reclamó además protección para los periodistas. "Esta asociación quiere insistir, asimismo, en reclamar a los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la adopción de mayores medidas de protección para los periodistas que cubren concentraciones y manifestaciones, en las que pueden registrarse casos como el que hoy nos vemos en la obligación de condenar", decía su comunicado.