El Gobierno tiene previsto aprobar este martes en el Consejo de Ministros el ascenso a general del coronel jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Rafael Yuste Arenillas, lo que obligará al relevo del máximo responsable de esta unidad que investiga presuntos casos de corrupción como el caso Koldo o el que afecta a la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez.
Ante las acusaciones de que el Gobierno planeaba "descabezar" a la UCO, el Ministerio del Interior ha defendido en reiteradas ocasiones en los últimos meses que el coronel jefe de la UCO, Rafael Yuste, había participado en los cursos de capacitación para el ascenso a la cúspide de la Guardia Civil por voluntad propia y que, por tanto, "tenía derecho a promocionar" si cumplía los requisitos.
Además, desde el Ejecutivo han recordado en respuestas parlamentarias que el ascenso a general ya había ocurrido en otras ocasiones y que esta decisión no supone ninguna interferencia sobre la UCO o cualquier otra unidad de investigación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En una comparecencia en el Congreso el pasado mes de junio, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, defendió que bajo su gestión la UCO había pasado de contar con apenas 300 efectivos a superar los 550 agentes, por lo que "casi se había duplicado la plantilla" y también su presupuesto.
"Eso no es descabezar a la UCO; ahora se trabaja con mayor tranquilidad, independencia y es más atractivo ese destino", dijo Marlaska frente a las críticas tanto de PP como de Vox.
En una respuesta parlamentaria por escrito a una batería de preguntas del PP, el Ministerio del Interior reiteró que no había interferido en investigaciones como las que afectan al exministro José Luis Ábalos o al ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, así como tampoco en las de la mujer y hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Ante las acusaciones de que el Gobierno planeaba "descabezar" a la UCO, el Ministerio del Interior ha defendido en reiteradas ocasiones en los últimos meses que el coronel jefe de la UCO, Rafael Yuste, había participado en los cursos de capacitación para el ascenso a la cúspide de la Guardia Civil por voluntad propia y que, por tanto, "tenía derecho a promocionar" si cumplía los requisitos.
Además, desde el Ejecutivo han recordado en respuestas parlamentarias que el ascenso a general ya había ocurrido en otras ocasiones y que esta decisión no supone ninguna interferencia sobre la UCO o cualquier otra unidad de investigación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En una comparecencia en el Congreso el pasado mes de junio, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, defendió que bajo su gestión la UCO había pasado de contar con apenas 300 efectivos a superar los 550 agentes, por lo que "casi se había duplicado la plantilla" y también su presupuesto.
"Eso no es descabezar a la UCO; ahora se trabaja con mayor tranquilidad, independencia y es más atractivo ese destino", dijo Marlaska frente a las críticas tanto de PP como de Vox.
En una respuesta parlamentaria por escrito a una batería de preguntas del PP, el Ministerio del Interior reiteró que no había interferido en investigaciones como las que afectan al exministro José Luis Ábalos o al ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán, así como tampoco en las de la mujer y hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.