Hace semanas que los turrones, panettones y todos los dulces típicos del supermercado inundan los lineales de los supermercados y ocupan un lugar especial en los escaparates de los obradores, y aunque existen para todos los gustos, en Barcelona encontramos un panettone de lo más especial: el más caro del mundo.
El pastelero italiano Dario Hartvig es el creador de este controvertido dulce que desde el 24 de noviembre hasta el 4 de enero en tres pop-up stores en la Ciudad Condal: El Hotel Hesperia Presidente (Avd Diagonal 570) Hotel Wilson (Avd. Diagonal 568) y Consentino City Barcelona ( Diagonal 497).
¿Qué hace este panettone tan especial?
El pastelero de Turín ha vuelto a Barcelona por tiempo limitado para elaborar este espectacular panettone por encargo, además de otros más clásicos que podemos comprar por unos 40 euros.
En el caso del panettone más caro del mundo, se trata de un dulce recubierto de láminas de oro de 23 quilates comestibles y una banda de cristales de Swarovski en la base, lo que hace que el precio de este bizcocho ascienda a los 1.000 euros.
Sobre sus panettones, Hartvig asegura que "cada año, añadimos nuevos sabores a nuestra selección clásica y consolidada, garantizando una selección de 10 a 12 sabores diferentes de panettone. Utilizamos ingredientes de primera calidad cuidadosamente seleccionados, sin conservantes, empezando por el relleno: ¡Fruta semiconfitada y chocolate!
Panettone, el dulce que surgió por error
Según explica el escritor Stanislao Porzio en su libro publicado en 2007 titulado El Panettone donde explica el origen de este postre, "en Milán, ya para 1470, era una tradición colocar tres panes cilíndricos sobre la mesa en Navidad", lo que podría considerarse el origen del panettone.
El que ahora es uno de los postres más populares de estas fechas surgió en casa de unos duques de Milán en el siglo XV, cuando por un descuido, el cocinero quemó el postre en el horno de uno de los almuerzos de Navidad.
Para enmendar el error, el cocinero ordenó a uno de los sirvientes llamado Toni que elaborase un postre con lo que quedaba en la despensa: harina, huevos, manteca, uvas y cítricos. ¡Y voilà!
Una de esas hermosas casualidades fue el desencadenante de este nuevo postre cuyo resultado fue tan exitoso que en el ducado de Milán comenzó a conocerse como 'pan de toni' y se convirtió en una de las elaboraciones más demandadas en las panaderías: el 'panettone'. Por la sencillez y economía de sus ingredientes, pronto se convirtió en una elaboración de lo más popular.
El pastelero italiano Dario Hartvig es el creador de este controvertido dulce que desde el 24 de noviembre hasta el 4 de enero en tres pop-up stores en la Ciudad Condal: El Hotel Hesperia Presidente (Avd Diagonal 570) Hotel Wilson (Avd. Diagonal 568) y Consentino City Barcelona ( Diagonal 497).
¿Qué hace este panettone tan especial?
El pastelero de Turín ha vuelto a Barcelona por tiempo limitado para elaborar este espectacular panettone por encargo, además de otros más clásicos que podemos comprar por unos 40 euros.
En el caso del panettone más caro del mundo, se trata de un dulce recubierto de láminas de oro de 23 quilates comestibles y una banda de cristales de Swarovski en la base, lo que hace que el precio de este bizcocho ascienda a los 1.000 euros.
Sobre sus panettones, Hartvig asegura que "cada año, añadimos nuevos sabores a nuestra selección clásica y consolidada, garantizando una selección de 10 a 12 sabores diferentes de panettone. Utilizamos ingredientes de primera calidad cuidadosamente seleccionados, sin conservantes, empezando por el relleno: ¡Fruta semiconfitada y chocolate!
Panettone, el dulce que surgió por error
Según explica el escritor Stanislao Porzio en su libro publicado en 2007 titulado El Panettone donde explica el origen de este postre, "en Milán, ya para 1470, era una tradición colocar tres panes cilíndricos sobre la mesa en Navidad", lo que podría considerarse el origen del panettone.
El que ahora es uno de los postres más populares de estas fechas surgió en casa de unos duques de Milán en el siglo XV, cuando por un descuido, el cocinero quemó el postre en el horno de uno de los almuerzos de Navidad.
Para enmendar el error, el cocinero ordenó a uno de los sirvientes llamado Toni que elaborase un postre con lo que quedaba en la despensa: harina, huevos, manteca, uvas y cítricos. ¡Y voilà!
Una de esas hermosas casualidades fue el desencadenante de este nuevo postre cuyo resultado fue tan exitoso que en el ducado de Milán comenzó a conocerse como 'pan de toni' y se convirtió en una de las elaboraciones más demandadas en las panaderías: el 'panettone'. Por la sencillez y economía de sus ingredientes, pronto se convirtió en una elaboración de lo más popular.