La mili vuelve a abrirse paso en Europa y ya son más de una decena de países los que la tienen instaurada, ya sea de forma obligatoria o voluntaria. El último en sumarse ha sido Francia, que acaba de aprobar un servicio militar voluntario y remunerado de 10 meses, dirigido a jóvenes de entre 18 y 19 años. Antes lo hizo Alemania, con un servicio voluntario de un año y una remuneración de 2.600 euros brutos mensuales, una medida muy similar a la aprobada en Bélgica, que ofrece a sus jóvenes un año de prestación militar con sueldos de 2.000 euros.

Aunque el Ministerio de Defensa insiste en que "en España no va a haber servicio militar ni está previsto que lo haya", desde el entorno de las Fuerzas Armadas aseguran que es una medida que puede ser útil para la defensa nacional en caso de necesidad. "No es una forma de complementar al ejército profesional, sino de crear reservas que en caso de guerra permitan suplir las bajas inevitables del ejército profesional con gente que ya tenga una preparación. No se trata de crear soldados para hoy, sino de tener reservas para mañana y eso es algo que España también necesita", afirma el almirante en la reserva Juan Rodríguez Garat.

"Lo que están haciendo Alemania, Bélgica y Francia es crear esas reservas ofreciendo un sueldo, bastante alto por cierto, a jóvenes que quieran hacer un año de adiestramiento militar y se comprometan a lo largo de toda su vida operativa a mantener esa capacitación. En España todavía no se ha planteado ese debate, pero si llega a producirse, desde luego yo sería partidario de instaurar ese servicio militar voluntario", dice.

En España tenemos un sistema de reservistas, pero no son soldados jóvenes que puedan ser activados en grandes cantidades para formar unidades

Salvador Sánchez Tapia, general de brigada de infantería en la reserva, no ve urgencia en España para seguir los pasos de Francia y Alemania, pero cree que es una opción a tener en cuenta: "No me parece una medida imprescindible en estos momentos y tampoco creo que vaya a solventar el problema de seguridad que puede haber en Europa, porque lo que necesitamos son ejércitos grandes y profesionales, pero puede ser útil para solucionar el problema de los reservistas, que también son necesarios. En España tenemos un sistema de reservistas, pero no son soldados jóvenes que puedan ser activados en grandes cantidades para formar unidades".

Falta de presupuesto en el Ejército

En todo caso, Garat recalca que recuperar el servicio militar, aunque sea de forma voluntaria, tendría un importante coste para las arcas públicas: "El servicio militar obligatorio antiguo pretendía conseguir un ejército numeroso y barato, pero es un modelo que fracasó en todas las instancias en las que se puso a prueba. Si queremos una buena defensa, evidentemente, hay que pagarla y eso tiene un coste para el Estado".

"Para hacer atractivo el servicio militar voluntario, habría que pagar un sueldo competitivo y eso es un problema porque los soldados españoles cobran en torno a 1.200 euros brutos al mes, más o menos el salario mínimo interprofesional. Nada que ver con Alemania, donde están ofreciendo 2.500 euros mensuales. Ahora que se va a subir el gasto en Defensa, creo que uno de los primeros problemas que habría que resolver es ajustar la remuneración del soldado para no sea el peor pagado de los servidores públicos en España", subraya.

En la misma línea se expresa Sánchez Tapia: "Yo, sinceramente, no veo que España pueda implantar ahora mismo un servicio militar voluntario porque si no lo retribuyen bien, no tendría ninguna demanda social. Y eso de pagar bien es algo que no está a la orden del día en el Ministerio de Defensa. Para establecer una mili voluntaria bien hecha y útil habría que invertir un buen presupuesto, porque lo que no se debe hacer es traer jóvenes al ejército para uniformarlos a lo barato y alojarlos en cuadras, como ocurría cuando existía el servicio militar obligatorio. Eso sería tirar el dinero y no serviría de nada".

Un servicio militar voluntario debe retribuirse bien y si no lo hacen, no tendría ninguna demanda social

El presidente de la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro), Miquel Peñarroya, incide en esa idea: "Lo ideal sería mantener un ejército profesional adecuado, pero lo que ocurre es que la profesión militar no resulta atractiva para nadie porque tenemos unas retribuciones paupérrimas y eso ha dado como resultado un déficit de personal, ya que no se cubren todas las vacantes que se convocan. Tenemos un problema de reclutamiento y en la coyuntura actual de necesidad, el servicio militar voluntario podría ayudar a paliarlo, pero insisto en que la mejor solución sería tener profesionales bien formados y motivados".

Peñarroya apunta, además, que para lograr esa bolsa de reservistas existen otras alternativas a la mili: "Como en los países anglosajones, el sistema español debería de contar, lógicamente, con una reserva de personal que tuviera una instrucción. Y eso debe hacerse facilitando la salida de los militares. En Estados Unidos no están más de 20 años antes de pasar a la reserva, mientras que en España estamos 40".

La ley ya contempla reservistas voluntarios y obligatorios

La Constitución dice que "los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España" y la ley de Defensa Nacional ya contempla la posibilidad de llamar a filas a reservistas voluntarios o, incluso, de forma obligatoria a jóvenes de entre 19 y 25 años en caso de una emergencia nacional. No obstante, Garat dice que a la práctica "es un brindis al sol" por la falta de formación: "Ninguno de los llamados a filas estaría preparado y, por lo tanto, no serviría para nada. Si de verdad queremos tener una reserva que pueda complementar a las Fuerzas Armadas en un conflicto de alta intensidad, en una guerra, tenemos que encontrar la forma de conseguirlo. Y un servicio militar voluntario nos permitiría resolver el problema".

Garat también incide en que esa formación de los reservistas sería útil en caso de catástrofes naturales, como la DANA, ya que podrían colaborar con la Unidad Militar de Emergencias (UME). "La defensa civil es otro de los asuntos a mejorar en España porque, comparado con otros países, sorprende lo poco preparados que estamos en general los españoles en materia de primeros auxilios o para hacer frente a ese tipo de catástrofes. En España hay muy pocos servidores públicos preparados para eso y sería una gran ventaja contar con una bolsa de reservistas voluntarios", dice el almirante, que cifra "en 40.000 o 50.000 el número de reservistas formados" que serían necesarios.

Se trata de dar en pocos meses formación básica y luego ir mejorando su especialidad, preparándolos específicamente para el tipo de acciones que fueran a llevar a cabo

Sánchez Tapia indica que esa formación de los futuros reclutas debería de ser integral y abarcar muchas materias, a lo largo de un periodo de entre 9 meses y un año de instrucción: "Un soldado tiene que tener formación técnica, aprender el manejo y mantenimiento del armamento, manejo de vehículos, etc., pero también tiene que tener formación táctica y ética, ya que los ejércitos son los depositarios de las armas de la nación y es una responsabilidad muy seria. Esos valores hay que transmitirlos".

"Se trata de darle en unos pocos meses una formación básica y luego ir mejorando su especialidad, preparándolos específicamente para el tipo de acciones que fueran a llevar a cabo. Eso es formación en el manejo de armas, la táctica, entender el combate, reglas de enfrentamiento, nociones del derecho internacional humanitario, primeros auxilios... hay muchas cosas que aprender para ser un soldado", recalca Garat.