Fernando Alonso no ha tenido ni mucho menos un año plácido... el gran arranque de 2024 fue un espejismo tras la progresiva caída que se ha extendido durante todo este 2025. Por ello, reaccionó este domingo sorprendido, y con ganas patentes de acabar el Mundial, tras el P7 logrado en Qatar con un coche que "es mucho más difícil de conducir de lo que se ve en la tele".
"No esperaba acabar séptimo hoy, es un botín que tomamos con los brazos abiertos", dijo el N.º14 de la parrilla, que partía desde la octava posición de la parrilla de salida.
"La verdad es que la salida del 'safety car' varió la estrategia de carrera. Ha variado el desarrollo que esperábamos de carrera, aunque no mucho en cuanto a nosotros, porque menos los McLaren, todos hemos calcado la estrategia", analizó.
A lo que añadió, en línea con las declaraciones habituales de cada fin de semana: "No teníamos ritmo. Al menos podíamos mantenerlos detrás al ser un circuito difícil de adelantar. Mejor imposible porque logramos aguantar ahí, a pesar del '360' -trompo- que sufrí".
Y es que es ahora, a falta de una carrera, cuando Alonso ha decidido poner el grito en el cielo: "El coche por momentos es imposible de conducir. Qatar tiene, por suerte, asfalto con agarre suficiente para recuperarse —de un trompo— sin problemas. Acabamos sin neumáticos delante. Este coche es mucho más difícil de conducir de lo que se ve en la tele", zanjó molesto.
"No esperaba acabar séptimo hoy, es un botín que tomamos con los brazos abiertos", dijo el N.º14 de la parrilla, que partía desde la octava posición de la parrilla de salida.
"La verdad es que la salida del 'safety car' varió la estrategia de carrera. Ha variado el desarrollo que esperábamos de carrera, aunque no mucho en cuanto a nosotros, porque menos los McLaren, todos hemos calcado la estrategia", analizó.
A lo que añadió, en línea con las declaraciones habituales de cada fin de semana: "No teníamos ritmo. Al menos podíamos mantenerlos detrás al ser un circuito difícil de adelantar. Mejor imposible porque logramos aguantar ahí, a pesar del '360' -trompo- que sufrí".
Y es que es ahora, a falta de una carrera, cuando Alonso ha decidido poner el grito en el cielo: "El coche por momentos es imposible de conducir. Qatar tiene, por suerte, asfalto con agarre suficiente para recuperarse —de un trompo— sin problemas. Acabamos sin neumáticos delante. Este coche es mucho más difícil de conducir de lo que se ve en la tele", zanjó molesto.