Tener aparatos programables en casa es una de esas pequeñas ventajas del siglo XXI que, sinceramente, no valoramos lo suficiente. Poder decirle a la cafetera que empiece a funcionar antes de que te levantes o que el radiador del baño se encienda media hora antes de la ducha es un lujo.

El problema es que la mayoría de nuestros electrodomésticos son "tontos"; no tienen cerebro digital ni WiFi, y cambiarlos todos por versiones inteligentes costaría una fortuna. Aquí es donde entra en juego la solución más fácil, barata y efectiva que he encontrado en mucho tiempo: el enchufe inteligente con conexión WiFi.

Básicamente, un enchufe inteligente actúa como intermediario entre la corriente y tu aparato. Lo conectas a la pared, enchufas tu radiador, ventilador o lámpara a él, y de repente tienes control total desde el móvil.

Lo que no estás usando, no es necesario que esté conectado chupando energía en modo 'stand-by', y estos pequeños gadgets son la mejor forma de automatizar ese proceso.

Puedes programar horarios para que el termo eléctrico solo caliente agua en las horas valle si tienes una tarifa discriminada, o asegurarte de que esa estufa que siempre dudas si has apagado se desconecte sola al salir de casa. Es domótica para principiantes, pero con resultados muy profesionales.

En mi caso particular, he ido un paso más allá y he optado por enchufes inteligentes que incluyen monitorización de consumo, y os aseguro que ha sido un antes y un después para mi factura de la luz.

Saber que algo gasta es una cosa, pero ver en la pantalla del móvil una gráfica detallada de cuántos vatios exactos está consumiendo la bomba de calor o cuánto me cuesta tener el ordenador encendido todo el día es revelador. Me ha servido, por ejemplo, para comparar el consumo real entre diferentes radiadores eléctricos que tengo por casa y descubrir que uno de ellos era un auténtico coladero energético que me estaba inflando la factura sin darme cuenta de ello.

Esta función de medidor de consumo convierte al enchufe en un auditor energético personal. Puedes ver el consumo instantáneo, el diario y el mensual, lo que te permite tomar decisiones informadas.

¿Realmente compensa el modo "Eco" de la lavadora? ¿Gasta mucho la tele si la tienes siempre encendida sin verla? Con estos enchufes sales de dudas al instante. Es una forma muy gráfica de entender dónde se va tu dinero y de recortar gastos superfluos sin perder calidad de vida.

Lo mejor de todo es que democratizar este ahorro no requiere una inversión loca. Hace unos años, la domótica era cosa de ricos, pero hoy en día hay enchufes WiFi de marcas reconocidas a precios que rozan lo ridículo.

TP-Link, por ejemplo, tiene su gama Tapo –como el modelo P110– que funciona de maravilla, se conecta en segundos a la red de casa y cuesta apenas 10 euros.

Y si te vas a tiendas como AliExpress, puedes encontrar opciones incluso más baratas que cumplen perfectamente su función. Por lo que te cuesta un par de cafés, tienes una herramienta que se amortiza sola en el primer mes de uso inteligente.