Hace diez años, Estefanía (Chefi) Ruilope, periodista freelance, organizó una cena entre amigas sin imaginar que estaba sembrando una pequeña revolución. Aquella primera mesa se convirtió en una comunidad vibrante, Mujeres Que Comen, que hoy reúne a miles de mujeres en toda España, de Madrid a Bilbao, Sevilla, Oviedo o Barcelona.
Chefi ha reinventado el networking femenino a través de algo tan sencillo (y tan poderoso) como compartir mesa y conversación. Sus encuentros gastronómicos, siempre con lista de espera, han conquistado a una generación de mujeres que buscan lo mismo: vínculos reales, disfrute compartido y una red donde la colaboración sustituye a la competencia.
En un mundo que insiste en decir que las mujeres compiten, aquí pasa lo contrario: venimos a disfrutar, reírnos y conectar sin poses ni guion
Da igual tu cargo o tu apellido: aquí la persona va antes que la tarjeta de visita
En una cena coincidieron, por azar, la exmujer y la nueva pareja del mismo señor… y acabaron brindando juntas.
Cuando el ego se queda fuera, la sororidad aparece de forma natural
Simboliza la constancia, la lealtad y la pasión por algo que crece porque está hecho con verdad.
Chefi ha reinventado el networking femenino a través de algo tan sencillo (y tan poderoso) como compartir mesa y conversación. Sus encuentros gastronómicos, siempre con lista de espera, han conquistado a una generación de mujeres que buscan lo mismo: vínculos reales, disfrute compartido y una red donde la colaboración sustituye a la competencia.
En un mundo que insiste en decir que las mujeres compiten, aquí pasa lo contrario: venimos a disfrutar, reírnos y conectar sin poses ni guion
Da igual tu cargo o tu apellido: aquí la persona va antes que la tarjeta de visita
En una cena coincidieron, por azar, la exmujer y la nueva pareja del mismo señor… y acabaron brindando juntas.
Cuando el ego se queda fuera, la sororidad aparece de forma natural
Simboliza la constancia, la lealtad y la pasión por algo que crece porque está hecho con verdad.