El fin del otoño está siendo algo inquietante para la continuidad del gobierno del presidente Sánchez. Y no solo porque sufriese una derrota al votarse la senda de estabilidad o techo de gasto en el último pleno de noviembre del Congreso de los Diputados, al rechazarse la propuesta de hacienda por 165 votos a favor frente a 178 en contra, sino porque los problemas judiciales se agravan.
Así tras el fallo contra el Fiscal General del Estado se completó con la entrada en la prisión de Soto del Real de Abalos y Koldo, los escuderos del Peugeot, aunque de eso dirá Sánchez que ocurrió hace mucho tiempo (2016).
Por otro lado, el Gobierno parece haberse apuntado un éxito al pactar con los Sindicatos la senda de aumento de retribuciones de los funcionarios públicos para el trienio 2025 a 2028 en un 11,4%. Llama la atención que pese al veto presupuestario en su primer estadio parlamentario se puedan hacer tales concesiones, sin saber cómo se implementarán.
El llamado tufo de elecciones parece querer desprenderse de tal acuerdo o regalía, pues cuando se engrasa la masa salarial funcionarial parece que los comicios no están lejanos en el tiempo.
Sin embargo, nada parece avalar una próxima convocatoria electoral, aunque el calendario de sesiones en el Congreso y la celebración de elecciones autonómicas en Extremadura el próximo 21 de diciembre alivien la agenda parlamentaria, últimamente tan poco propicia para el Presidente y su Gobierno.
Este panorama incierto, que propiciará seguramente potenciar la agenda internacional del presidente como ya se está viendo, no despeja las dudas sobre el futuro del Gobierno en esta XV Legislatura salvo el tirar hacia adelante.
Algunas personas bien intencionadas se preguntarán cómo vienen haciendo algunos conspicuos comentaristas, por qué no se tienden puentes entre el Gobierno y el PP, para sacar adelante los presupuestos y dejar por ejemplo temas más espinosos como la financiación autonómica.
Ejemplos los hay en el pasado. En 1992 en pleno desmoronamiento del último gobierno de Felipe González, con aquel recuerdo del grito de Aznar, ¡Váyase Sr. Gonzalez!, se pactaron los acuerdos autonómicos de 1992 que posibilitaron la parificación de los techos competenciales de las llamadas Comunidades de vía lenta, del articulo 143 CE con las del articulo 151 CE
Se dirá que eran otros tiempos y que Felipe González no es Sánchez. Pero la situación era endiablada con la detención tras la huida de Luis Roldán como Director de la Guardia civil, la dimisión y posterior encarcelamiento de Mariano Rubio por delito de fraude fiscal (Caso Ibercorp) como Gobernador del Banco de España (emblema de la beutifaul people de los 90 y amigo de FG ) más los entuertos financieros del Ministro de agricultura Vicente Albero y el caso FILESA (financiación ilegal del PSOE), entre otros. Políticamente José Luis Corcuera (Interior) tuvo que dimitir tras la STC sobre la patada en la puerta (Ley Corcuera).
Sin embargo, tal situación de desgobierno no parece distar demasiado de la situación actual , con tres gerifaltes del PSOE encausados y dos en la cárcel y con los problemas familiares que pueden a modo de boomerang volverse contra el presidente del Gobierno.
Quizás si el presidente pretende seguir en el Gobierno hasta 2027 podría ser una solución razonable si estuviésemos en una situación que no lo es. Sanchez ha roto todos los puentes de entendimiento con el PP y pese a ser un camaleón de la política es muy complicado derribar los muros políticos levantados y los desplantes innecesarios hacia Feijóo. Razón por lo que no parece realista seguir por esa vía.
Así tras el fallo contra el Fiscal General del Estado se completó con la entrada en la prisión de Soto del Real de Abalos y Koldo, los escuderos del Peugeot, aunque de eso dirá Sánchez que ocurrió hace mucho tiempo (2016).
Por otro lado, el Gobierno parece haberse apuntado un éxito al pactar con los Sindicatos la senda de aumento de retribuciones de los funcionarios públicos para el trienio 2025 a 2028 en un 11,4%. Llama la atención que pese al veto presupuestario en su primer estadio parlamentario se puedan hacer tales concesiones, sin saber cómo se implementarán.
El llamado tufo de elecciones parece querer desprenderse de tal acuerdo o regalía, pues cuando se engrasa la masa salarial funcionarial parece que los comicios no están lejanos en el tiempo.
Sin embargo, nada parece avalar una próxima convocatoria electoral, aunque el calendario de sesiones en el Congreso y la celebración de elecciones autonómicas en Extremadura el próximo 21 de diciembre alivien la agenda parlamentaria, últimamente tan poco propicia para el Presidente y su Gobierno.
Este panorama incierto, que propiciará seguramente potenciar la agenda internacional del presidente como ya se está viendo, no despeja las dudas sobre el futuro del Gobierno en esta XV Legislatura salvo el tirar hacia adelante.
Algunas personas bien intencionadas se preguntarán cómo vienen haciendo algunos conspicuos comentaristas, por qué no se tienden puentes entre el Gobierno y el PP, para sacar adelante los presupuestos y dejar por ejemplo temas más espinosos como la financiación autonómica.
Ejemplos los hay en el pasado. En 1992 en pleno desmoronamiento del último gobierno de Felipe González, con aquel recuerdo del grito de Aznar, ¡Váyase Sr. Gonzalez!, se pactaron los acuerdos autonómicos de 1992 que posibilitaron la parificación de los techos competenciales de las llamadas Comunidades de vía lenta, del articulo 143 CE con las del articulo 151 CE
Se dirá que eran otros tiempos y que Felipe González no es Sánchez. Pero la situación era endiablada con la detención tras la huida de Luis Roldán como Director de la Guardia civil, la dimisión y posterior encarcelamiento de Mariano Rubio por delito de fraude fiscal (Caso Ibercorp) como Gobernador del Banco de España (emblema de la beutifaul people de los 90 y amigo de FG ) más los entuertos financieros del Ministro de agricultura Vicente Albero y el caso FILESA (financiación ilegal del PSOE), entre otros. Políticamente José Luis Corcuera (Interior) tuvo que dimitir tras la STC sobre la patada en la puerta (Ley Corcuera).
Sin embargo, tal situación de desgobierno no parece distar demasiado de la situación actual , con tres gerifaltes del PSOE encausados y dos en la cárcel y con los problemas familiares que pueden a modo de boomerang volverse contra el presidente del Gobierno.
Quizás si el presidente pretende seguir en el Gobierno hasta 2027 podría ser una solución razonable si estuviésemos en una situación que no lo es. Sanchez ha roto todos los puentes de entendimiento con el PP y pese a ser un camaleón de la política es muy complicado derribar los muros políticos levantados y los desplantes innecesarios hacia Feijóo. Razón por lo que no parece realista seguir por esa vía.