La localización este viernes del primer brote de peste porcina africana (PPA), una enfermedad vírica de alta mortalidad para cerdos y jabalíes, en España desde noviembre de 1994 en Bellaterra (Barcelona) ha supuesto un auténtico contratiempo a unas joyas de nuestro campo: el porcino. Todo ello, a pesar de que no tiene afectación en el ser humano aunque no existe una vacuna. En concreto, según ha informado el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal Emilio García Muro, de los más de 400 tipos de certificados de exportación han quedado bloqueados 121. Esto afecta a países como Japón y México, de los más proteccionistas, que ya han cerrado sus puertas a las exporaciones de cerdo español.

Otros destinos como Estados Unidos, Reino Unido o Corea del Sur limitarán sus restricciones a la zona afectada por el foco ya que admiten lo que se denomina como 'regionalización'. También se ha establecido una zona de vigilancia de 20 kilómetros alrededor del foco detectado este viernes en Bellaterra (Barcelona), con restricciones a la movilidad y prohibición de exportar durante un año para 39 granjas. La peste ya esta presente en otros 14 países europeos.
Países como Japón y México han cerrado ya sus fronteras al cerdo español, mientras que Estados Unidos, Reino Unido o Corea del Sur solo limitarán las exportaciones de las zonas afectadas Pendientes de China, uno de nuestros mejores clientes
En cuanto a China, uno de los mayores demandantes de carne de porcino española (el año pasado se exportó al gigante asiático por valor de 570,7 millones de euros), firmó en el reciente viaje de los Reyes de España un protocolo para proteger las exportaciones de porcino por esta enfermedad que limita el veto a las exportaciones a las las zonas infectadas. En total, el cerdo español se exporta a 112 países.

García Muro ha informado de que, en el caso del gigante asiático, ya han notificado el brote antes de las 24 horas pactadas y solicitado la activación del protocolo firmado durante la reciente visita de los Reyes de España a la potencia asiática. En el mismo se abría la puerta a una regionalización por provincias de las exportaciones en caso de peste porcina, es decir, que la aparición de un foco de esta enfermedad vírica no supusiera el cierre de un mercado de la relevancia de China.
China, uno de los mayores demandantes de carne de porcino española (570,7 millones de euros en 2024), firmó en el reciente viaje de los Reyes de España un protocolo para proteger las exportaciones de porcino por esta enfermedad
El director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal ha apuntado que "ya tenemos el acuse de recibo del Ministerio de Aduanas de China" y añadido que "las autoridades de este país ya nos ha pedido información técnica". De cualquier modo, la exportación española ya ha visto entornarse parcialmente la puerta del gigante asiático ya que dos certificados de exportación han quedado bloqueados a solicitud de las contraparte china, entre ellos, el de las tripas saladas de porcino.
Sin exportar un año en la zona de vigilancia
De cualquier modo, García Muro ha advertido que según lo firmado con China "Barcelona no podrá exportar, el resto de las industrias cárnicas sí". Según estimaciones de Agricultura, esto impactaría directamente en las 14 industrias cárnicas de esta provincia catalana que están autorizadas a exportar a China. El representante del Ministerio de Agricultura ha añadido "que hay que evaluar caso por caso porque hay países que pondrán condiciones" en referencia a los casos de otros mercados como Reino Unido, Estados Unidos o Corea del Sur que admiten la 'regionalización' y solo cerrarían la puerta a la carne de porcino proveniente de la zona afectada por el brote en dos jabalíes. Una medida que el alto del Ministerio ha reconocido que durará 12 meses y afecta, tras el anuncio de hoy, a las 39 granjas incluidas en la zona de vigilancia establecida hoy por las autoridades tras oficializarse los dos positivos por PPA en dos jabalíes silvestres.
Inmovilización de los animales y vigilancia
Dentro de la zona de vigilancia, de 20 kilómetros alrededor del foco detectado, se han establecido medidas de vigilacia que García Muro ha reconocido como "duras": inmovilización de los animales de las 39 explotaciones afectadas, "vigilancia intensa veterinaria" para detectar la aparición de la enfermedad en los cerdos que están en las granjas y proceder al sacrificio "de forma controlada" si se diera el caso. Además se va perimetrar y controlar a la población de jabalíes a través de un censo, así como impidiendo que puedan desplazarse a otras zonas vecinas. El objetivo, ha apuntado el alto caro de Agricultura, es impedir la propagación del virus. Incluso se abre la puerta a limitar la caza, aunque