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Jordi Turull, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, en enero en Waterloo. EFE Junts intenta seducir a ERC para un frente común en lo que queda de legislatura en MadridLos de Puigdemont, como al inicio del mandato de Sánchez, hablan de oportunidad histórica para aprovechar la debilidad del presidente
Lunes, 29 de diciembre 2025, 00:04
... apoyo al Gobierno en el Congreso. Junts, en cambio, no ha apostado por dinamitar del todo la legislatura. No exige elecciones anticipadas (en parte porque no le interesa, según las encuestas), no apoyará una moción de censura con el PP y Vox y en las últimas semanas, al calor de los guiños de Pedro Sánchez, ha rebajado la intensidad del divorcio. Incluso habla ya, como al principio de la legislatura, de que se ha abierto una «oportunidad» de oro para conseguir nuevas cesiones del Gobierno, al que ven «acorralado» y muy «débil» por el goteo de casos de corrupción y de acoso sexual.Desde entonces, las relaciones entre ambos son entre malas y pésimas. Sobre todo en el Congreso, entre Míriam Nogueras y Gabriel Rufián, que acostumbran a lanzarse dardos envenenados desde la tribuna. Mientras Sánchez intenta rehacer los puentes con los postconvergentes, Puigdemont envía guiños para un frente común con ERC en Madrid. Puede ser una vía para volver a la mayoría de la investidura. Esta es la lectura que hace Esquerra. Puede ser también una maniobra de distracción en clave electoral (la división está castigando mucho a los partidos nacionalistas) o la manera de romper la dinámica actual del Congreso y crear un tercer bloque en el Parlamento español, el independentista, frente al progresista y el de las derechas. En Junts, no se sienten cómodos cuando leen en los titulares que se alinean con uno u otro bloque.
Los de Puigdemont, a pesar del divorcio, aseguran que se trata de «conseguir concesiones» que hasta la fecha Sánchez no ha aceptado: especialmente aspiran a abrir una negociación sobre el reconocimiento nacional de Cataluña, con el referéndum como objetivo final. ERC lleva semanas advirtiendo de que Junts hace teatro cuando dice que ha roto con el Gobierno, aunque al mismo tiempo señala que los de Puigdemont acabarán pactando con el PP y Vox.
En ERC, de momento, no cierran ninguna puerta. Y se encuentran a la espera de los acontecimientos. En el entorno republicano señalan que Junts tendrá una buena oportunidad de demostrar su voluntad unitaria con el modelo de financiación que el Govern y ERC prevén sellar en las próximas semanas y que con posterioridad llegará al Congreso.
Hasta la fecha, Junts se ha desmarcado de la negociación del pacto fiscal entre los socialistas y los republicanos. Se ha mostrado muy crítico con ambos y les ha acusado de reeditar una nueva versión del café para todos. Los junteros exigen un cupo catalán y que Cataluña salga del régimen común. Ninguna de estas dos premisas está ya sobre la mesa en el modelo que negocia el Ejecutivo catalán con ERC. Por tanto, Junts tendrá en su mano visualizar sus intenciones de unidad.
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