La banca española ha estado inmersa durante casi dos ejercicios en una espiral de precios a la baja en hipotecas. La expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) retomaría los recortes de interés en 2024, tal y como anticipaban los movimientos del euríbor -la referencia sectorial- y la necesidad de comenzar a compensar la caída de márgenes que venía con un mayor volumen, condujo a las entidades a una batalla que ahora quieren abandonar. Desde las señales de competencia "irracional" a la falta de rentabilidad del producto, que es el que mayor vinculación genera, el sector quiere desmarcarse de esta agresividad, aunque la decisión conlleve la pérdida de clientes.
El argumento gira en torno a que ofrecen el segundo coste más bajo de las hipotecas de toda la eurozona, solamente por detrás de Malta. Con datos recopilados por el BCE a cierre de septiembre, las entidades concedieron financiación hipotecaria en España a un tipo medio del 2,66%, el porcentaje más bajo de toda la eurozona, solamente por detrás del citado país, en cuyo caso se reduce al 1,89%. Ambas cifras se encuentran a distancia de la media de la región que comparte el euro (3,32%) en una clasificación que viene encabezada por Letonia (3,91%), Estonia (3,85%) y Alemania (3,74%). Entre los extremos figuran otros países vecinos como Italia (3,28%), así como Portugal y Francia, más cerca de la media nacional, con un (2,84%) y un 2,99%, respectivamente.
El organismo encabezado por Christine Lagarde aplicó la última rebaja en el precio del dinero el pasado septiembre, cuando los recortó en 25 puntos básicos, hasta situar la tasa en el 2%. Este movimiento fue anticipado por el mercado como posiblemente el último del ciclo, previsión que va ganando peso entre los analistas. Desde el pico contabilizado en octubre de 2023 en España, cuando llegó a rozar el 4%, el coste se ha moderado en más casi 130 puntos porcentuales. Con esta radiografía, bancos como BBVA han asegurado que no van a entrar a competir de manera activa en este terreno, al menos hasta que se "normalicen los precios".
El grupo de origen vasco ha llegado a admitir que han "perdido" cuota de mercado voluntariamente, porque no les compensa. Su presidente, Carlos Torres, ha puesto como ejemplo para escenificar la situación que el interés de la deuda española está unos 100 puntos por encima del tipo de interés medio. No obstante, el primero en abrir debate fue Bankinter a través de su consejera delegada, Gloria Ortiz, quien manifestó que la venta de hipotecas en sí misma "no es rentable", sino que es necesaria la vinculación. Banco Santander cogió el testigo y reconoció que no les importaría perder negocio hasta que el mercado estuviera más calmado, mientras que desde CaixaBank admiten que no están creciendo en esta área.
El banco con sede en Valencia lidera este segmento y canaliza una cuota del 26,7%, una décima menos con respecto a 2024, si bien es BBVA el que peor parado sale al pasar del 15,5% al 14,7%, al tiempo que la firma cántabra se mantiene sin cambios en el 13,8% y el Sabadell retrocede ligeramente al 6,2%. Completaría la lista el citado Bankinter, que crece tres décimas, hasta el 3,3%, según los datos recabados por la consultora Inmark.
En este contexto, el comportamiento experimentado por el euríbor, que suma su cuarto mes consecutivo al alza tras finalizar noviembre en el 2,217%, con un repunte del 0,03%, apunta a un encarecimiento de las hipotecas. "La evolución de las últimas semanas refleja un momento de pausa en el mercado: ni los datos justifican nuevas subidas, ni hay aún argumentos sólidos para anticipar un giro claro a la baja", explican la portavoz de Kelisto.com, Estefanía González. Desde el comparador de precios creen la reunión del BCE prevista para mediados de diciembre será determinante para consolidar la tendencia.
Esto repercute en las nuevas hipotecas en la medida en que la oferta a tipo fijo ha registrado un suave incremento, si bien en comparativa interanual la senda apunta a la baja, con descensos que llegan al 6% en función del tipo de crédito. A priori, los expertos descartan que afecte al apetito. El pasado jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos de firma de hipotecas correspondiente a septiembre, los cuales constatan el momento dulce que atraviesa el sector, con un volumen inédito desde 2010, en plena crisis de deuda. Solo durante el noveno mes del año se aprobaron 46.120 préstamos destinados a tal fin, en la que supone su mayor cifra para este mes en quince años.
El argumento gira en torno a que ofrecen el segundo coste más bajo de las hipotecas de toda la eurozona, solamente por detrás de Malta. Con datos recopilados por el BCE a cierre de septiembre, las entidades concedieron financiación hipotecaria en España a un tipo medio del 2,66%, el porcentaje más bajo de toda la eurozona, solamente por detrás del citado país, en cuyo caso se reduce al 1,89%. Ambas cifras se encuentran a distancia de la media de la región que comparte el euro (3,32%) en una clasificación que viene encabezada por Letonia (3,91%), Estonia (3,85%) y Alemania (3,74%). Entre los extremos figuran otros países vecinos como Italia (3,28%), así como Portugal y Francia, más cerca de la media nacional, con un (2,84%) y un 2,99%, respectivamente.
El organismo encabezado por Christine Lagarde aplicó la última rebaja en el precio del dinero el pasado septiembre, cuando los recortó en 25 puntos básicos, hasta situar la tasa en el 2%. Este movimiento fue anticipado por el mercado como posiblemente el último del ciclo, previsión que va ganando peso entre los analistas. Desde el pico contabilizado en octubre de 2023 en España, cuando llegó a rozar el 4%, el coste se ha moderado en más casi 130 puntos porcentuales. Con esta radiografía, bancos como BBVA han asegurado que no van a entrar a competir de manera activa en este terreno, al menos hasta que se "normalicen los precios".
El grupo de origen vasco ha llegado a admitir que han "perdido" cuota de mercado voluntariamente, porque no les compensa. Su presidente, Carlos Torres, ha puesto como ejemplo para escenificar la situación que el interés de la deuda española está unos 100 puntos por encima del tipo de interés medio. No obstante, el primero en abrir debate fue Bankinter a través de su consejera delegada, Gloria Ortiz, quien manifestó que la venta de hipotecas en sí misma "no es rentable", sino que es necesaria la vinculación. Banco Santander cogió el testigo y reconoció que no les importaría perder negocio hasta que el mercado estuviera más calmado, mientras que desde CaixaBank admiten que no están creciendo en esta área.
El banco con sede en Valencia lidera este segmento y canaliza una cuota del 26,7%, una décima menos con respecto a 2024, si bien es BBVA el que peor parado sale al pasar del 15,5% al 14,7%, al tiempo que la firma cántabra se mantiene sin cambios en el 13,8% y el Sabadell retrocede ligeramente al 6,2%. Completaría la lista el citado Bankinter, que crece tres décimas, hasta el 3,3%, según los datos recabados por la consultora Inmark.
En este contexto, el comportamiento experimentado por el euríbor, que suma su cuarto mes consecutivo al alza tras finalizar noviembre en el 2,217%, con un repunte del 0,03%, apunta a un encarecimiento de las hipotecas. "La evolución de las últimas semanas refleja un momento de pausa en el mercado: ni los datos justifican nuevas subidas, ni hay aún argumentos sólidos para anticipar un giro claro a la baja", explican la portavoz de Kelisto.com, Estefanía González. Desde el comparador de precios creen la reunión del BCE prevista para mediados de diciembre será determinante para consolidar la tendencia.
Esto repercute en las nuevas hipotecas en la medida en que la oferta a tipo fijo ha registrado un suave incremento, si bien en comparativa interanual la senda apunta a la baja, con descensos que llegan al 6% en función del tipo de crédito. A priori, los expertos descartan que afecte al apetito. El pasado jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos de firma de hipotecas correspondiente a septiembre, los cuales constatan el momento dulce que atraviesa el sector, con un volumen inédito desde 2010, en plena crisis de deuda. Solo durante el noveno mes del año se aprobaron 46.120 préstamos destinados a tal fin, en la que supone su mayor cifra para este mes en quince años.