- ÁLVARO PÉREZ-ALBERCA
- Taylor Swift reparte 197 millones de dólares entre sus trabajadores
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La artista repartió 197 millones de dólares entre sus empleados tras su último tour.
Hay muchas formas de reconocer el tesón y empeño de los trabajadores. Pero, más allá de acreditar su talento frente a otros compañeros o superiores, los asalariados siempre valorarán más una compensación económica por su rendimiento. Y no, no cuenta la paga extra de Navidad, que eso es un derecho del trabajador, como recoge el Artículo 31 del Estatuto de los Trabajadores, y va dentro de su salario bruto anual.
Si el ejercicio ha ido bien y los resultados acompañan, un líder generoso debería reconocer -aunque sea en forma de cesta navideña- el buen hacer de los equipos que han ayudado a cumplir con el propósito de la compañía. Como recientemente Taylor Swift. Las redes sociales han recogido el ejemplo de la artista, que constata que la eficacia debe ser recompensada. A ser posible con un jugoso aguinaldo.
Tras reventar plataformas como Apple Music o Spotify con su último lanzamiento, revitalizar el mercado de discos físicos y rozar la estratosfera con su último tour, Swift vuelve a la palestra tras el anuncio de una decisión de liderazgo insólita: destinó aproximadamente 197 millones de dólares en bonificaciones para los colaboradores de su exitosa gira mundial The Eras Tour. Así lo refleja la serie documental Taylor Swift: The End of an Era recién estrenada en la plataforma Disney+, en la que se puede apreciar cómo la cantante estadounidense repartió cuantiosas sumas de dinero a modo de agradecimiento por el rendimiento e impacto de su última gira mundial, que contó el año pasado con dos actuaciones en nuestro país en el estadio Santiago Bernabéu.
Este reparto no sólamente abarcó a músicos y bailarines, sino también a todas las áreas que forman parte del equipo de producción: técnicos de sonido e iluminación, conductores de camiones, personal de cátering, vestuario, seguridad, carpinteros, asistentes y personal logístico, entre otros. La cantante entregó en mano las bonificaciones.
Aunque se desconoce cuántos han sido los beneficiarios de esta generosa donación, la artista agradeció personalmente a cada miembro del equipo su esfuerzo y dedicación: "Gracias a todos por el duro trabajo que habéis hecho", enuncia en el documental. Acto seguido, cada persona iba leyendo la pequeña nota de papel dedicada por Swift, además de cuánto habían percibido. Cuantías que se ocultan a propósito con un pitido en la serie documental de Disney+. No obstante, según han apuntado distintos medios internacionales, las cuantías podrían oscilar entre los 85.000 y 400.000 euros.
Es indudable que el gesto de la cantante estadounidense pone en relieve su talento para gestionar equipos y cómo su éxito no es fruto exclusivamente de una gran voz, sino de su capacidad para reunir al mejor talento y, además, retenerlo a través de la generosidad.
El gesto de un gran jefe
El gran detalle Swift se ha vuelto viral y seguro que muchos empleados desearían tener a la cantante como jefa. Pero, ¿qué virtudes de liderazgo pueden aprender los directivos de la popular artista estadounidense?
- Reconocimiento individual y colectivo del esfuerzo. Como muestra la serie documental, el hecho de escribir cartas personalizadas a cada colaborador refleja una atención detallada y humana por parte de Swift hacia las personas que integran su equipo, más allá de su rol específico. Este tipo de reconocimiento tiene un componente motivacional muy potente, al valorar públicamente el aporte de cada individuo por parte de los superiores.
- Distribución equitativa de beneficios. Taylor Swift no limitó las bonificaciones a quienes ocupan posiciones visibles o tradicionalmente mejor remuneradas, como sus bailarines o músicos, sino que incluyó a trabajadores de todas las áreas operativas. Este enfoque sugiere un estilo de liderazgo que reconoce que el éxito es resultado del trabajo colectivo y no solo de un reducido grupo de figuras centrales.
- Generosidad y justicia distributiva. Repartir una proporción significativa de las ganancias del tour entre quienes contribuyeron a hacerlo posible puede interpretarse como un gesto de generosidad estructurada y de justicia distributiva. Esto potencia la confianza y la lealtad de los colaboradores y establece un precedente de trato digno en una industria donde los márgenes de beneficios suelen concentrarse en pocas personas.
- Visibilidad del liderazgo humanista. El acto de entregar personalmente las cartas y explicar el motivo de las bonificaciones transmite un liderazgo accesible, empático y comunicativo. La documentación de esos momentos en una serie pública también proyecta una visión del liderazgo que no teme humanizar la figura de la líder, mostrando gratitud y emoción. Eso sí, también cuenta la elegancia. Es lícito no decir que cuantía percibe cada trabajador para no levantar ampollas entre los empleados.
- Establecimiento de una cultura organizacional positiva. A través de este gesto, Swift contribuye a fortalecer la cultura interna del equipo, promoviendo valores de aprecio, respeto y reconocimiento. Los colaboradores pueden percibir que su trabajo se valora en términos concretos, lo que suele traducirse en un mayor compromiso y satisfacción laboral.
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