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La guerra de Trump contra Europa

La guerra de Trump contra Europa
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La política exterior estadounidense se orienta ahora a ayudar a los nacionalistas de derechas a llegar al poder en el continente. Leer
Financial TimesLa guerra de Trump contra Europa
  • MARTIN WOLF
17 DIC. 2025 - 17:00El presidente estadounidense, Donald Trump.YURI GRIPAS / POOLEFE

La política exterior estadounidense se orienta ahora a ayudar a los nacionalistas de derechas a llegar al poder en el continente.

"Pagaremos cualquier precio, soportaremos cualquier carga, afrontaremos cualquier adversidad, apoyaremos a cualquier amigo, nos opondremos a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el éxito de la libertad". Así declaró el presidente John F. Kennedy los objetivos de su Administración en su discurso inaugural del 20 de enero de 1961. Era el momento de pleno apogeo de la Guerra Fría. Para los habitantes de una Europa dividida, el discurso fue electrizante. Echando la vista atrás, esta ambición desmedida condujo a la extralimitación de la Guerra de Vietnam. Pero también fue una señal de una idea ennoblecedora: la de una superpotencia con un propósito moral. A pesar de todos los fracasos, la gente siguió creyendo en su propósito: a diferencia de los nazis y los comunistas, EEUU creía en la libertad y la democracia.

Para ningún pueblo ha sido más significativo este compromiso que para los europeos. En última instancia, condujo al colapso del imperio soviético, a la liberación de Europa central y oriental y a una nueva era de unificación, paz y prosperidad. Como ocurre tan a menudo en la historia, las esperanzas se han visto defraudadas. Se han visto defraudadas por el auge de fuerzas xenófobas y antidemocráticas en Europa, por el resurgimiento de una Rusia autoritaria, revanchista y belicosa, y por la intensa hostilidad de la segunda Administración de Donald Trump hacia las ideas centrales de la Europa contemporánea.

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América presenta muchas características extrañas. Pero la más extraña de todas, y para los europeos la más inquietante, es que ahora sólo ellos son vistos como los únicos enemigos ideológicos de EEUU. En el resto del documento, los intereses se consideran meramente materiales más que ideológicos. Las amenazas a la democracia y la libertad ahora provienen únicamente de sus oponentes dentro de EEUU y sus aliados más cercanos.

De este modo, afirma que los poderes del Gobierno estadounidense nunca deben ser "objeto de abuso... bajo el pretexto de... 'proteger nuestra democracia'". Justo debajo (y no por casualidad) afirma: "Nos opondremos a las restricciones antidemocráticas impulsadas por las élites sobre las libertades fundamentales en Europa, la anglosfera y el resto del mundo democrático, especialmente entre nuestros aliados". Además, "La diplomacia estadounidense debe seguir defendiendo la democracia genuina, la libertad de expresión y la celebración sin complejos del carácter y la historia de las naciones europeas. EEUU anima a sus aliados políticos en Europa a promover esta recuperación del espíritu, y la creciente influencia de los partidos patrióticos europeos es, sin duda, motivo de gran optimismo".

El significado es claro: el principal objetivo de EEUU con respecto a Europa es ayudar a que los "patriotas" de derechas lleguen al poder en todo el continente. Además, insiste, los intentos de resistirse a estos partidos son en sí mismos antidemocráticos. Sin embargo, cabe recordar que, a diferencia de EEUU (hasta ahora), los europeos guardan un doloroso recuerdo de las consecuencias de conceder a los extremistas de derechas el derecho a buscar el poder democráticamente. Aún recuerdan cómo llegó Hitler al poder.

Por desgracia, esta alianza entre EEUU y la extrema derecha europea es bastante deliberada. El documento declara el deseo de proteger a Europa de la "grave perspectiva de la desaparición de la civilización" a manos de las instituciones de la UE, la inmigración masiva, la censura de la "libertad de expresión" y la supresión de la oposición política. La idea implícita es clara: "Nuestro objetivo debería ser ayudar a Europa a corregir su trayectoria actual". ¿Cómo pretende EEUU "corregir" esa trayectoria? Evidentemente, ayudando a los autoritarios, neofascistas y admiradores de Putin de la derecha actual a llegar al poder.

Gran parte del resto de este documento me parece vacuo o ridículo. Por ejemplo, no veo ninguna estrategia coherente para tratar con China. También contiene la firme convicción de que los países seguirán confiando en EEUU, sin importar lo injusto, irracional e impredecible de su comportamiento, especialmente en materia de aranceles y otras formas de exigir concesiones. Sugiere que EEUU puede forzar a Sudamérica a una condición de sometimiento, a pesar de la creciente influencia de China. Está convencido de que la supremacía tecnológica estadounidense sobrevivirá a la guerra del país contra la ciencia y a su hostilidad racista hacia los inmigrantes. Pero hay una afirmación realmente importante: "Rechazamos las desastrosas ideologías del 'cambio climático' y el 'cero neto' que tanto han dañado a Europa, amenazan a EEUU y subvencionan a nuestros adversarios". Esta es, pues, una forma de entregar el futuro a China.

Sin embargo, son sobre todo los europeos para quienes esta nueva estrategia tiene más importancia. Demuestra que están solos en la defensa de Ucrania. Peor aún, demuestra que EEUU desea desmantelar la institución de la UE y poner el poder en manos de los lamebotas de Trump y Putin. A los europeos, que sufren de una indefensión aprendida y están fragmentados y marcados por el recuerdo de las dos guerras mundiales, les resultará sumamente difícil reaccionar. Pero no hay otra alternativa, salvo el colapso. Gran parte de esto se aplica también a Reino Unido, que decidió embarcarse en el Brexit en la que resultó ser una decisión desastrosa.

Entonces, ¿qué se puede hacer? El objetivo inmediato debe ser apoyar a Ucrania, con todos los medios necesarios y de cualquier manera posible, para lograr una paz justa y estable. Europa también debe crear una respuesta eficaz a las amenazas rusas. Una excelente propuesta de Philipp Hildebrand, Hélène Rey y Moritz Schularick para la "gobernanza y financiación de la defensa europea" es muy pertinente.

Al releer las palabras de Kennedy, imaginé una versión paródica pronunciada por Trump: "Exigiremos cualquier suma, impondremos cualquier carga, infligiremos cualquier adversidad, nos opondremos a cualquier amigo y nos haremos amigos de cualquier enemigo para asegurar la riqueza y el poder para mí, mi familia y mis amigos". Sin embargo, incluso si Trump fuera tan egoísta y transaccional como en este hipotético caso, el MAGA no lo es. Noah Smith argumenta que "la derecha estadounidense valora a Europa porque la considera una patria blanca y cristiana". Si la Europa liberal actual ha de perdurar, estas fantasías reaccionarias deben ser confrontadas y derrotadas.

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Fuente original: Leer en Expansión
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