El proceso de jubilación masiva que vive España y que se acentuará en los próximos años supone un reto a muchos niveles. Uno de los más acuciantes es saber quién reemplazará a los millones de trabajadores que se van a jubilar y que necesitarán de un relevo. Un estudio elaborado por Fedea y BBVA Research subraya que ese 'gran relevo' no será posible sin inmigrantes. De hecho, incluso en algunas comunidades, el ritmo al que están llegando trabajadores desde fuera no es suficiente para compensar el ritmo al que se están jubilando los actuales.

En concreto, hay cuatro autonomías en España donde la llegada de fuerza laboral extranjera durante la última oleada migratoria (2017-2024), sumada a la población nativa joven, no ha logrado a cubrir el hueco que han dejado las jubilaciones en ese periodo. Se trata de Asturias, Cantabria, Castilla y León —que están entre las más envejecidas del país— y Extremadura.

En esos cuatro territorios, la ratio entre los jóvenes de 16 a 29 años que trabajan y los empleados migrantes que han llegado en los últimos siete años y la de jubilados es inferior a uno. Lo que implica que se retiran más trabajadores de los que los jóvenes que se incorporan al mercado y los migrantes que llegan para trabajar pueden compensar.

En otros territorios como Galicia, País Vasco, La Rioja, Andalucía o Aragón, el efecto combinado de la juventud y la migración supera por poco las salidas del mercado laboral. Mientras que en autonomías como Madrid o Cataluña —las más pujantes económicamente— el relevo de los jubilados es mucho más holgado. Por cada persona que se jubiló entre 2017 y 2024 hubo dos jóvenes nativos trabajando o empleados migrantes llegados en ese periodo.

El efecto de la migración es imprescindible para cubrir el hueco que van a dejar las personas que se van a jubilar en los próximos diez o doce años. De hecho, en ninguna comunidad autónoma hay más jóvenes que personas próximas al retiro. Por cada persona entre 55 y 67 años apenas hay 0,76 de entre 16 y 29 años. Hablamos de una población de 7,3 millones de población activa 'sénior', frente a 5,6 millones de jóvenes. Una situación que es radicalmente opuesta a la que había a comienzos de siglo, cuando había 1,4 jóvenes por cada persona próxima a la jubilación.

Baleares, Canarias, Madrid y Murcia son las autonomías más cercanas al equilibrio en el relevo, con una ratio de 0,9 jóvenes por cada trabajador mayor. Por el contrario, la situación es especialmente complicada en zonas como Cantabria, Castilla y León, Galicia, donde la ratio es de 0,6 o en el caso de Asturias, donde cae al 0,5.

Es más difícil reemplazar a los más cualificados

El relevo generacional en el mercado de trabajo solo está empezando. La tendencia demográfica sugiere que compensar las jubilaciones que se producirán en los próximos años va a ser cada vez más difícil. Una sustitución que será especialmente problemática en las ocupaciones más cualificadas.

Si se pone el foco en cómo va el relevo de trabajadores con estudios superiores, se observa cómo todas las autonomías del país fueron capaces de reemplazar a los jubilados con mano de obra joven o extranjera entre 2017 y 2024. Sin embargo, esto resultará cada vez más complicado en el futuro, especialmente en comunidades como La Rioja, Cantabria, Asturias, Castilla y León, Aragón o País Vasco, que ya están muy cerca de tener un relevo insuficiente.

Hablamos de médicos, abogados, arquitectos... "A nivel básico, sustituimos ocupaciones de cualificación baja por otras. Pero las de educación superior son necesarias y cada vez lo van a ser más. Es enorme lo que se va a demandar", sostiene Florentino Felgueroso, autor del estudio. Además, España tendrá que competir por esos perfiles con otros países que ofrecen mejores condiciones laborales, lo que supone una dificultad añadida.

La dificultad de relevo generacional en los empleos más cualificados se resume bien en un dato muy llamativo. En el año 2000, por cada persona mayor de 55 años con estudios superiores había 4,8 jóvenes (1,27 millones de personas frente a 263.500). Sin embargo, en la actualidad la ratio es de 0,9 jóvenes por cada persona próxima a la jubilación (1,44 millones frente a 1,6).