Comercio y migración ya van de la mano. El Parlamento Europeo y los Estados miembros han llegado este martes a un acuerdo a través del cual se pueden eliminar las ventajas comerciales a terceros países que no acepten la readmisión de migrantes a partir del 1 de enero de 2027. Si no hay cooperación, por tanto, estos países no tendrán aranceles bajos o nulos.

"El nuevo marco introduce mejoras en el sistema actual, como vínculos más estrechos con el respeto de los derechos humanos y el medio ambiente, y una mejor supervisión y transparencia del régimen. Tal y como solicitó el Consejo Europeo, se introduce un nuevo vínculo entre las preferencias comerciales concedidas a los países beneficiarios y su cooperación en materia de migración y readmisión de sus nacionales que se encuentran ilegalmente en la UE", explica el Consejo en un comunicado.

La revisión del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) se ha pactado después de que hace dos años los colegisladores rompieran las negociaciones y ahora, con elementos más estrictos, se pudiera encauzar la conversación para activar esta condicionalidad, que fue propuesta en su momento por la Comisión Europea.

Además, recalca el Consejo, la revisión incluye también, entre sus ajustes, la ampliación del catálogo de convenios internacionales que los países beneficiarios deberán respetar en materia de derechos humanos y laborales. Además, se establece un procedimiento de urgencia que permitirá suspender rápidamente las ventajas arancelarias cuando se detecten vulneraciones graves de estos principios.

Por otro lado, el nuevo esquema prevé retirar beneficios a aquellos Estados que incurran en infracciones graves y sistemáticas de los compromisos internacionales sobre cambio climático y protección del entorno. Asimismo, se habilita una vía de transición para las naciones que dejarán de ser consideradas países menos desarrollados durante la próxima década: aunque perderán el acceso al amplio paraguas de la iniciativa EBA, podrán seguir disfrutando de márgenes arancelarios favorables si adoptan estándares sólidos de sostenibilidad. El paquete incluye, además, umbrales de graduación más estrictos -la participación de importaciones por sector baja del 57% al 47%- con el fin de concentrar las preferencias en productos menos competitivos y abrir espacio a los productores más vulnerables.

El reglamento revisado también introduce mayor precisión en las normas de origen para adaptarlas a las necesidades de desarrollo y financiamiento de cada solicitante, y refuerza los mecanismos de transparencia y control del cumplimiento de los compromisos del nuevo sistema. En paralelo, y en línea con la búsqueda de una política migratoria más equilibrada, los colegisladores acordaron que las preferencias podrán retirarse si un país socio no coopera en la readmisión de sus propios nacionales. A partir de ahora, la Comisión Europea supervisará este aspecto de forma sistemática y deberá informar al Parlamento y al Consejo cuando tome decisiones en este ámbito.