Un total de 34.251 personas migrantes han llegado a España de forma irregular en lo que va de 2025 tras registrarse un aumento en noviembre respecto a los meses anteriores. No obstante, en el acumulado los números se mantienen un 29,9% por debajo de los registrados en 2024.
Son datos del balance quincenal sobre inmigración irregular que publica el Ministerio del Interior y que refleja un aumento de las llegadas a Canarias en noviembre —aunque en el total de 2025 las cifras son un 59,4% inferiores a las de 2024— y una bajada en el último mes en las entradas a Baleares, una ruta que había cobrado fuerza este año.
En total, han accedido al país de manera irregular 34.251 personas, 22.725 menos que en 2024, un año que acabó en un récord de llegadas por la ruta canaria y en el que hasta noviembre se habían contabilizado ya 56.976 entradas de este tipo.
La gran mayoría de estos 34.251 migrantes han accedido por vía marítima (30.692), a bordo de una patera o un cayuco: hasta el pasado 30 de noviembre, han llegado a España 1.154 de estas embarcaciones precarias, un 29,2% menos que en 2024.
Casi un 60% menos de llegadas a Canarias
En lo que tiene que ver con la ruta canaria, considerada una de las más peligrosas del mundo, las llegadas por esta vía han bajado un 59,4% respecto a 2024, con 24.618 personas menos.
Sin embargo, en este último mes de noviembre se ha registrado una subida, con 2.708 entradas, la mayor cifra observada en un mes desde el pasado enero (4.752), cuando todavía se arrastraban cifras muy altas del 2024.
En las Islas Baleares ha ocurrido al contrario: en este último mes han bajado las llegadas de 453 en octubre a 408 en noviembre, pero en el acumulado de todo el año suman 6.688, un 28,3% por encima de las registradas en 2024 tras un aumento a lo largo de 2025 en el que se alcanzaron 975 entradas solo en el mes de septiembre.
Las llegadas por vía marítima a la península han bajado en noviembre de 740 a 574 y en el acumulado de todo el año también, de las 7.855 de 2024 a las 7.167 de este año.
Un 219,6% más de entradas en Melilla
Respecto a las ciudades autónomas, las llegadas por vía marítima son contadas: 5 en el caso de Ceuta (el año pasado se habían registrado 28) y 25 en Melilla (4 más que en 2024).
En cuanto a las llegadas por vía terrestre (que incluyen los accesos a nado) a estas ciudades, este pasado mes de noviembre han aumentado de 246 a 274 las entradas a Ceuta, que en lo que va de año suma ya 3.268, un 39,4% más que en 2024, y Melilla ha registrado 291 en 2025, un 219,8% más que el año pasado.
Las entradas irregulares son minoritarias respecto al total de la inmigración que recibe España: en los últimos diez años, el 94% de las personas extranjeras que han llegado al país lo han hecho por vía regular.
El último informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) apunta que entre el 70% y el 80% de las personas que arribaron al país en cayuco o patera en 2024 pidió asilo en España porque huía de conflictos, persecución, violencia o graves violaciones de derechos humanos en sus países.
Muchas de estas travesías, que se llevan a cabo en condiciones muy precarias, acaban en muerte. Según datos de Acnur, hasta el pasado 31 de octubre, 400 han perdido la vida en lo que va de año en la ruta canaria y 216 han fallecido tratando de llegar a la península o Baleares.
Son datos del balance quincenal sobre inmigración irregular que publica el Ministerio del Interior y que refleja un aumento de las llegadas a Canarias en noviembre —aunque en el total de 2025 las cifras son un 59,4% inferiores a las de 2024— y una bajada en el último mes en las entradas a Baleares, una ruta que había cobrado fuerza este año.
En total, han accedido al país de manera irregular 34.251 personas, 22.725 menos que en 2024, un año que acabó en un récord de llegadas por la ruta canaria y en el que hasta noviembre se habían contabilizado ya 56.976 entradas de este tipo.
La gran mayoría de estos 34.251 migrantes han accedido por vía marítima (30.692), a bordo de una patera o un cayuco: hasta el pasado 30 de noviembre, han llegado a España 1.154 de estas embarcaciones precarias, un 29,2% menos que en 2024.
Casi un 60% menos de llegadas a Canarias
En lo que tiene que ver con la ruta canaria, considerada una de las más peligrosas del mundo, las llegadas por esta vía han bajado un 59,4% respecto a 2024, con 24.618 personas menos.
Sin embargo, en este último mes de noviembre se ha registrado una subida, con 2.708 entradas, la mayor cifra observada en un mes desde el pasado enero (4.752), cuando todavía se arrastraban cifras muy altas del 2024.
En las Islas Baleares ha ocurrido al contrario: en este último mes han bajado las llegadas de 453 en octubre a 408 en noviembre, pero en el acumulado de todo el año suman 6.688, un 28,3% por encima de las registradas en 2024 tras un aumento a lo largo de 2025 en el que se alcanzaron 975 entradas solo en el mes de septiembre.
Las llegadas por vía marítima a la península han bajado en noviembre de 740 a 574 y en el acumulado de todo el año también, de las 7.855 de 2024 a las 7.167 de este año.
Un 219,6% más de entradas en Melilla
Respecto a las ciudades autónomas, las llegadas por vía marítima son contadas: 5 en el caso de Ceuta (el año pasado se habían registrado 28) y 25 en Melilla (4 más que en 2024).
En cuanto a las llegadas por vía terrestre (que incluyen los accesos a nado) a estas ciudades, este pasado mes de noviembre han aumentado de 246 a 274 las entradas a Ceuta, que en lo que va de año suma ya 3.268, un 39,4% más que en 2024, y Melilla ha registrado 291 en 2025, un 219,8% más que el año pasado.
Las entradas irregulares son minoritarias respecto al total de la inmigración que recibe España: en los últimos diez años, el 94% de las personas extranjeras que han llegado al país lo han hecho por vía regular.
El último informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) apunta que entre el 70% y el 80% de las personas que arribaron al país en cayuco o patera en 2024 pidió asilo en España porque huía de conflictos, persecución, violencia o graves violaciones de derechos humanos en sus países.
Muchas de estas travesías, que se llevan a cabo en condiciones muy precarias, acaban en muerte. Según datos de Acnur, hasta el pasado 31 de octubre, 400 han perdido la vida en lo que va de año en la ruta canaria y 216 han fallecido tratando de llegar a la península o Baleares.