El escritor cartagenero Arturo Pérez-Reverte ha sido entrevistado en el podcast de Jordi Wild y entre otros temas, ha hablado de uno de sus asuntos favoritos: la historia de España.
En concreto, ha hablado de los famosos Tercios, la fuerza militar del imperio español en los siglos XVI y XVII, descritos por Pérez-Reverte como "una maquinaria militar perfecta".
El académico dice que este cuerpo era "una organización muy bien estructurada, eficaz", con una filosofía muy clara que resume en una frase: "Con una espada en la mano soy igual que cualquiera".
Pérez-Reverte define a los soldados de los Tercios como "gente peligrosa, dura" y recuerda que no eran precisamente ejemplares: saqueadores, violentos, hombres "nada recomendables", en resumen.
Además, el escritor de Cartagena destaca el concepto de "reputación" al que vincula a los soldados de los Tercios.
"Cuando en Rocroi se ha ido todo al carajo, el español se mantiene quieto, sin moverse, sin pegar gritos. Saben que van a morir, van aguantando, ¿por qué? por reputación. Un tercio español no puede rendirse ante el enemigo. A mí me encanta esa palabra: reputación", concluye.
En concreto, ha hablado de los famosos Tercios, la fuerza militar del imperio español en los siglos XVI y XVII, descritos por Pérez-Reverte como "una maquinaria militar perfecta".
El académico dice que este cuerpo era "una organización muy bien estructurada, eficaz", con una filosofía muy clara que resume en una frase: "Con una espada en la mano soy igual que cualquiera".
Pérez-Reverte define a los soldados de los Tercios como "gente peligrosa, dura" y recuerda que no eran precisamente ejemplares: saqueadores, violentos, hombres "nada recomendables", en resumen.
Además, el escritor de Cartagena destaca el concepto de "reputación" al que vincula a los soldados de los Tercios.
"Cuando en Rocroi se ha ido todo al carajo, el español se mantiene quieto, sin moverse, sin pegar gritos. Saben que van a morir, van aguantando, ¿por qué? por reputación. Un tercio español no puede rendirse ante el enemigo. A mí me encanta esa palabra: reputación", concluye.